Hace algún tiempo conocí a un tipo encantador, que alborotó las maripositas que habitaban en mi estómago, fue tan grande el estado de sandez que hasta sentí que mis pies se elevaban del suelo y volaba muy pero muy alto, llegando tan arriba que alcancé a tocar las estrellas… Desde luego que me desperté y tenía la cara pegada al pavimento, con un dolor de cabeza impresionante por el severo totazo que me di, porque aterricé, mejor dicho me estrellé al darme cuenta que de eso tan bueno no dan tanto.
Luego de reponerme de aquel encuentro desafortunado, me empezó el dilema cuasi-existencial en donde me preguntaba si no fui muy ilusa, al sobrevalorar al susodicho o si por el contrario él se mostró tan maravillosamente galante que me hizo creer que la perfección existía.
En cierto modo, todos queremos causar la mejor impresión cuando conocemos a alguien y al principio toda escoba nueva siempre barre bien, pero sucederá que tarde que temprano aparecerán esos pequeños detalles que nos desenamoran, que en algunos casos podemos tolerar y en otros saldremos corriendo.
Lo cierto es que nadie está exento de pelar el cobre, ni hombres ni mujeres tenemos corona pero si, un tupido rabo de paja y para embarrarla no se necesita mucho, simplemente mostrar las verdaderas intenciones:
Interés cuanto vales
A muchas mujeres nos aterran los tipos que se juran la versión colombiana de Donald Trump (Con peluquín extraño y todo) que piensan que el dinero todo lo puede comprar y enumeran su larga lista de propiedades reales o imaginarias que incluyen mansiones, fincas, hoteles y automóviles. Así mismo, a los hombres les espanta una vieja que resulte siendo una trepadora, que está más pendiente del tamaño de la billetera que del tamaño de los sentimientos.
I’m sexy and I know it
No es una leyenda urbana, esos sujetos existen y son aquellos que levantan la ceja izquierda, colocando esa mirada de “Chayanne Emilio” y hasta de noche se ponen gafas oscuras pues están convencidos que son de lo más seductor. También están las versiones humanas de la Barbie y conozco el caso de un amigo que estaba fascinado con una esplendorosa muñequita, pero el encanto se acabó cuando la vieja apareció en plena reunión familiar de tías rezanderas, con un apretadísimo vestido de animal print y un escote que no dejaba nada a la imaginación.
La mala educación:
No me refiero precisamente a la película de Almodóvar, sino a aquella cita triplemente desastrosa donde el tipo habla con la boca llena, mastica como caballo y finalmente para cerrar con broche de oro, se mete los dedos a la boca limpiándose la comida de los dientes.
Mío… ese hombre es mío, mío, mío
Como dice la canción, la vieja es una leona en celo dispuesta a luchar y nada ni nadie en el mundo se lo quitará. Porque nunca puede faltar la loca que está segura que encontró a su alma gemela y aunque lleven una semana de estar saliendo, ya subió varias fotos en Facebook y etiquetó al susodicho para que las hienas que están detrás de él, sepan que ya está “comprometido».
Etc, Etc, Etc…
Es significativo decir, que si a una mujer la “invitan” a salir por primera vez, esta supone que el susodicho la cortejará, llevará a un lugar bonito y la tratará como a una reina… Ah y pagará la cuenta.
Aunque es obvio que las mujeres hablan más que lo hombres, esto no quiere decir que el pobre tipo tenga que escuchar la quejadera de 2 horas de una vieja que no olvida al exnovio patán.
También sería bueno que un doctor le recetara pastillas para la memoria, a aquellos hombres que han olvidado mencionarte que salen con otra al mismo tiempo que contigo. Pero tranquila no tienes nada de qué preocuparte, porque según ellos esa relación no es importante.
Que decir de la chica, que está más pendiente del Smartphone y del mensaje que le pusieron las amiguis por Whatsapp, mientras el sujeto trata de expresarle que tiene unos ojos bonitos y que por lo menos intente mirarlo a la cara más de 5 minutos, antes de sumergirse en su celular.
Y hablando de amores que combinan peligrosamente lo digital, es decepcionante y poco romántico que te envíen un mensaje diciendo: masmi ke rrica ke stas. La tecnología nos ayuda a ser más prácticos no más brutos!
En definitiva, una cosa es que la persona muestre su mejor cara para conquistarte y otra muy diferente ponerse una máscara de algo que no se es. También me podría quedar días enteros enumerando todos los aspectos desagradables de alguien, porque es muy fácil decir las cosas malas del otro, pero más complicado de reconocer los propios defectos…La imperfección no es buena o mala, simplemente es REAL.
@SolteraDeBotas
www.facebook.com/SolterasDeBotas
Visita mi página web www.solterasdebotas.com
P.D.: Agradecimiento a los Simpatizantes y DeBotas que expresaron sus comentarios en las redes sociales, acerca de las diferentes formas de pelar el cobre.