La droga, ¿y Colombia?

Publicado el Jorge Colombo*

Los valores morales de la guerra contra las drogas.

El 30 de marzo de 1961, en la “convención única sobre estupefacientes”, se firma en Nueva York la declaración política que dio origen al régimen anti-drogas que rige hoy en día sobre el mundo entero. En su preámbulo la declaración afirma [1]:

“Las Partes,  preocupadas por la salud física y moral de la humanidad; […] reconociendo que la toxicomanía constituye un mal grave para el individuo y entraña un peligro social y económico para la humanidad; conscientes de su obligación de prevenir y combatir ese mal; […] por la presente acuerdan lo siguiente”.

De esta forma, bajo la etiqueta de deber moral y lucha contra el mal, se lanza el texto a describir como las drogas, y sobre todo cuales drogas, se deben fiscalizar. Lo llamativo de este preámbulo es, por un lado, la referencia a la moral; y, por el otro, cómo nos da a pensar que de esa moral se sigue el contenido de la declaración. Así pues, la defensa de la guerra contra las drogas se esconde detrás del escudo de la necesidad moral: cualquier crítica a ella es acusada de malvada, de irresponsable, de hedonista, por no decir, de satánica pues esta crítica duda de nuestros valores. Entonces, lo primero que toca de una vez aclarar es que lo que se le crítica al sistema actual no es la intención de querer regular y controlar las drogas. Nadie duda que las drogas acarreen riesgos. Sino que justamente, no solo el mismo sistema ha fallado en este objetivo original de control [2], también ha minado nuestros verdaderos valores. Veamos como:

1. La guerra contra las drogas es razón suficiente para violar la dignidad de los pueblos [3]: se cuestiona la jurisprudencia de las naciones; las naciones no son capaces de escoger por si misma cuales drogas aceptan y cuales no (adiós la hoja coca, bienvenido el cigarrillo); cada nación es susceptible de intervención militar extranjera si se considera que los objetivos de esta guerra están en peligro (véase Centroamérica [4]).

2. La guerra contra las drogas es razón suficiente para desafiar a la ciencia y a la razón: todos los estudios cuyas conclusiones están en desacuerdo con la posición oficial han sido sistemáticamente rechazados [5] [6] [7] [8].

3. La guerra contra las drogas se funda en el terror: atribuye falsos efectos al consumo, desconoce que la mayoría de los usuarios de drogas no son problemáticos, discrimina y estigmatiza a los consumidores [9] [10] [11].

4. La guerra contra las drogas promueve el terrorismo: el sistema actual arroja millones de dolares anuales a organizaciones criminales que aterrorizan a la población civil [12] [13].

5. La guerra contra las drogas promueve la represión: bajo el uso del poder condena hábitos, tradiciones e iniciativas que desde ningún punto de vista objetivo amenazan a la sociedad [14] [15].

De esta forma vemos que todo este tiempo lo que hemos promovido con esta guerra son anti-valores como la represión, el terrorismo, el idealismo y el irrespeto por la dignidad de los pueblos. Las consecuencias ha sido tan negativas que en Estados Unidos en las últimas dos décadas la misma policía se ha degenerado [16] [17]. Y la estrategia de control es tan ineficiente que lo que empezó hace 50 años como un problema de salud, sigue presentándose actualmente con mayor intensidad, y ha hecho metástasis a un problema de control de mafias. Hoy por hoy la gente confunde el control de drogas con la lucha contra el crimen organizado. Todo en nombre de la moral.

Referencias

[1]: Preambulo, Convención única sobre estupefacientes, 1961.

[2]: P. Reuter, F. Trautmann, ed., A report on Global Illicit Drugs Markets 1998-2007, Commision europea, Marzo 2007.

[3]: INCB Interferes with Countries’ Sovereignty, TNI/WOLA Drug Law Reform Project, Febrero 2010.

[4]: I.L. Griffith, Drugs and security in the Caribbean: sovereignty under siege, Pennsylvania State University Press Julio 1997.

[5]: La Guardia Committee report, Academia de Medicina de Nueva York, 1944.

[6]: The Report of the National Commission on Marihuana and Drug Abuse, comisionado por el Presidente de los Estados Unidos R.M. Nixon, 1972.

[7]: Cocaine Project, Organización Mundial de la Salud/Instituto Interregional sobre Crimen y Justicia, 1995.

[8]: D. Nutt, Estimating drug harms: a risky business?, Center for crime and justice studies, Eve Saville lecture, 2009.

[9]: The WHO cocaine report the US didn’t wanted you to see, Transform Drug Policy Foundation, Junio 2009.

[10]: N. Gillespie, Selling drug war hysteria, Foxbusiness.com video, Marzo 2010.

[11]: International Drug Policy: Animated Report 2009, Open Society Institute, Global Drug Policy Program, Marzo 2009.

[12]: M. O’Grady, The War on Drugs is Doomed, The Wall Street Journal, opinión, 22 de Marzo de 2010.

[13]: B. Kilmer, P. Reuter, Doped, Foreign Policy, Prime Numbers, Noviembre/Diciembre 2009.

[14]: S. De Leon, Coca-Cola Vs Coca-Sek in Colombia, The Washington Post, 10 de Mayo de 2007.

[15]: Abolishing Coca Leaf Consumption?, Transnational institute, Press Release, 5 de Marzo de 2008.

[16]: Prisons and Budgets, The New York Times, Editorial, 3 de Enero de 2010.

[17]: David Simon, Bill Moyer’s Journal, PBS, 17 de Abril de 2009.

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