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Publicado el Banco Interamericano de Desarrollo

Hacia aguas transparentes

Este blog fue publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo en Volvamos a la fuente

Transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana en la gestión de los recursos hídricos

*Por Jacopo Gamba, Water Integrity Network

En un blog post la semana pasada, comentaba sobre la importancia de una buena gobernanza en el sector de agua (particularmente dado el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible), y los desafíos para afianzar mecanismos que aseguren que en estos procesos los ciudadanos participen de manera informada y constante. Siguiendo la discusión, hoy en día, teniendo en cuenta los recursos limitados, especialmente aquellos dirigidos a fomentar la buena gobernanza y la transparencia en el sector de agua y saneamiento, ¿qué se debería priorizar para garantizar una mejor gestión de los servicios de agua y saneamiento?

Organizaciones como la Red de Integridad del Agua, Water Integrity Network por su acrónimo en inglés, vienen predicando la importancia de mayores esfuerzos para un enfoque que permita incluir la integridad del agua como una prioridad estratégica de actores públicos y privados. Transparencia, rendición de cuentas, participación deben ser los pilares de toda política pública que involucra el manejo de recursos hídricos, y los marcos anti-corrupción tienen que tener espacio y definición para que sean aplicables directamente al sector del agua.

El panorama global sobre integridad en agua, WIGO por su acrónimo en inglés, es un estudio de Water Integrity Network que intenta dejar en la mesa algunas propuestas para responder a estas preguntas.

  • Fortalecer los mecanismos de control de los proyectos. Los proyectos hídricos son vulnerables a la corrupción y afectan tanto al entorno humano como al medioambiente natural. El ejercicio meticuloso y transparente del diseño, la planificación y la implementación, y una evaluación crítica del uso de recursos y los resultados obtenidos, son esenciales para garantizar la sostenibilidad y la efectividad. Los procesos participativos y la transparencia son de particular importancia en los procedimientos complejos que anteceden a la construcción de infraestructura a gran escala.
  • Entablar una relación eficaz con los actores interesados para asegurar una implementación justa y sostenible de los proyectos. Los gobiernos y las instituciones deberían trabajar con el sector privado, los donantes y la sociedad civil para crear mecanismos sostenibles de financiamiento que posibiliten la participación, y desarrollar las capacidades que permitan a los actores interesados comprender, monitorear y mejorar la contratación pública. Informar e involucrar al público en la supervisión del desarrollo, la adjudicación, la ejecución, el cumplimiento y la conclusión de contratos públicos son medios eficaces para evitar la discriminación y lograr imparcialidad, rendición de cuentas y verificabilidad. Es importante que los comités y asociaciones de usuarios de agua reciban apoyo y reconocimiento de las autoridades, y sean incluidos en los procesos de toma de decisiones desde un primer momento.
  • Posibilitar y fomentar el monitoreo independiente por parte de los medios de comunicación, las instituciones no gubernamentales y la sociedad civil. El monitoreo independiente permite revelar o prevenir casos de información tendenciosa, poco clara o censurada. Ayuda a los actores del sector a mitigar las prácticas ilícitas y decisiones antiéticas, incrementando las posibilidades de que éstas queden expuestas. Las actividades de monitoreo deben contar con la participación de los actores interesados en los niveles más adecuados y relevantes (local, nacional, cuenca, regional, etc.). Es precisamente el diálogo y la réplica entre distintas organizaciones y sus respectivas series de datos lo que permitirá abordar la corrupción y brindar servicios de agua de calidad, respetando los más altos niveles de integridad.

La experiencia regional demuestra que muchas son las oportunidades para acercar ciudadanos e instituciones, privadas y públicas, que están encargadas de brindar servicios de calidad. Los estados también deberían participar para garantizar capacitación en la gestión de información técnica del sector dirigida a los líderes sociales y comunitarios, con el fin de mejorar la articulación entre acciones de control social sobre la prestación del servicio y la garantía del derecho humano al agua. Las organizaciones de la sociedad civil deben buscar socios sólidos e interlocutores serios entre las organizaciones internacionales y las entidades multilaterales para que la capacitación sea soportada por un seguimiento a las demandas ciudadanas.

Las iniciativas de protección de cuencas, como los Fondos de agua, son un excelente ejemplo de alianzas público-privadas donde se pueden implementar mecanismos de participación y rendición de cuentas activa a la ciudadanía que garanticen un alto nivel de efectividad y una mayor seguridad de las inversiones en agua. Es en estos espacios, y en el marco de estas iniciativas, que se pueden promover avances reales en la controlaría social, donde la ciudadanía se siente parte de la gestión y puede velar por una gestión transparente e integra de los recursos hídricos.

*Jacopo Gamba es coordinador regional para América Latina, además de encargado de monitoreo, evaluación y conocimiento en WIN. 

La primera parte de la discusión fue publicada la semana pasada.

Más información: El panorama global sobre integridad en agua

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