VIDA PERRA

Publicado el Henry Salazar

Buen ciudadano canino

Buen ciudadano canino

La prueba que evalúa y certifica a los perros en situaciones simuladas de la vida cotidiana se denomina Canine Good Citizen CGC o Buen Ciudadano Canino BCC, según se prefiera. La valoración de comportamiento de los aspirantes a esta clase de certificación sucede en una entorno no competitivo y de total relajación.

El propósito de esta prueba es asegurar que los perros sean miembros respetados de sus comunidades y que han sido adecuadamente entrenados para comportarse de buena manera en sus casas, lugares públicos y en presencia de otros perros.

Los perros que superan esta evaluación son considerados miembros confiables de la familia y de la comunidad a la que pertenecen. Y dependiendo de la institución que los califique recibirán un certificado que acredita sus habilidades.

Es una prueba abierta a la participación de todos los perros tanto mestizos como de raza, cachorros o adultos, hembras o machos, en tanto su condición de salud les permita completarla. Tampoco requiere de certificados particulares que den cuenta del tipo de entrenamiento que recibieron o del lugar donde esta preparación fue realizada. Solo se exige la presentación de los certificados de vacunas vigentes.

Cada perro debe cumplir con estos requisitos:

1. Acercamiento de un extraño.

Esta prueba evalúa si el perro permite la aproximación de un extraño que pretende hablar con el guía en una situación cotidiana. El evaluador y el guía estrechan sus manos e intercambian algunas palabras. El perro no debe mostrar ningún signo de temor o rechazo y debe mantener su posición sin abalanzarse sobre el evaluador.

2. Sentarse cortésmente para que lo acaricien.

Así se demuestra si el perro permite que un extraño se acerque para acariciarlo mientras se encuentra junto a su guía. El perro debe permanecer en su lugar y aceptar las caricias.

3. Apariencia y aseo.

Esto permitirá ver si el perro acepta de buena manera ser examinado o aseado por un extraño como podría ser su veterinario o su peluquero. También demostrará el cuidado y el sentido de responsabilidad por parte de su guía. El evaluador revisará al perro, lo peinará o cepillará y examinará las orejas y cada una de sus patas.

4. Dar un paseo.

Es importante que el paseo ocurra con la correa floja. El perro puede caminar a derecha o izquierda del guía. Deben realizar al menos un giro a la izquierda, otro a la derecha y una inversión de marcha con al menos una parada durante el recorrido y al final del mismo. No se exige que el perro vaya perfectamente alineado a su guía ni debe sentarse cada vez que se detenga.

5. Caminar a través de una multitud.

Sirve para demostrar que el perro puede caminar en medio de la gente y bajo control en los espacios públicos. Guía y perro deben pasar alrededor y a través de un grupo de al menos tres personas. El perro puede mostrar interés en los integrantes del grupo sin demostraciones de miedo o rechazo. El guía puede alentar y alabar a su perro durante el recorrido. La correa debe mantenerse floja.

6. Sentarse y echarse bajo una orden. Permanecer en el lugar.

Esta prueba demuestra que el perro ha recibido entrenamiento y responderá a las indicaciones. El guía le ordena al perro sentarse y luego echarse. Puede hacer uso de un período de tiempo razonable y puede dar más de un comando para indicarle al perro lo que debe hacer. A la indicación del evaluador, el guía dará la orden de permanecer en el lugar, echado o sentado, y caminará en línea recta aproximadamente 3 metros. El perro debe mantenerse en el lugar pero le es permitido cambiar de posición.

7. Responder al llamado.

Demuestra que el perro irá a donde su guía cuando lo llame. Este se alejará aproximadamente 2 metros y luego llamará al perro. Puede alentarlo para que se acerque.

8. Reacción ante la presencia de otro perro.

Esta parte de la prueba permitirá establecer si el perro se puede comportar de buena manera ante otro perro. En este caso, dos guías con sus perros se acercan desde una distancia de 8 a 10 metros, se detienen, estrechan sus manos, se saludan y luego continúan su camino por 4 o 5 metros más. Los perros no deben mostrar más que un interés casual entre sí.

9. Reacción ante las distracciones.

Esta prueba permitirá observar las reacciones de un perro ante situaciones comunes de distracción como la caida repentina de un objeto o el paso de un corredor cerca de él. Debe mostrar un interés natural, curiosidad o sorpresa, pero evitar el pánico, tratar de huir o mostrar agresividad.

10. Separación supervisada.

Esta prueba sirve para determinar si el perro puede quedarse con una persona de confianza, si es necesario, y aún puede mantener su entrenamiento y buenas maneras. El evaluador le preguntará al guía si quiere que vigile al perro por un momento y luego tomará la correa. El guía saldrá de la vista del perro durante 3 minutos. El perro no debe permanecer en la misma posición ni ladrar continuamente. Su nivel de agitación debe ser bajo sin muestras excesivas de nerviosismo.

La evaluación del Buen ciudadano canino sirve tanto para el perro como para el guía. Los criterios pueden variar según la organización que lo certifique y el lugar donde se desarrolle cada prueba, pero en esencia los requerimientos tienden a ser los mismos en diferentes países del mundo. Además de esto, sirve como un patrón de calificación de los servicios de un educador o adiestrador canino.

Todo el trabajo para alcanzar una certificación de esta naturaleza demuestra el compromiso profesional y el grado de responsabilidad tanto de los dueños de los perros como de los especialistas en formación canina para que en la sociedad se multiplique la idea de la tenencia responsable.

@VidaPerraBlog

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