Tejiendo Naufragios

Publicado el Diego Niño

Las cifras de la muerte

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Pensemos la guerra desde las cifras.

Según el portal NationMaster.com, las Fuerzas Armadas colombianas contaban con 152.000 efectivos en el año 2.000. Ese año Álvaro Uribe Vélez fue elegido por los colombianos como Presidente de la República, gracias a su promesa de acabar con la guerrilla. El aumento del pie de fuerza estuvo entre las medidas que tomó para cumplir con ese punto de su programa del gobierno. Así pues, para el 2012 Colombia contaba 450.000 los miembros activos.

Naturalmente que la triplicación del número de efectivos, implicó costos adicionales: el rubro destinado a gasto militar ascendió de $11.003 miles de millones de pesos en el 2002, a $26.000 miles de millones de pesos en el 2013.

Ahora, dado que estos recursos salieron de nuestros bolsillos, deberíamos preguntarnos: ¿fue necesario ese aumento?

En palabras del ministro Pinzón, las Farc tenían 20.000 combatientes en el año 2.000. Gracias a la política de Seguridad Democrática, en el 2012 había 8.147 guerrilleros. Llama entonces la atención que fueron necesarios 298.000 nuevos militares para ultimar 11.853 guerrilleros (25 militares por cada combatiente dado de baja).

En dinero significó que en promedio fueron necesarios $203.500 miles de millones de pesos para dar de baja a 11.853 guerrilleros. Es decir, en once años fueron necesarios cerca de 107.000 millones de dólares.

Si este número no le dice nada, le cuento que ese es el dinero que recibe Venezuela anualmente por la venta de su petróleo o la cantidad que invertirá China este año para construir 6.600 kilómetros de vías férreas.

Si le causan problemas las cifras globales, piense que se necesitaron 8.44 millones de dólares por la baja de cada guerrillero. Puede que esa cifra no le diga mucho si se da en dólares. Pero si tomamos la tasa del dólar ($1883,76), tenemos que la baja de cada guerrillero le costó a los colombianos $15.898’934.400 pesos.

Para hacerse una idea, ese es aproximadamente el monto que destinó Colciencias para la asesoría de 80 empresas que demostraron tener los mejores proyectos de innovación, en el marco del programa “La Locomotora de Innovación llega a las empresas”. O más o menos la cantidad que invirtió el Ministerio de Agricultura para implementar el Programa de Coberturas Cambiarías que beneficiará a 250 agroexportadores.

En consecuencia, el Estado Colombiano, con dinero de los impuestos (es decir, con su dinero y el mío), gastó $15.898’934.400 pesos para asesinar a un hombre, que por más que viva en las montañas, y por más sucio y armado que esté, no deja de ser colombiano.

O, si se quiere insistir con la cifra global, el Estado Colombiano, para dar de baja a 11.853 guerrilleros, gastó el mismo dinero que recibe Venezuela anualmente por concepto de la venta de petróleo.

Ahora bien, si se mantuvieran esas cantidades, se necesitarán cerca de $130.490.499’000.000 pesos para dar de baja a los guerrilleros restantes (una cantidad cercana a la que recaudó España en el 2012 por el aumento de impuestos y recortes fiscales).

En este punto, sólo quedan preguntas: ¿la Nación está en capacidad de asumir un gasto de esa envergadura? ¿Es proporcionalmente mayor el beneficio que el costo? ¿Es razonable que el gobierno haya destinado 107.000 millones de dólares para asesinarnos entre nosotros?

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