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¿Poder de los usuarios? o ¿poder del gran poder?

El tercer país del mundo no puede mapearse, porque no tiene coordenadas físicas. Es Facebook, con cerca de 850 millones de usuarios procedentes de todo el mundo. Solo China e India le superan por su número de habitantes. En Colombia, hay 16,4 millones de usuarios, ocupando el puesto 14 en esta red.

Twitter, por su parte, le sigue los pasos. A la fecha tiene 580 millones de internautas, se espera que en la primera semana de junio de 2012 llegue a los 600 millones y que de ellos, siete millones sean colombianos. Se podría seguir la lista con Youtube y con plataformas nuevas que van en auge, como Pinterest.

Todo parece indicar que el cibernauta, persona del común, está más activo que nunca en todos los ámbitos. Puede opinar sobre lo que le venga en gana, frente a quien quiera. Los diarios tradicionales, políticos y artistas de todo el mundo tratan de ponerse al día comunicando sus quehaceres, creaciones y opiniones, en sus respectivas cuentas en Twitter, pero no dan abasto.

Producida una noticia (que puede ser uno de los golazos de Falcao la semana pasada; o los mensajes de AlvaroUroibeVel sobre Chávez; o la guardia indígena en casa de Rojas Birry; o la publicación de un verso de Borges), las opiniones de los internautas comunes y silvestres hacen, en sí mismas, noticia. Estamos ante una opinión pública independiente, compuesta de millones de individuos que dicen lo que quieren cotidianamente, en el espacio virtual.

Redes_

Es un ámbito de libertad, que puede ayudar a tumbar gobiernos y marcas deproductos. No obstante, sobre ese manto de libertad, hay proyectos como el que adelanta la Agencia Nacional de Seguridad (del Departamento de Defensa de los Estados Unidos): el ‘Utah Data Center’, el cual hace palidecer cualquier intento exitoso o fallido de ‘Ley Lleras’, en cuanto al control de usuarios en Internet (sea Sinde, SOPA, Pipa, Döring). Acerca de este se ha comenzado a hablar solo recientemente. La terrible realidad: hecho a escondidas, aunque cada día se van conociendo más datos al respecto (véase, entre otros, revista Wired/The Black Box/ James Bamford, abril 2012).

Se trata de un descomunal proyecto, que se localiza en el mormón estado de Utah (EEUU), dotado de supercomputadores de la más alta velocidad con capacidades de almacenamiento increíbles (zettabytes), preparado para archivar la información de todos los habitantes del planeta que se encuentren conectados por cualquier vía (móviles, PC, tablets). Contenidos que pueden incluir cualquier tipo de mensaje (incluyendo el poco ofensivo: “mi amor, llego a las siete”), libros que el individuo adquiere en línea, sus opiniones en las redes sociales, transacciones económicas, etc.

Un ejército de desencriptadores estará en capacidad de procesos de descodificación que permitían cierto grado de confidencialidad. En fin: chuzada total. ¿La razón?, lo de siempre: motivos de seguridad nacional.

La gran paradoja contiene, por un lado, individuos y comunidad que ganamos en independencia y espacios de acción con impacto público; por otro, proyectos totalitarios de control de los primeros. Habrá pelea para rato.

*Imagen tomada de Getty Images*

Rafael Orduz

Director ejecutivo

Colombia Digital

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