Tatiana Alvarez, relacionista pública y estudiante de periodismo describe a la región del amazonas como una mujer temperamental que te cautiva y te envuelve. Por ello hace más de un año dejó su vida en Bogotá y por amor decidió irse a vivir a Leticia, la capital del departamento del amazonas. Capital cuyo casco urbano se levanta a la orilla de uno de los innumerables brazos del río más caudaloso del mundo.
Como la historia de Tatiana, existen cientos de muchas otras historias de personas que se enamoraron de los contrastes de esta mítica tierra que día a día se vuelve más atractiva para los visitantes nacionales y extranjeros. Por ello desde la gobernación departamental en cabeza de la secretaria de turismo y cultura, Magda Pineda García, se han creado diversas estrategias para potencializar la llegada de nuevos visitantes.
Es así como del 21 al 24 de noviembre de este año, se llevó a cabo una nueva versión del Pirarucú de Oro, un festival de música popular amazonense que pretende dar a conocer los nuevos talentos regionales y fronterizos. El cual contó con diversas categorías como la infantil y juvenil, en donde muchos de los artistas partícipes se presentaron por primera vez ante el público del parque Orellana en pleno centro de Leticia. En el marco de la vigésima novena versión del festival también se realizaron talleres de puesta en escena, técnica vocal y composición; en donde maestros de la región pudieron interactuar con la comunidad. Así mismo se dio lugar una feria gastronómica y artesanal con muestras del talento local y de los países limitantes de esta región, Perú y Brasil.
Son muchos los planes que se pueden realizar en la zona y los hay para todos los presupuestos. Una de ellas es la “ruta del pirarucú”, en la cual por un día puedes disfrutar de la magia de la selva, animales y por supuesto de su río. Para tomarla es importante el uso de bloqueador, repelente y de botas o zapatos cerrados. Sumando lo anterior con llevar buena hidratación, es suficiente para vivir una aventura cautivadora.
La ruta comienza por la mañana en el puerto de Leticia donde se hacen los registros respectivos, se toma una lancha cerrada río abajo y después de unos minutos de viaje; se puede visualizar la famosa triple frontera donde confluye Brasil, Perú y Colombia. La ruta continúa su paso para darle espacio a la visita de diversas comunidades indígenas.
Una de las destacadas es la comunidad de “Nazareth”, en ella tienes la oportunidad de comprar artesanías a un precio muy bajo y también observar su proceso de elaboración. El cual es realizado a mano por las mujeres de la localidad usando la misma técnica usada por sus antepasados. En el centro de este pequeño poblado se levanta una gran maloka, lugar donde se realizan reuniones y fiestas especiales de los nativos. Un lugar para sacar excelentes fotografías.
Otra comunidad destacada en la ruta es la de “Mocagua”, la cual seguramente de visitarla, te tocará el corazón. Compuesta por aproximadamente 800 persona, entre ellos ex cazadores que hace treinta años dejaron las actividades de caza para dedicarse a la protección de animales en estado de vulnerabilidad; en su mayoría monos que han sido raptados o han sufrido de accidentes y que necesitan de un cuidado especial. Hoy en día generan sus ingresos gracias al ecoturismo de baja oferta, con un costo para los visitantes de cinco mil pesos. Quienes pueden interactuar con los animales, visitar las casas de los nativos y así mismo avistar la flora exuberante del lugar; entre ella la victoria regia, flor acuática insignia del amazonas.
En esta travesía por el río es infaltable la visita al municipio de Puerto Nariño, un pueblo que se levanta en plena rivera amazónica y que cuenta con el restaurante “Las margaritas”. Este es un sitio de comida típica de la región en donde puedes deleitarte con el popular Pirarucú, el pez insignia de la zona y por el cual lleva por nombre esta ruta. Y que aquí es servido con una suculenta sopa, patacones, ensalada y limonada.
Y antes de regresar a Leticia, para finalizar el día de navegación de esta increíble ruta por el río Amazonas, muy cerca de Puerto Nariño y en pleno río, finalizando la tarde se puede hacer el avistamiento de los famosos delfines rosados.
Ya entrada la noche se puede aprovechar la alucinante oferta hotelera de la zona. Uno de estos lugares por resaltar es el “Hotel Cabaña Flotante La Kurupira”, un hotel tipo boutique, compuesto por una hermosa casa de madera flotante de dos pisos. El cual cuenta con su propio restaurante y zonas de descansos con muchas hamacas en la primera planta. Y en la segunda con dos zonas habitacionales. Paralelo a la casa principal, unida por un puente, se encuentra otra de una planta donde se ubica la suit del hotel. Todas las zonas del lugar cuentan con los servicios de agua todo el día, luz de 6 a 9 pm y un teléfono que permite la comunicación con el mundo exterior. Dado que no hay señal de celular, La Kurupira es perfecta para desconectarse del mundo y palpar el amazonas de cerca.
Son incontables los lugares y las actividades por realizar en Leticia y sus alrededores, por ello “La ruta del Pirarucú”, sólo es un abrebocas para todo lo que puedes descubrir en esta tierra de atardeceres espectaculares y que tiene las puertas abiertas para todos. Es importante saber que la capital del departamento del Amazonas cuenta con su propio aeropuerto, en donde operan importantes aerolíneas nacionales e internacionales y un puerto fluvial que conecta con Brasil y Perú. Por ello no lo pienses más.
¿Qué esperas para conocer esta tierra de ensueño?
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