Solteras DeBotas

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Yo no pido flores

Girl with Flower and music

“Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos de pie” Emily Dickinson

Una amiga cercana se empezó a quejar porque en la empresa donde trabaja, no van a llevar a las chicas al tradicional almuerzo del 8 de marzo, pues los de Recursos Humanos se hicieron los locos y les argumentaron que por temas “prácticos” realizarán en mayo una actividad mix que combina el día de la mujer, el día de la secretaria y el día de la madre. Otra amiga me contó que uno de sus exnovios era un tipo bastante ingrato y que ella siempre recuerda con amargura aquel fatídico 8 de marzo de hace dos años en donde el tipo ni se dignó a decirle “feliz día”, ni le dio una rosa y mucho menos le mandó la tarjeta color lila con el mensaje de “Mujer eres el ser más sublime que Dios pudo crear”…Y yo, luego de reírme un rato y bostezar varias veces por escuchar semejantes historias, concluí que esta fecha se terminó convirtiendo en muchas cosas banales menos en lo que realmente debería ser, porque hoy no es un día de celebración sino la conmemoración histórica de la lucha por nuestros derechos.

Algunos amigos me tildan de intensa y exagerada cuando toco el tema, me argumentan que el mundo está cada vez mejor para nosotras. Entonces me muestran el meme de aquellas viejas sentadas en un bus, que se hacen las de la vista gorda para no darle el puesto al señor que lleva a un niño en brazos. También me dicen que deje la cantaleta, que me mire a mí misma, que soy estudiada, libre, verraca y que tengo todas las condiciones para desarrollarme. Que ese cuentico del feminismo ya está obsoleto, pues ahora es mejor hablar de igualdad… entonces yo respiro profundamente y les pregunto que dónde carajos está la dichosa igualdad, cuando son asesinadas dos turistas en Ecuador y el maravilloso comentario de algunas personas fue que ellas se lo buscaron por viajar solas, como si las mujeres tuvieran que estar siempre acompañadas de un hombre que las proteja… de los otros hombres.

Dónde está la igualdad en aquellas culturas en las que nacer con vagina es considerado una desgracia, en las que está permitido el matrimonio con niñas y es normal que los esposos las golpeen porque las consideran de su propiedad, donde ellas tienen que cubrirse de pies a cabeza como si fueran tiendas de campaña, y a esto súmenle que deben bajar la cabeza cuando le hablen a un tipo y caminar unos pasos detrás de este. Dónde está la igualdad en África, partes de Asia y en algunos lugares de Colombia donde todavía se practica la mutilación genital femenina, una costumbre terrible que pone en riesgo la vida de muchas infantes y que es una manera dolorosa de negarles el posterior disfrute del placer sexual.

Por eso en este día no pido flores, ni cupcakes o mensajes cursis en papeles de tonos pasteles, porque no me tengo que ir tan lejos para mostrar lo cotidiano de la inequidad, si nada más en mi oficina, llega uno que otro cliente pidiendo ser atendido por un vendedor masculino con el argumento gastado que las mujeres no saben de construcción. También conozco de los agarrones que tiene una amiga con su esposo en el divino penthouse de estrato 6, cuando éste llega como el rey de la casa y exige que ella lo atienda de manera complaciente cual stepfords wife, que además se encargue de administrar el hogar y que eduque a los niños, a pesar de que ella también llega mamada del trabajo. ¿Donde quedó la repartición de tareas?

riveter

Yo no pido flores, pido tomar la iniciativa y seducir sin que sea cuestionada mi reputación, sin etiquetas de promiscua y sin magnificar el número de mis polvos pasados. Gracias a mi blog, algunas personas me tildan de irreverente o de políticamente incorrecta, otros me juzgan y no me bajan de perra o me envían mensajes diciéndome que me voy a condenar en el infierno. Aunque a mí me importa un rábano lo que me digan, no debería ser extraordinario, morboso y mucho menos polémico que una fémina decida hablar o escribir sobre sexo, tendría que ser algo de lo más de normal, ya que la sexualidad es una parte fundamental de todo ser humano.

En este día y todos los días, yo no pido flores, pido que se acabe el acoso social y que el estatus de una mujer no dependa de su estado civil, como si valiera más cuando tiene marido que cuando está soltera. Yo no pido flores, pido que la mujer pueda decidir sobre su cuerpo, que sea libre de escoger si quiere ser madre, si quiere ser tía o llenarse de gatos. Yo no pido flores, pido caminar y viajar tranquila sin miedo a ir a ciertos lugares, porque voy sola.

Yo no pido flores, pido que no nos tiremos tan duro entre nosotras, que no pensemos todo el tiempo que las otras nos quieren quitar el marido, el trabajo y las amigas, pues la competencia ridícula no ha permitido que seamos más fuertes. Yo no pido flores, pido expresarme con libertad acerca de mis derechos sin que me etiqueten de feminazi o resentida, exigir respeto no es sinónimo de odiar a los hombres. Yo quiero a mi prospecto, hermanos, papá, amigos y sobrinos, así que no pongan en mi boca palabras rencorosas que jamás he lanzado.

Yo no pido flores, pido que los padres y madres les inculquen a los varoncitos el cariño hacia las mujeres y que así mismo le muestren a las niñas otro camino diferente al de ser princesas desvalidas. Yo no pido flores, pido que las mismas mujeres se sientan orgullosas de ser mujeres y que muestren agradecimiento hacia aquellas pioneras que alguna vez alzaron la voz para que pudiéramos votar, estudiar y tener control sobre nuestro cuerpo, entre otros detallitos que hoy disfrutamos y que muchas que vivieron antes de nosotras no alcanzaron a probar.

Yo no pido flores, pido que cada vez que hable sobre la violencia de género, no me vengan con el cuento, “a los hombres también les pegan”… y si, también existe la explotación infantil, el racismo, la homofobia, la xenofobia, el maltrato animal y demás casos injustos en el planeta tierra, pero sucede que me identifico con una lucha en particular, tal como lo hace cada uno de ustedes, y esto no significa que rechace o niegue las otras situaciones y mucho menos que no acepte que hay féminas que nos hacen quedar bastante mal…así que por favor dejen la pendejada!

En conclusión, me da lo mismo si hoy me invitan a cenar al sitio de moda o si en la oficina contratan a un mariachi para que toque la canción mujeres divinas de Vicente Fernández. Si bien, es bonito recibir detalles y no hay que ser desagradecido o maleducado con quien nos realiza una atención, llámense jefes, amigos, novio, familia y etc., es significativo aclarar cuál es el verdadero contexto de esta fecha y que ojalá no pase desapercibida para ninguna de nosotras, sin la respectiva reflexión y acción que va más allá de esperar un chocolate o una rosa.

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Imágenes: Retro vintage de Artfire, Ilustración SDB por Onihachi

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