PARTE DOS
(viene de la Primera cara al suicidio)
Todo suicidio tiene algo de tormenta perfecta. Coinciden en un día preciso, en un momento exacto, el pico de una tristeza invencible y una jornada laboral particularmente frustrante; la entrega decidida a su propia muerte y el silencio de una voz... Ver post completo.
Hay un runrún, un ruidito, un estruendo interior, una fiebre, un despertar, una pulsión, un movimiento telúrico. Es una fiebre en su sentido renovador, es la fiebre contagiosa que debería hacer casi imposible permanecer en estado de indiferencia.
Huertas pequeñas y grandes, proyectos para vivir... Ver post completo.
“Por último, no quiero que con este texto determines la obra, pues todo lo que te dije es totalmente contrario por lo que la creé”- Con esa frase cerró la entrevista. Desde entonces estoy bloqueado. Ya son cuatro semanas tirado en la desgracia de no atreverme a teclear una palabra en la pantalla.... Ver post completo.
A Dios le tiembla la mano
cuando firma
y por todas partes derrama tinta verde. Ver post completo.
Voy por ahí bendiciéndolo todo,
no importa si es el tendero de mirada torva
que me lanza con rencor las verduras
que esta noche, antes de cenar, bendeciré.
No importa si es el funcionario
que me anuncia para dentro de un año
lo que necesité ayer y
que regresa después a la interminable... Ver post completo.
A Sergio Cabrera y sus cuates,
donde los tenga
su camino[1].
¡Ahí tienen su hijueputa casa pintada":
mercachifles de política;
saltimbanquis del engaño;
arrodillados de oficio;
xenófilos irredentos.
Directores de escuelas sin niños;
constructores de calles... Ver post completo.
Las horas,
Suelen ser
Esplendores
Burbujas,
Misterios.
Aire que respiro,
un beso de novia perdida.
Los días cubren su vanidad
Con escamas de risa, ira o soledad.
El milagro está
en respirar sin los recuerdos.
En escuchar más... Ver post completo.
El cielo vomita cristales
por la ranura de una tarde herida de muerte.
Tiemblan campanas, pero
no puedo amar sus sonidos ni a su sacerdote.
Estoy herido,
porque no creo.
En una hoja de árbol coronado por días fértiles,
Veo el rostro de un dios
la fuerza de mi sangre
al... Ver post completo.
Una mañana más. Paterson se despierta sin sobresaltos y se entrega a sus rituales cotidianos. Nada fuera de lo común, aunque un aire de ensoñación domine la escena. En Paterson, la película, vemos a un tiempo nuestra más pedestre –y ruinosa– realidad como también los destellos de revelaciones... Ver post completo.
Un adiós que nunca se dijo,
el que la vida simula enseñar,
uno que con un abrazo se dice,
pero nunca se aprende a dar.
El mejor de tus hermanos nunca fui,
ni siquiera tu amigo aprendí a ser,
pero no es cruz que se carga con pena,
el peso es, cómo... Ver post completo.
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