Con-versaciones

Publicado el Bat&Man

Los cálculos de los electores

Cualquier cosa que sirva
Para que

Esta vida siga bailando
Frente a 
Doña Muerte.

-Charles Bukowski-

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Bat: Todos tienen en común que son electores bien informados y permanecen atentos a la política del país. Y todos también son votantes de opinión. Por eso los invité, para que nos cuenten por quién y por qué van a votar este domingo. Faltó solamente un seguidor de Martha Lucía Ramírez, que al final declinó la invitación.

Man: Interesante, Bat, interesante… Como un debate presidencial, pero no entre los que proponen, sino entre los que disponen…

Bat: Algo así… Son lo que se pueden llamar “la voz del pueblo” en las elecciones. Respondieron a tres preguntas: 1) ¿Qué lo lleva a votar por ese candidato?; 2) ¿Por qué piensa que su candidato tiene oportunidad de ganar?; y 3) ¿Cómo cree que se moverá el ajedrez político para la primera y segunda vuelta?   Aquí están sus opiniones.

Santos

Carlos Eduardo Rojas, un petrista que votará por Santos

1. Votaré por Santos debido a los últimos acontecimientos, en especial la manera como ha subido en las encuestas Óscar Iván Zuluaga. La alianza entre los petristas y santistas también me ayudó a tomar esa decisión. Aunque Santos no es “santo de mi devoción”, de todas maneras se la jugó por la paz y eso es importante. Finalmente, el panorama de un país con el uribismo gobernando de nuevo es, en mi opinión, un escenario apocalíptico en el que la guerra siempre será protagonista.

2. Pienso que va a ganar. A pesar de sus vacilaciones, de esas salidas en falso (“el tal paro agrario no existe”, ¿recuerda?) y de que no representa una alternativa para los sectores más vulnerables (de hecho hay que reconocer que ha gobernado en contra de ellos, es decir, campesinos, indígenas, negritudes, etc), tiene el respaldo del Partido Liberal y allí hay referentes de la talla de Horacio Serpa o Piedad Córdoba. E, insisto, su apuesta por la paz convoca y es un motivo muy poderoso para creer que puede ser reelegido, a pesar de sus contradicciones.

3. La semana que pasó fue definitiva, sobre todo, por el escándalo del video en el que se ve a Zuluaga muy relajado hablando con el ya famoso hacker, Andrés Sepúlveda. En un país serio tal actitud, daría para abrirle una investigación. A pesar de eso, la figura de Uribe pesa y seguramente Óscar Iván Zuluaga pasará a la segunda vuelta. En ella se encontrará con Juan Manuel Santos y será una contienda reñida. No descarto a Martha Lucía Ramírez, porque también ha tenido un repunte en las encuestas, pero sinceramente creo que no le va a alcanzar.

 

Zuluaga

El Gato de Schrödinger, votará por Zuluaga

1. Votaré por Zuluaga por la indignación al ver cómo Santos, aconsejado por JJ, infiltró la campaña para ganarle; antes de eso, hubiera decidido sopesando quién estaba mejor ubicado para ganarle a Santos: Óscar Iván Zuluaga, Martha Lucía Ramírez o Enrique Peñalosa.

2. Va a ganar porque a estas alturas el rival que enfrente a Santos en segunda vuelta, cualquiera que sea, tiene oportunidad de ganarle por la incompetencia de su gestión.

3. Creo que va haber tres fuerzas en juego. Ninguno de los candidatos perdedores apoyará a Santos o a Zuluaga; los caciques se moverán dependiendo quién tenga más posibilidades de ganar (con base en los resultados de primera vuelta); y la gente, después del bombardeo mediático que ya Santos tiene listo, puede darle un voto de castigo sencillamente para salir del mal camino en que la mayoría sentimos que recorremos.

 

Clara

Carlos Cruz, es independiente y votará por Clara López

1. Mi decisión de votar por Clara López se da por sentido común. Aquí no hay que romperse mucho los sesos para darse cuenta de que los partidos tradicionales no tienen nada para ofrecerles a los colombianos, ni siquiera unos candidatos serios y honestos.

Un análisis breve de cada uno de los candidatos en contienda me da certeza para mi voto. Oscar Iván Zuluaga fue puesto a dedo como candidato por Álvaro Uribe, en una convención manipulada; y como todo el mundo sabe, tiene la orden precisa de continuar el proyecto político uribista, que no es otro que la militarización del país, el boicot a cualquier intento de paz con las guerrillas y la entrega de nuestra soberanía económica.

Juan Manuel Santos, como presidente de Colombia, ha sido un continuista de ese programa uribista en lo fundamental, con excepción de las negociaciones de paz, único elemento que apuntala su reelección.

Marta Lucía Ramírez es otra candidata elegida en una convención conservadora manipulada. Su programa consiste en la aplicación de la receta uribista para la paz. Es decir, más de lo mismo. Y Enrique Peñalosa, otro candidato de la escuela de Uribe y de puro corte neoliberal, que se viste de verde como la iguana, solo para mimetizarse y ganar incautos.

