Imperio del Cáncer

Publicado el Julia Londoño

Y TODO POR CUPÓN

CUPONDejé pasar ya demasiadas veces la oportunidad de escribir algo sobre ese fascinante sistema de mercadeo digital que se llama Groupón. Hoy no aguanté más.

 

Contuve las ganas hace casi un año cuando tuve una experiencia tenebrosa con las clases de yoga por cupón que compré. Pero cómo no contar, así sea tarde, que gracias a un cupón caí directamente en las manos morbosas de un profesor de yoga yupi –debí imaginar que eso ya estaba extraño, la primera vez que lo oí- extremadamente atrevido que ofrecía masajes dudosos y gratis, como nos gusta a los que usamos cupones, ahí donde termina la espalda.

 

Fue magia oír de boca de un profesor vestido con camisetita tipo esqueleto, florecida bajo los brazos, las observaciones zen sobre los cuerpos de las asistentes a clase: pareces brasilera con ese torso delgadito y esas caderas grandes decía, y remataba la clase con afirmaciones igual de inapropiadas: Si te duele la cabeza, linda, es señal inequívoca de una permanente insatisfacción sexual.

 

Dejé pasar de nuevo la ocasión hace unos días cuando descubrí aterrada que Groupón tiene competencia y ya me empezaron a llegar cupones parecidos de otros remitentes. Pero hoy no pude más.

 

Es verdad que hace unos meses había notado los cambios en el nuevo formato de los cupones, ahora redactados por inspirados poetas que reemplazaron a los insípidos diseñadores, publicistas o merchandisers que cometían el desatino de ofrecer productos y servicios yendo al grano. Sus ofertas eran tan sosas como: 40% de descuento en pasaje a San Andrés. Cada vez que leía sus promociones me preguntaba ¿Y dónde está el romanticismo de esta gente? ¿A dónde fueron a parar los artistas de la palabra?

 

Lo que realmente me animó a dedicarle un blog a Groupón fue lo que los cupones y yo llamaremos el lenguaje del amor, la oferta maestra del día:

 

En un motel, al igual que en una cena romántica con un grupo de violinistas al lado de la mesa, el lenguaje corporal es fundamental, y las posibilidades de tener una conversación profunda son escasas. Con el Groupon de hoy elige el lenguaje del amor.

 

El anterior es el prólogo de un descuento del 55% que ofrece el Motel La Cita en Bogotá. Y yo que creía que todo el mundo sabía a qué se iba a un motel.

 

No sé si la fórmula de mercadear a punta de carretazos y prefacios rimbombantes funcionará, quién sabe si la gente compra más sesiones de autobronceado si se ofrece así: El bronceado perfecto, al igual que una discusión de política, siempre termina por acalorarte y  cuando se cree que tomará solo unos minutos, siempre se extiende a horas. Cada día me sorprende más la creatividad de los artistas de los descuentos, tanto que me traen reminiscencias  de algunos colegas, maestros del comunicado de prensa.

 

Realmente puede ser una proeza adivinar qué tratan de vender detrás de tanta cháchara, por eso es que hoy propongo jugar, juguemos a adivinar.

 

A continuación, voy a copiar textualmente (errores incluidos)  las introducciones de algunos cupones. Los puntos serán para el que logre adivinar a qué producto o servicio corresponde el cupón. Pero no vayan a hacer trampa saltando directo de la primera frase a las respuestas, degusten en su totalidad estas muestras de la retórica local:

1. Pese a los avances tecnológicos, algunos procesos fisológicos siguen recordándonos nuestro origen natural: el sudor nos obliga a cambiar de camisa, la barba sigue creciendo pese a los embates de las hojas de afeitar y pasarse de fiesta 4 días es algo que ni un gorila soporta.

 

2. Para protegerlas de mortales virus y repentinos ataques, a principios de los ’90, los expertos en criogénesis popularizaron la idea de que las mascotas virtuales durarían más tiempo si se guardaban al interior del congelador.

 

3. Si eres de aquellos que ven el vaso medio vacío, no pienses que eres una persona tremendamente negativa y mejor dedícate a solucionar el problema de porqué tomas tan rápido.

 

4. Los baberos, al igual que el collar de perlas de la familia, nunca son completamente blancos, se traspasan de generación en generación y podrían convertirse en un regalo nostálgico para el día de tu matrimonio.

 

5. Cuando les preguntan a las modelos con quién les gustaría quedarse en una isla desierta, ellas piensan de inmediato en una celebridad de Hollywood, pues esa persona puede ayudarles  a financiar sus investigaciones para acabar con la inequidad del mundo.

 

Las respuestas en su orden: 1)Tratamiento láser contra la sudoración, 2) programa de antivirus para Internet, 3) set de copas de vidrio, 4) set de teteros y accesorios para recién nacidos, 5) Hotel en las Islas del Rosario.

 

El juego termina acá, a pesar de que abundan las metáforas suculentas y ya hasta yo me puse creativa. Después de releer y copiar estas frases creo que he comenzado a sentir una profunda nostalgia por mi época como ejecutiva de cuentas en una agencia de comunicaciones. Tiempos aquellos en los que buscábamos con paciencia cada palabra que nos ayudara a vender con elegancia la buena noticia de un nuevo producto para las hemorroides.

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