Internet pa’l diario

Publicado el internetpaldiario

¿Cómo se bebe de una catarata?

Data, data, data, data, data, data, data,

¿cómo se bebe de una catarata?

Data, data, data, data, data, data, data,

¿cómo se bebe de una catarata?

– Jorge Drexler, ‘Data data’


No se bebe de una catarata, no es posible, nuestros pulmones no soportarían la presión y colapsarían. Entonces, ¿por qué pretendemos que podemos beber de la catarata de datos que hoy lo inunda todo?

Al parecer frente al amplio panorama de datos que ofrece la Web por estos días solo hay dos opciones: gastar el día entre Facebook, Twitter y 9gag, o pretender abarcarlo todo saltando entre links mientras se intenta remar para mantener el curso de la navegación.

Si se pensara en un ‘consumo ideal’ ninguna de estas opciones sería correcta y un acceso equilibrado a contenidos informativos, educativos y de entretenimiento sería la pesca soñada. Pero esto no sucede.

Nomofobia e infoxicación son los términos de moda, que ahora se convierten en etiquetas y se viralizan al fluir por las aguas de Internet. Son nuestra realidad, los casos resultan más comunes de lo que creemos y para la muestra están las parejas en los restaurantes que no se miran por no desviar la atención de sus pantallas.

Nos ahogamos en la catarata y los intentos rescatistas son vistos con extrañeza. Dejar el celular en la casa, mantenerlo apagado mientras se juega con los hijos, desconectar el Wi-Fi y disfrutar del paseo a la montaña, apagar el pito del WhatsApp y revisarlo solo de vez en cuando parecen acciones de un desadaptado en la era informática, un Dr. Who que fue a parar en la era equivocada.

No se trata de pensar que ‘todo tiempo pasado fue mejor’, nuestro tiempo es tan bueno como cualquier otro y la nostalgia no sirve, menos cuando se expresa en un ‘time-line’. Entonces aquí entra el viral debate sobre cómo estamos perdiendo nuestra humanidad, referida a las formas de creación de vínculos sociales.

Videos sobre parejas que podrían haber sido felices pero que no se conocieron por estar cabizbajas frente al celular; accidentes fatales por conducir y enviar mensajes de texto; estadísticas de tiempos de consumo en redes sociales que sirven para vender pautas para anunciar ropa o rituales de nueva era; sabemos que todas estas existen, nos detenemos durante cinco segundos a pensar qué pasaría si nos desconectáramos y la convicción por una vida libre de ataduras digitales colapsa tan pronto vibra un nuevo comentario.

¿Cómo se bebe de una catarata? No se bebe, se flota.

Adriana Molano Rojas

Especialista en Comunicación y Cultura

Corporación Colombia Digital

Comentarios