El ojo de Aetos

Publicado el elcides olaznog

Elecciones 2015. La misma j…

Es lo que pienso; perdón por pensar…

Los colombianos eligen mañana a sus representantes en las gobernaciones, alcaldías, concejos, juntas administradoras locales pero, por supuesto, nada hace vislumbrar un verdadero cambio. Como decía mi abuela: la misma joda de siempre…

En Bogotá hay de todo menos esperanza. Pueden decirme que es esta una visión pesimista y negativa pero, por favor, díganmelo con argumentos en contra. Necesito un alma caritativa que me diga que con equis candidato Bogotá va a mejorar en movilidad, seguridad, vivienda, educación, desarrollo, en fin. Que con el candidato ye la corrupción va a reducirse a sus “justas proporciones”.

Analiza uno las torpes campañas y los archimamones debates y llega a una triste conclusión: los bogotanos estamos atrapados; no vemos salida por ningún lado. ¡Es más fácil entrar a la estación de TRANSANIMALENIO de la 100 en hora pico!

Si los cuatro “más opcionados” son todos de apellidos ilustres y rancia estirpe y todos pertenecen a la casta política tradicional, ¿qué cambio puede esperarse de ellos?

Veamos:

Francisco Santos: un  niño – señor que hace verdaderos esfuerzos por parecer simpático. Pero que no tiene pelo pa moño. Su jefe, el expresidente Álvaro Uribe lo respalda después de haberle dado la espalda cuando el Centro Democrático buscaba candidato a la presidencia para el período 2014 – 2018. Sus ocho años como fiel escudero del gobierno del Ubérrimo no fueron suficientes para ponerlo frente a frente con don Juan Manuel y terminó dándole este honor a don Osquítar Zuluaga, que a la postre fue víctima de los torcidos de Juanma cuando, en medio del desespero de las encuestas, formalizó alianzas macabras con tradicionales enemigos para ganar la reelección.

Pachito, pues, como hoy sábado lo dicen las encuestas, no será alcalde, al menos por ahora. Por fortuna su fortuna es inmensa y no le importará seguir desocupado como en los ocho años que duró de vicepresidente.

Clara López: una señora muy atildadita de las clases altas del país, que ha figurado siempre en cuadros de izquierda, es decir, en grupos diferentes al tradicional maridaje liberal – conservador. Uno se pregunta qué hubiera pasado si Clarita no se enamora de don Carlos Romero, el político izquierdista con el cual está casada. ¿Habría seguido el feliz destino que le trazaba el haber nacido en cuna de oro de la omnipotente familia López, dueños del poder político en Colombia durante muchas, muchas décadas?

En realidad, la López lo único que tiene de izquierda es el marido, que también estuvo involucrado con dineros del carrusel de la contratación de Bogotá. Lo que comprueba que la corrupción, lo mismo que el hambre, no tiene color político. Ella formó parte del pulcro gobierno del eminente Dr. Samuel Moreno Rojas, el hombre de la contratación pública que puso a Bogotá en condiciones de miseria. En su calidad de Secretaria de Gobierno Distrital, ¿puede decir que no vio nada, que todo fue a sus espaldas? ¿Alguien ha oído algún mea culpa de la candidata? Las encuestas le dan un honroso tercer lugar, lo que puede interpretarse como el fin del “izquierdismo” en Bogotá. Doña Clarita sí tiene moño pero no para gobernar un monstruo de más de ocho millones de habitantes y un número casi igual de problemas graves. Su vida política tampoco ahora está tan clarita.

Rafael Pardo: el candidato de la mermelada. Qué miedo. La cara poco afable del preferido del gobierno nacional da para pensar que tampoco será el alcalde. Lo que más le falta es aprender a sonreír. Pero loro viejo no aprende. Para ser un político serio no se debe tener una cara tan seria… Sin embargo, la hoja de vida de Rafita es muy interesante porque siempre ha estado en los grandes cargos del Estado. Su problema está en que la gente piensa, con mucha razón, que si llegara a ganar la alcaldía, el billete de Bogotá, su inmenso presupuesto de cuatro años iría a parar en gran porcentaje a la causa presidencial en su afán de conseguir la paz a cualquier precio.

Su segundo lugar en las encuestas habla de lo efectivo que es tener por el mango la sartén de la maquinaria. Porque el hombre, pa qué, de carisma no tiene un carajo. Pero el sistema es el sistema y Pardo es el consentido del Gobierno Nacional. Como perdedor, dudo mucho de que se vaya a constituir en oposición de Peñalosa. No. Él va a reclamar su jugosa cuota de poder y cogobernará, es decir, satisfará con creces a la tradicional clientela.

Enrique Peñalosa: del candidato ganador de las encuestas y virtual alcalde de Bogotá no hablo porque de pronto se me pierde la oportunidad (la última) de ser nombrado en un alto cargo distrital. Solo le deseo buena suerte con la gran prensa y con el Concejo Distrital de Alí Babá y sus cuarenta concejales. Para que dentro de cuatro años la decepción y el arrepentimiento de los que lo eligieron no vayan a ser mayores que los de quienes eligieron a Juan Manuel Santos.

Confío en que don Bolardo haga un mejor gobierno que el de los tres del Polo “democrático”, tarea, por supuesto, muy fácil. Para que se acabe la pesadilla de personajes que creen ser buenos gobernantes porque regalan comida con plata que no es de ellos. Ay hombe…

Colofón. Lo dicho: no hay esperanza. Seguro me preguntarán que entonces por quién; en este caso diré que lo peor de todo es ver que no hay un líder capaz de mejorar esta ciudad de caos con caracteres de catástrofe. Por esa razón voto en blanco. Es la ÚNICA manera de salvaguardar la escasa dignidad que nos deja esta clase dirigente voraz e insaciable, destructora y sinvergüenza. Y ya no invito a votar en blanco. El masoquismo y el meimportaunculismo de la gente son más grandes que toda intención de cambiar el rumbo de la política nacional. ¡Horror!

 

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