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Publicado el Alberto Donadio

Compre. Libros. Baratos.

Compre. Libros. Baratos.

Por Alberto Donadio

Hace unos días presencié en Neiva un espectáculo extraordinario. En la primera feria del libro celebrada allí, organizada por la Corporación Unificada Nacional CUN, la Cámara de Comercio, el Comité de Cafeteros del Huila, la alcaldía y la gobernación, del 1 al 3 de diciembre, la gente salía cargada de libros.

¿Los estaban regalando? Casi. Todos los libros valían 5 mil, 10 mil, 15 mil o máximo 20 mil pesos.

En la mayoría de ferias del libro hay siempre gran concurrencia de visitantes pero son visitantes que se quedan con las ganas de comprar libros, porque los precios casi todos superiores a los 40 mil pesos, hacen que la gente no pueda comprar.

En Neiva solamente había un expositor, Dislectura, una empresa que compra saldos a las editoriales y los revende a bajo precio.

En Neiva pasaban por las mesas viejos, niños, jóvenes, familias. Todos compraban. Los libros estaban al alcance de su bolsillo. Hasta uno de los vigilantes del Recinto Ferial La Vorágine, donde se celebró la feria, compró por 20 mil pesos un libro de gran formato sobre un grupo de rock. Fue tal la concurrencia que se hizo necesario ampliar la feria medio día más. Los lectores lo reclamaban.

Dislectura ofrece libros nuevos, sin uso, de las grandes editoriales nacionales y extranjeras que publican en español, pero no ofrece novedades editoriales. Se especializa en libros que las editoriales sacan de catálogo.

«También traemos libros de Perú, México, España, Miami», dice Pedro Gualteros, gerente de Dislectura. «En Miami compramos libros a 10 centavos, a 40 centavos de dólar, a un dólar. Compramos volumen».

«La gente sí quiere leer, en Dislectura encuentra la calidad y encuentra los precios», expresa Ligia Herrera, administradora de la empresa. «La gente no cree que el libro esté a ese costo».

«La gente va a comprar un libro y sale con una brazada de libros», según Gualteros. Hay otras empresas que adquieren saldos de las editoriales, pero luego los revenden al precio de librería.

Dislectura solamente tiene cuatro precios para los 5.000 títulos que guarda en bodega: 5, 10, 15 y 20 mil pesos.

No ofrece libros jurídicos ni libros sobre sistemas o computadores, que se desactualizan muy rápidamente.

Entre los libros que más vende Dislectura están:

– Capitalismo y cambio climático de Naomi Klein, por 10 mil pesos. La misma edición vale 60.000 en librerías.

– La biografía de Gabo por Dasso Saldívar que se vende a 20 mil pesos frente al valor original de 60 mil.

– Nuestra guerra ajena, 20 mil pesos contra el doble en librerías.

También tienen mucha venta Opio en las nubes de Rafael Chaparro Madiedo y Babilonia, así como la Urbanidad de Carreño, que se vende en una edición propia de Dislectura, y Cien lecciones de historia sagrada.

Dislectura empezó hace 25 años en una oficina de 7 metros cuadrados, con textos escolares y enciclopedias, sus vendedores los ofrecían en los buses urbanos de Bogotá. Luego vendían casetes y CD de música. Por la caída de estos productos incursionaron en los libros.

Este año Dislectura realizó el primer outlet de libros en Corferias en Bogotá el 30 y 31 de julio, alquilando un pabellón. El evento fue un éxito. Cada veinte minutos ingresaban 500 personas, que pagaban 3.000 pesos por la entrada. Dislectura hizo publicidad en redes sociales, en volantes, en televisión, en radio. Los noticieros hablaron del evento.

Las filas para pagar libros duraban una hora. Los niños estaban tirados en el piso leyendo mientras hacían la fila. Había 15 cajas para pagar pero colapsaron por la afluencia de gente. Solamente pudieron ingresar 10.000 personas porque hubo que cerrar la taquilla. La gente lloraba por no poder entrar. Se vendieron 500.000 libros. El general Palomino estuvo y compró dos cajas de libros. Es lo que cuentan los directivos de Dislectura.

Dislectura inició las ferias itinerantes de libros. En octubre realizó una en Tunja. Vinieron siete buses de pueblos cercanos. Había niños que llevaban 5.000 pesos en monedas para comprar un libro. La entrada para niños valía 1.000 pesos. Fue lleno total.

Después de Tunja Dislectura llevó el outlet de libros a Neiva, ahora sigue Ibagué. La intención es llevar el outlet a ciudades donde no hay muchas librerías.

«Somos la librería más económica del país», dice Pedro Gualteros.

Yo también compré libros en el outlet de Neiva. Varios ejemplares de Frechette se confiesa, de Gerardo Reyes, que apareció el año pasado. A 10.000 pesos. Los regalé a amigos pues ya lo había leído.

Igual con Leer para vivir, memorias de un librero, de Felipe Ossa, que apareció en 2006. Cinco mil pesos. Me quedé con un libro de Curzio Malaparte, Diario de un Extranjero en París, que Tusquets publicó en 2014. Y con Donde el corazón te lleve, de la escritora italiana Susanna Tamaro, publicado originalmente en 1994 y que ha vendido 15 millones de ejemplares en todo el mundo.

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