Líneas de arena

Publicado el Dixon Acosta Medellín (@dixonmedellin)

Francisco, el Papa del sur

El Papa Francisco con jóvenes de IDIPRON en Bogotá, quienes le regalaron una ruana colombiana para el frío.
El Papa Francisco con jóvenes de IDIPRON en Bogotá, quienes le regalaron una ruana colombiana para el frío.

Nota preliminar: El presente artículo fue escrito el 15 de marzo de 2013, dos días después de la elección del Papa Francisco, divulgado por El Espectador en alguna red social, pero inédito en papel o en publicaciones digitales. Lo rescato nuevamente ahora que Francisco termina su inolvidable viaje por Colombia.

¿Puede un hombre que tiene un pulmón, darle suficiente aire a la Iglesia Católica que requiere tanto oxígeno? Es una misión difícil, porque no depende de una sola persona, sino del conjunto de los factores de poder del Vaticano, pero hay varios signos esperanzadores.

Antes de la elección del pontífice, una gaviota se posó sobre el capirote de la chimenea, mientras caía la pertinaz llovizna romana, lo que entretuvo a quienes seguíamos la transmisión por televisión y generó desde interpretaciones religiosas hasta chistes en las redes sociales. Algunos queríamos que hubiera llegado el pajarito azul de Twitter para que empezara a trinar todas las incidencias o al menos un loro que reprodujera los diálogos y discusiones de los cardenales.

Caricatura de @dixonmedellin sobre la gaviota que anunció a Francisco
Caricatura de @dixonmedellin sobre la gaviota que anunció a Francisco

Ahora bien, si se trata de simbología, la gaviota es ave marina que acompaña a los pescadores. Si hay un oficio que identifica a Jesús y sus primeros seguidores es la figura del pescador y el producto de su trabajo. Más que la paloma que suele representar al Espíritu Santo, en este caso la gaviota anunciaba la llegada de un pescador e incluso daba datos de su procedencia. La gaviota curiosa de la Plaza de San Pedro era de cabeza blanca y alas albiazules, correspondiente a la especie del Larus argentatus (Gaviota argéntea), así que es fácil pensar en analogías benevolentes que lo llevan a uno hasta el Río de la Plata, en donde abundan las gaviotas.

La primera impresión como en cualquier relación que empieza es definitiva. En este caso la iglesia como comunidad conoció a un Papa que no llegó levantando los brazos cual atleta victorioso, por el contrario estuvo estático, extático si se quiere, con gesto tímido, después habló con lenguaje sencillo, dio las buenas noches como buen vecino, luego de un comentario divertido dijo llamarse Francisco, sin números que identifican dinastías. Aunque muchos lo habrán llamado Jorge Mario, su nombre seglar.

Con el paso de las horas, confirmaríamos que aparte de las virtudes cristianas que lo deben identificar, el Papa Francisco expresa sin ambages dos cualidades humanas que hablan bien de él, tiene un gran sentido del humor y es fanático del fútbol, no esconde su pasión por el Club Atlético San Lorenzo de Almagro.

Francisco es un nombre especial, para los cristianos que creemos en alguien que supo identificar el verdadero sentimiento inspirado por Jesús, el hijo adoptivo del carpintero. Pocos como Francisco de Asís que puedan expresar con su vida el ideal de servicio y amor por los demás. El Papa es jesuita y la Compañía de Jesús ha tenido una historia apegada al poder papal, pero indudablemente también de servicio social y apego a los menos favorecidos como lo prueba el CINEP en Colombia, en donde otro jesuita de nombre Francisco y el Padre Javier Giraldo han desarrollado destacado papel en búsqueda de la paz y en contra de la injusticia social.

A los sacerdotes solemos llamarlos “curas” un término entre cariñoso o despectivo, dependiendo el tono, sabemos que esa definición tiene que ver con la función terapéutica de los pastores religiosos como curadores del alma. La Iglesia Católica más que un Papa, requiere un cura que al menos si no la pueda reformar a fondo, intente aliviar varios de sus males terminales y crónicos. El Papa Francisco parece distante de la estrella mediática que fue Juan Pablo II y del frío intelectual y escritor Benedicto XVI, pareciera más cercano al fugaz y sonriente Juan Pablo I, muerto en extrañas circunstancias, posiblemente asesinado.

El Papa en sus primeras palabras, mencionó que los cardenales habían ido hasta el fin del mundo a buscarlo, acudiendo a ese lugar que ubicamos muy lejano y solemos llamar la Patagonia. No faltarán los que estarán en la tarea de encontrar lunares en su pasado. Seguro los encontrarán, este es un hombre de clase media, de padres trabajadores, que como todos los humanos ha tenido sombras y luces.

De igual forma, al orden del día estarán los agoreros apocalípticos que revivirán las profecías de San Malaquías, sobre cuya última estrofa, no necesariamente debe referirse al fin del mundo, pero quizás sí del fin de la Iglesia como la conocemos. Si es la interpretación correcta y estamos ante el surgimiento de una nueva Iglesia, más humana y comprometida con los débiles, ojalá San Malaquías no se equivoque!

Francisco un Papa del sur que parece humano. El anuncio lo hizo una humilde gaviota, no la pomposa paloma. Además de lo anterior, fue profesor de literatura, él mismo podría ser un buen escritor, pero la gaviota lo ha llevado a ser Pontífice.

Dixon Acosta Medellín

En Twitter sigo entre la multitud a @Pontifex_es como @dixonmedellin

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