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COOMEVA EPS NI ENTIDAD NI PRESTADORA DE SALUD

Nubia Cortés y su hija Ligia
Nubia Cortés y su hija Ligia

 

Nubia Cortés tiene un diagnostico de Mieloma múltiple, estadio III, que es un tipo de cáncer en la médula ósea. Desde noviembre del 2014 a punta de tutelas para que le realizaran un examen fue diagnosticada, para ese momento ya tenía una afectación muy alta en sus huesos. Le realizaron trasplante de médula en marzo del 2016. Y desde entonces viene en tratamiento de quimioterapia. Primero era aplicada por dosis de una vez por semana y actualmente, siguiendo el tratamiento formulado por su oncólogo, debe consumir la quimioterapia en pastillas de Lenalidomida de 10 miligramos, todos los días, ciclos de 21 días y descansa 7.

El día 28 de junio Nubia tenía cita en la clínica Hematoncologos de Cali, pero se la cancelaron sin ninguna respuesta o posibilidad de agendamiento próximo. La respuesta: Coomeva EPS ya no tiene convenio con esa entidad. Así que Nubia quedo sin recibir tratamiento desde ese momento hasta la fecha. Su hija Ligia ha ido dos veces por semana a la SIP de Coomeva y siempre la misma respuesta: que no hay convenio con ninguna entidad, que debe esperar, como si el cáncer esperara.

Ligia se ha comunicado en varias ocasiones con la Superintendencia Nacional de Salud para radicar el caso de su mamá, pero hasta el día de hoy no hay respuesta alguna, lo siempre: Su caso ya ha sido radicado y se encuentra en gestión.

Sabiendo que el cáncer no da espera, Ligia y su familia han intentado averiguar el medicamento en algunos laboratorios con el fin de comprarlo ellos mismos, así como les tocó hace varios meses pagarle de forma particular las vacunas a su mamá porque Coomeva no las quiso pagar, pero el costo de esta quimioterapia es alrededor de 20 millones de pesos y no es posible asumir el gasto.

Actualmente sin el tratamiento de quimioterapia, Nubia está presentando muchos dolores en sus huesos, su movilidad es reducida, además de ser una paciente inmunocomprometida.

Desde hace varias semanas todos los medios de comunicación han evidenciado quejas de pacientes con enfermedades de alta complejidad a quienes su EPS Coomeva no los atiende. Les ha dejado de prestar el tratamiento sin mayores respuestas y con la mayor falta de humanidad posible.

Nadie de Coomeva ha llamado a Nubia si quiera a preguntarle cómo se encuentra sin tratamiento, qué necesita, cómo le pueden ayudar mientras se soluciona el problema. Nada.

Yo me comuniqué un alto empleado de comunicaciones de Coomeva para preguntarte acerca de estas situaciones, ya que el caso de Nubia no es el único. He recibido muchísimos correos con historias similares. Y sus empleados son un reflejo de la frialdad y falta de compasión con que manejan a sus afiliados. La respuesta de esta persona, primero, fue argumentar que la culpa es del Ministerio porque no les habían girado. Cosa que inmediatamente fue desmentida, gracias a la página de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social de Salud  donde era claro que los giros ya se habían realizado a Coomeva.

De la manera más despectiva me decía que era por eso que no podían atender a los pacientes, en otras palabras “de malas”. Que por favor le diera los datos de las personas que me habían contactado. Claro, la idea es gestionarle a unos cuantos que tienen contactos en medios, que han podido ser escuchados en redes para no crear un escándalo. Pero ¿y el resto?

Los que no tienen ni idea de las redes sociales, que no tienen contactos en medios, qué no saben cómo buscar ayudar, que están yendo cada semana a las oficinas de Coomeva a ver cuándo los atienden, ¿ellos qué?
La idea es mitigar el problema ante la opinión pública. Y los que no tienen voz, pues, sintiéndolo mucho. Esto es el colmo de la inoperancia, de la falta de compasión y de humanidad.

Usted que está leyendo esto, póngase en los zapatos de Nubia o de Ligia. De ser una paciente que cada día que pasa no es un día más, sino un día menos, gracias a una entidad que usted ha pagado sagradamente para que lo atiendan y no les importa. Póngase también en los zapatos de Ligia, de ver a su mamá cada día más decaída y sentir que no puede hacer nada frente al sistema que hace lo que quiera con la salud de sus seres más amados.

Hace unos días estuve enferma, tenía un problema en un riñón y estuve visitando a mi médico, haciéndome exámenes. Creo firmemente que las redes sociales no son solo para quejarse sino también que si uno ve algo bueno, pues hay también que contarlo. Así que publiqué en mi twitter que qué buena atención la de Colmedica, ya que las autorizaciones, exámenes, citas habían sido muy rápidas. Luego días después publique unas de las noticias del diario El País, que salieron de varios pacientes de Coomeva que ni con tutela eran atendidos. Mucha gente compartió la publicación y una persona me escribió: “a usted qué le importa los pacientes de Coomeva, no que tiene Colmedica, no sea metida”.

Ese es el problema que tenemos en Colombia, que solo creemos que cuando el problema es para nosotros ahí si vale, pero cuando otra persona está pasando por una situación difícil frente al sistema eso no es problema de nosotros. Y si es nuestro problema, más de lo que imaginamos. No sabemos el día de mañana si vamos a estar en los zapatos de Ligia, de Nubia o de Andrés Felipe, que escribí en enero pasado también con Coomeva y a quien la misma situación de “Coomeva EPS ya no tiene convenio con esa entidad” le volvió a suceder hace unas semanas.

No puedo creer que no se pueda hacer nada frente a esta situación. Que tengamos que ser espectadores de las quejas, del sufrimiento de familias que tienen a un ser querido enfermo y no haya una entidad que tome la situación como suya, como si fuera su mamá.

No puedo creer que el Ministerio de Salud no pueda hacer nada. No puedo creer que la Superintendencia Nacional de Salud no pueda hacer nada.
Y no puedo creer que nuestro destino sea ver morir a pacientes que tenían esperanza de vida, porque una EPS, no quiere atenderlos.

Si hay empleados de Coomeva que lean esta columna, les pido que miren a los ojos a los pacientes que llegan a sus oficinas, como si la persona que está en frente fuera alguien de su familia, a ver si son capaces de a una persona con un cáncer darle la respuesta más inhumana de decirles: No lo podemos atender.

Hago un llamado a que le reactiven el tratamiento a Nubia y a todos esos pacientes que día a día están haciendo cola en Coomeva para que los atiendan.

A Nubia y a Ligia les pido que nos mantengan al tanto de su situación y les mando un abrazo fuerte lleno de luz y espero con todo mi corazón que esta semana todo se solucione.

En twitter: @Andreavillate

Correo: [email protected]

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