Murmullo y exilio

Publicado el dlzitro

Infancia y patrimonio cultural: más sorpresas para Colombia.

Es sorprendente que en un solo fin de semana los colombianos tengamos que leer y soportar 3 casos de violencia contra menores de edad. Solo 3 reportados por los medios, de los múltiples que pudieron suceder.

El primero fue la muerte de un niño de 7 años en Puerto López, Meta por el ataque con arma blanca de un señor brasileño de 54 años. El segundo, una niña de 2 años fue abusada sexualmente por su padrastro en Bucaramanga, las agresiones dejaron a la niña en estado de coma. El ICBF tiene la potestad de la niña y de sus 2 hermanas de 4 y 7 años respectivamente. La madre tiene 22 años y su pareja -el victimario- tiene 27 años. Finalmente, un niño de dos años también fue abusado sexualmente en Cota, Cundinamarca. Debido a la gravedad de las lesiones el menor fue intervenido quirúrgicamente y está hospitalizado en una unidad de cuidados intensivos en Bogotá.

El órgano legislativo, en una jugada política entusiasmada por la cultura popular – y la popularidad de las telenovelas que enaltecen personajes que sin duda alguna han hecho historia en nuestro país- ha decidido radicar un proyecto de ley que pretende declarar como “Patrimonio Cultural de la Nación la obra musical de Diomedes Díaz Maestre e incluir acervo de su obra como compositor, dentro de las medidas de salvaguarda del Vallenato como imaginario común de la costa atlántica y el país” y ha permitido llegar a segundo debate en la Cámara de Representantes. Sorpresivamente.

Mientras tanto el futuro de nuestra sociedad es violentado casi a diario. Cada vez los casos son más escalofriantes. Las leyes punitivas ya existen y los casos aumentan. ¿Será que la pena de muerte -que tanto abogan- es la solución? ¿Por qué mejor no enfocamos esfuerzos para que el ejercicio de la maternidad y paternidad sea voluntario? ¿Más esfuerzos y recursos para que los adolescentes tengan acceso gratis a métodos anticonceptivos? ¿Más esfuerzos y recursos para que los menores y adolescentes tengo acceso directo a educación, salud y recreación? No es nada justo con un ser humano traerlo a un planeta a aguantar hambre y malos tratos. Todos los impuestos que pagan los colombianos no deberían ser gastados en salarios para representantes a la cámara para los cuales su objetivo es resaltar con dinero público la obra y legado –sí es que hay- de un cantante. Por el contrario, deberían ser invertidos en garantizar el bienestar de los infantes y adolescentes de Colombia.

 

Daniel Peña O.

 

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