Líneas de arena

Publicado el Dixon Acosta Medellín (@dixonmedellin)

Líneas de arena

Portada del primer número del periódico colombiano "El Espectador", de 1887.
Portada del primer número del periódico colombiano «El Espectador», de 1887.

Resulta muy grato ser bloguero de El Espectador, aunque sea un periódico que no honre su nombre, pues no ha sido testigo pasivo del acontecer noticioso sino que también ha sido protagonista. Sin proponérselo, en momentos decisivos para Colombia, asumió la vocería de la conciencia pública y se ha enfrentado a poderosos legales e ilegales, algunos que resultaron monstruosos. En fin, un honor y una gran responsabilidad.

Prometo que el anterior párrafo será la declaración más seria que haré en este blog. Ahora sí al grano…de arena.

Karen de la Hoz, guía y faro de los blogueros del periódico me ha remitido las normas de esta particular comunidad y de manera pública debo confesar que las acepto, pero con algunas reservas. Las enumero.

Nunca plagiar. No resulta difícil escribir ideas que otros ya han expresado, incluso de mejor forma. Como decía Borges cuando hablaba de las metáforas, las realmente originales ya fueron escritas, todo lo posterior son variaciones de las mismas. Es el drama de pretender ser original, pero se intentará. Eso sí, nunca transcribiré a otro autor textualmente sin citarlo. Seguramente me auto plagiaré, en el sentido de remozar artículos viejos, escritos por el suscrito incluso en el siglo pasado.

Decir siempre la verdad. Tengo conflictos con esta norma, pues si deseo convertirme en escritor, debo aprender a decir mentiras, con apariencia de verdad. Ahora bien, como la idea es evitar ser requerido por instancias judiciales o similares, no me involucraré en temas políticos, religiosos, de mi trabajo en la dimensión real o de sexo, asuntos con los cuales uno siempre corre riesgos, como las enfermedades venéreas.

Publicar contenido relevante. Espero que temas que no tienen que ver con las pugnas políticas, las crisis económicas o la farándula criolla, sino con aspectos como la cultura, cine, música, las curiosidades, crónicas de anécdotas o de viaje, el humor, la caricatura y lo cotidiano, tengan algo de relevante, pero no lo puedo asegurar totalmente.

No reproducir contenido comercial. Afortunadamente no soy comerciante sino burócrata, pero ese aspecto de mi vida quedará fuera de la órbita del presente blog.

Ser claro sobre sus motivaciones.  La única motivación clara en mi vida se llama Patricia, de resto, otras justificaciones han variado desde querer ser médico en mi remota infancia a pretender ser escritor en mi vejez prematura.

Ser respetuoso. Quienes me conocen dicen que esta condición puedo cumplirla a cabalidad, ahora bien creo que no es por convicción total sino por cobardía plena.

No hacer apología a delitos. Siempre he pensado que algunos de los pecados capitales  son atractivos, pero no me ocuparé de promocionarlos.

Cultivar el buen uso del lenguaje. En efecto la lengua es importante y hay que darle buen uso. Mi consejo es si no la utiliza para hablar decentemente, entonces mejor guárdela y úsela para un beso apasionado. No hay arma más punzante que una lengua afilada, ni peor basurero que una lengua grosera.

Ser humilde. Lo intentaré, aunque como me decía un antiguo profesor al que es demasiado humilde lo tratan como tal.

Al final surgió el asunto del nombre del blog, ensayé varios ingeniosos pero ya estaban ocupados por otros blogueros. Dado que actualmente tengo una relación directa con la arena al vivir en un desierto, en donde la vida se va entre divagar por dunas, soñar con espejismos y admirar las líneas que la brisa dibuja en el suelo tembloroso, puede resultar pertinente el nombre finalmente seleccionado. Además viene al caso aquello de aportar un granito de arena, al menos para intentar que el ocasional lector pase un rato agradable.

Líneas de arena, formadas con los granos que sobraron de la construcción fallida de un castillo en la gigantesca playa que es el desierto. Bienvenidos a dejar su huella en este campo, que ojalá no sea demasiado árido. Gracias por su tiempo, medido en relojes de arena.

Dixon Acosta Medellín

En el superpoblado desierto de Twitter me identifican como @dixonmedellin

Dunas y espejismos en el Desierto

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