2. Clara López es la única candidata que ha presentado un programa político y unas propuestas que recogen el verdadero sentir de los colombianos. No es uribista, ni Santista, ni ha formado parte de sus gobiernos. Es una persona honesta que no ha estado involucrada en los continuos escándalos de corrupción que han caracterizado a  los últimos gobiernos, ni ha sido partícipe de sus mediocres ejecutorias. Tiene una hoja de vida limpia y digna y tiene la autoridad moral para reclamar el respaldo de la mayoría de colombianos que han sido defraudados y traicionados por los dos últimos gobiernos. Por eso y mucho más, Clara López tiene la oportunidad de ganar el domingo.

3. En sana lógica, los colombianos deberían reaccionar al sainete grotesco de los últimos días entre Santos y Zuluaga, mejor dicho, Uribe. La primera vuelta se daría así: Zuluaga, que ya debiera estar detenido por andar chuzando al gobierno y saboteando el proceso de paz, quedaría por fuera de la contienda, repudiado por sus prácticas criminales.

Pasaría Santos con sus votos enmermelados y los votos de quienes creen que la paz es de Santos y las Farc, y no de todos los colombianos. Pero aun así, tendrá una imagen desprestigiada por su mal gobierno y, claro, por las cuentas de cobro sucias que le sacará Uribe en los próximos días. Como resultado, Clara López ganará el favor de una buena franja del voto de opinión y de muchos liberales y conservadores hastiados de la politiquería, la marrullería y el engaño de sus líderes. Con esto, Clara López pasará fortalecida a segunda vuelta.

En la segunda vuelta, a Santos no le quedará a favor sino la carta de la paz. Clara López ganará entonces con un programa fresco y renovador para una Colombia Justa y democrática. Lo contrario, sería un jaque mate al país.

 

Peñalosa

Fernando Luna, votará por Peñalosa

1. Votaré por Peñalosa porque ha sido uno de los mejores alcaldes que ha tenido Bogotá, por no decir que el mejor. Es un político serio y trabajador, que no participa en escándalos ni en maniobras sucias. Es una persona muy preparada que gobierna gerencialmente y no ideológicamente como hemos visto recientemente en Bogotá y en el país. Estoy convencido de que Enrique Peñalosa es la mejor opción porque no está metido en la corrupción, ni de derecha, ni de izquierda y lo que hizo en Bogotá seguramente también lo hará en Colombia, y hasta mucho mejor.

2. Creo que esta vez tenemos una gran oportunidad de ganar. La gente está cansada de los mismos con las mismas. El país está aburrido de tener un escándalo distinto cada semana. Yo creo que con ese espectáculo tan lamentable de la última semana, mucha gente ya comprendió que si vota por Santos o por Zuluaga, en Colombia solamente tendremos inestabilidad y estancamiento en los próximos cuatro años. Aunque Clara López me parece una candidata muy preparada, la gente no olvida que fue una de las principales defensoras de Samuel Moreno, un señor que casi acaba con Bogotá. Y Martha Lucía Ramírez no es realmente una opción; todos sabemos que es otra de las cartas de los políticos tradicionales.

Hay muchísimas personas en Colombia que no comulgan con la extrema derecha o la extrema izquierda, que son los que siempre se han impuesto. Los resultados son muy elocuentes. El país no ha podido despegar realmente, por esos conflictos ideológicos que no conducen a ninguna parte. Peñalosa es el único realmente diferente y en la encuesta diaria en las calles, nos damos cuenta de que tiene un gran favoritismo.

3. Yo creo que hay muchos colombianos de bien que han desistido de votar por Óscar Iván Zuluaga, debido a su comportamiento poco transparente. Esos colombianos están mirando ahora hacia Enrique Peñalosa. Lo mismo ha pasado con muchos indecisos, que seguramente están indignados por lo que ha ocurrido y saben que Peñalosa es una alternativa decente. Por eso estoy convencido de que Santos pasará a segunda vuelta, gracias a la mermelada, y Peñalosa lo acompañará, gracias al voto de opinión.

Como los uribistas no quedarán contentos con el resultado, los escándalos y las sacadas de trapitos al sol con Santos continuarán hasta la segunda vuelta. Peñalosa irá creciendo y finalmente será el nuevo presidente de Colombia. Nunca como ahora habíamos estado tan cerca de tener un mandatario honesto y eficiente.

 

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Germán Molano, votará en blanco

1. Votaré en blanco porque es el camino correcto para expresarme ante la falsa encrucijada que nos plantean estas elecciones. Aunque hay cinco candidatos, solo se nos presentan dos tendencias en disputa: continuar el conflicto armado o negociar la paz. Estoy profundamente convencido de que el camino es negociar la paz, pero también tengo la conciencia histórica de que quienes están impulsando esta negociación son los mayores causantes del conflicto en Colombia. El gobierno actual en su conjunto representa lo peor de todas las mañas políticas Enumerémoslas:

– Cero renovación política: por cada Santos, Gaviria, Pastrana, Lleras, López, etc., hay cientos de líderes políticos frescos listos para contribuir.
– Mediocridad enmascarada en protocolo y planteamientos de gobierno vacíos.

