Tejiendo Naufragios

Publicado el Diego Niño

Servicio Militar

Pertenecí al quinto contingente de 1996 y fui objeto de torturas.

Fui reclutado siendo menor de edad. Y no era el único. Diría que el 70% de mis compañeros tenían menos de dieciocho años. Incluso tuve un compañero de quince años.

Pero ser reclutado a los diecisiete años no es el único delito.

Al final de enero de 1997 debíamos pasar por una serie de pruebas que resumían la instrucción que habíamos recibido. En la madrugada nos obligaron a orinar la zanja por la que nos arrastramos horas después. Nos metieron de cabeza entre los orines hasta que estábamos al borde de la asfixia. Después cumplíamos una serie de tareas que terminaban en una arboleda en la que nos golpeaban una docena de soldados. No me fue tan mal porque uno de ellos era compañero de alojamiento: se abalanzó sobre mi cuerpo para evitar que fuera peor la paliza. Pero otros soldados no tuvieron la misma suerte: los golpearon hasta que perdieron el conocimiento.

Días después nos obligaron a meter el dedo en una plasta de mierda y meterlo a la boca. Les daban tablazos a quienes rehusaban seguir la orden. La paliza era de tal magnitud que la mayoría prefirió seguir las órdenes.

Lo primero que pienso es que esa era la lógica de la guerra. Sin duda son prácticas punibles pero entendibles si se piensan en un contexto de confrontación bélica. Insisto: son entendibles pero no justificables ni legales. Los oficiales y suboficiales asumían que el soldado resistiría más las torturas si se martirizaba en la instrucción (“más sudor en el entrenamiento, menos sangre en la batalla”, era el lema que estaba escrito en las paredes de los alojamientos). Todos entendíamos que la guerra no es un juego y sabíamos que nos torturarían si éramos capturados por el enemigo.

Creo que el objetivo de los colombianos no debería ser (exclusivamente) el de humanizar la guerra sino acabarla. Si no hay adversarios que torturen, ¿para qué torturar en el entrenamiento? Si no hay guerra, ¿para qué reclutar jóvenes en ciudades y campesinos en los campos? Lo triste es que quieren perpetuar la guerra no prestaron servicio militar (todos los soldados éramos de estrato uno, dos y tres), no sufren el impacto de la confrontación (la mayoría son habitantes de ciudades capitales) y hacen política con los soldados heridos y asesinados.

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