Escribe Gabriel Hernández:
La guerra es consecuencia de la injusticia, sea cual sea. En nuestro caso
de la injusticia social producto de la corrupción. Quienes pretenden alcanzar la paz sin resolver los problemas de
inequidad, abandono y discriminación están generando el fortalecimiento
de la guerra y peor aún si se utilizan los recursos que deberían ser
utilizados en los estratos más bajos comprando apoyos de los corruptos
para firmar una paz predestinada al fracaso por ignominiosa. Mientras no
se solucionen los problemas generadores de la guerra, la miseria y el
hambre, cualquier acción es falsa y tiene otros propósitos particulares
ajenos a la verdadera solución del conflicto . Los corruptos para engañar a
la población venden ideas falsas con publicidad alienante como: “sólo con
impunidad se logra la paz”. Es tanto como creer que sin justicia para las
víctimas se logra la paz. “Perdonemos”, es otro elemento religioso para
engañar a la población y someterlo de por vida a la indignidad de ser
burlado en su derecho humano de exigir una JUSTICIA JUSTA.