– Independencia: como el ejercicio político no es una labor barata, es excluyente. Los grandes intereses económicos terminan determinando la agenda del gobierno
– Falta de coherencia: el proceso de paz es necesario, pero hubiera sido más consistente haber realizado un «proceso de paz» paralelo, con el pueblo y sin la guerrilla
– Corrupción: es la cereza del pastel y el candado del sistema

En resumen: paz sí, Santos y su Unidad Nacional no. De otro lado, el discurso guerrerista no es opción, porque es de una miopía histórica gigante; además plantea un discurso mezquino a todo nivel.

2. Los recientes eventos de esta campaña han demostrado que lo de menos son las propuestas de gobierno. En estas elecciones no hubo un solo debate serio entre las tendencias mayoritarias en disputa. Además, se sumaron nuevas mañas a los males antiguos. En vez de mejorar la calidad de la política, está descendiendo peligrosamente y la ciudadanía, independiente de su filiación política, está tomando atenta nota de esto.

Aunque el voto en blanco no llegase a ganar, de tener un porcentaje importante, puede representar una tendencia mayoritaria y mandar un mensaje político contundente acerca de cómo no hacer política.

Aunque, en teoría, el Voto en Blanco no representa amenaza alguna para los candidatos en segunda vuelta, un escenario de Voto en Blanco mayoritario en esa etapa podría poner en aprietos al candidato ganador.

3. Recapitulemos la estrategia de Santos: con la Unidad Nacional: lo que no se puede con carisma y argumentos, se logra con dinero; con las opciones de tercería: divide y vencerás; con sus más abiertos contrincantes: todas las formas institucionales de lucha.

Santos no necesita cometer delitos para avasallar al Centro Democrático, solo tiene que poner el Estado a funcionar en cierta dirección y la inercia hace el resto.

¿Por qué Zuluaga va a perder? Primero, porque no es Uribe. Uribe sabe cómo configurar «Estados de Opinión» para sobrevivir a la coyuntura e inclusive salir venciendo; Zuluaga es tan solo un aprendiz. Zuluaga en términos políticos, resultó ser un inepto completo, el manejo que le dio a todo el escandalo de las chuzadas, desde la misma configuración del ilícito, fue errático y demostró que no está listo para gobernar. A eso hay que sumarle que los grandes medios le van a marcar la agenda y cada vez que tengan oportunidad le van arrostrar el escándalo. Y para rematar el cuadro, es muy posible que la justicia intervenga en su candidatura en algún momento de la segunda vuelta. Valga decir aunque estén perdidos, la derrota la van a vender cara.

Es posible que el voto en blanco vuelva a entrar en escena en segunda vuelta, porque por más fútbol, por más mermelada, por más miedo, por más que este cuasi-cantada la elección, hay una tendencia creciente de colombianos que no comulgan con Santos y su forma de gobernar.

Santos podría ganar con comodidad la segunda vuelta, si realmente logra encontrar el lenguage de conexion con el pueblo, por fuera de sus mañas políticas o trucos publicitarios. Pero siempre va a ser presa del vaivén de la opinión, así que se va mantener sudando frío hasta el final de las elecciones. En la segunda vuelta va a haber más mañas, más escándalos, más golpes de opinión, todo para mantener el péndulo en movimiento.

***

Man: ¿Y usted, Bat, por quién va a votar? ¿Qué le gusta más: mano firme, mermeladita, mamertismo, o extremo centro?

Bat: Ninguna de las anteriores, Man. Pareciera que muchos están sacando del juego a Óscar Iván Zuluaga, y mi percepción es que el uribismo (léase la derecha radical) se ha fortalecido hacia adentro con los escándalos de campaña. Los uribistas están eufóricos: encontraron una nueva cruzada para desfogar sus ansias «patrióticas». Votarán ardorosamente por el zorro el próximo domingo.

No creo ni que Clara, ni que Peñalosa hayan logrado los 20 puntos que les hacían falta para sobrepasar a los dos candidatos de punta. Y el voto en blanco será aún menor de lo que figuró en las últimas encuestas; el país está polarizado y, en esas condiciones, la gente tiende a sumarse a alguno de los “bandos”.

Santos y Zuluaga van a estar muy cerca en número de votos y será muy importante quién de los dos se lleve el triunfo en primera vuelta. Si Santos no gana en la primera, me parece que tampoco ganará en la segunda. Usted sabe que después de las elecciones, las fuerzas se reconfiguran y normalmente tienden a subirse en el bus que más les asegure la victoria. Por eso voy a votar por Santos. Un voto triste, muy, muy triste, pero útil. Como yo lo veo, es un voto por la paz.

Man: … Hummm… Eso me suena a que José Cuesta la convenció la semana pasada…

Bat: Para qué le digo que no, si sí… Y usted, Man, ¿por quién va a votar?

Man: ¿Yo? ¡Qué le pasa, Bat! ¡Yo no me presto para esas vagabunderías! ¡Yo sí tengo oficio!

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