Imperio del Cáncer

Publicado el Julia Londoño

SUPEREMOS JUNTOS LA EDAD DEL NO

COMO LA PAZ YA NO ES “DE SANTOS” NOS PONE A TODOS A PRUEBA.

 

Hace rato no lloraba tanto. Lloré como cuando se muere una persona cercana, con hipo y con levantada en la mitad de la noche para llorar más.

 Sobre todo, ayer me cayó el baldado de algo que creía imposible: que los del No fueran más, o que votaran más, que en este caso, dará lo mismo.

Estaba segurísima de que iba a ganar el sí por amplia mayoría. Creía que había muchos con miedo de dar el salto a intentar lo único que no hemos intentado en medio siglo de guerra, pero no creí que tantos.  A mi alrededor el SI era amo y rey, había uno que otro indeciso y 2 ó tres por el NO, solamente.  Además tengo pocos amigos y conocidos en Antioquia o Santander.

Sabía que en Colombia la desesperanza y la incredulidad política son tales, que  la abstención siempre gana, pero pensé que frente a esta coyuntura la gente sí iba tener algo que decir masivamente.

Que el sí ganaba por un 79% me aventuré a apostarle a mi esposo.

Hoy veo solo un consuelo frente al momento que Colombia enfrenta y es que las circunstancias nos ponen a prueba, con más presión que nunca, y exigen acciones ahí donde los discursos se diluyen, se agotan. Creo que la nueva búsqueda de paz que empieza, la del No que fue mayoría, nos pondrá a prueba a todos porque ya no podrá ser tachada como la paz “de Santos” sino la paz de todos, ahora sí, ¿qué estamos dispuestos a hacer por la paz? Pero no Uribe ni Santos, tú y yo. LA PAZ YA NO ES "DE SANTOS"

 

Y tendrá que ser con propuestas y no con sabotaje porque el sabotaje no cabe ahora, ya no hace falta, lo descalificó el triunfo del NO.

 

Creo que  Álvaro Uribe y ese 50,22% de los colombianos que no le dieron la oportunidad a una propuesta de paz que parecía tan cercana tendrán que probar que algunos de sus discursos eran reales con acciones concretas en donde ya no caben las especulaciones ni las monosílabas.

 

Que no estaban en contra de la paz sino de  “La paz de Santos” decían muchos, este es señores el momento de ver qué paz van a proponer y cómo vamos a hacerla viable juntos, porque la búsqueda de la paz que no ha funcionado, por más de 50 años, ha sido justamente la de Uribe,  a la que se llegaría a través de la guerra.

 

La votación de ayer también dejó claro que al menos 49% de los colombianos está dispuesto a ceder en algo, y en cosas muy concretas redactadas en un acuerdo de cientos de páginas, porque cree que la búsqueda de la paz es apremiante, nos urge, y no puede ser a través de las armas. Concretas deben ser también las nuevas propuestas.

 

Qué era lo que no querían los del NO es claro, no querían que el acuerdo negociado se hiciera real, lo que no es nada claro es qué quieren, ¿cómo sí vamos a buscar ahora la paz?

 

A partir de ayer, estamos en situación de justamente trabajar por como se imaginan esa paz quienes no aceptaron el acuerdo y cómo vamos a integrar esa paz imaginada con la paz pactada que casi pasa pero que al final no.

 

Que la Paz ya estaba comprada, decían, porque la mermelada y la corrupción del gobierno eran más grandes que la legitimidad del proceso, con los resultados quedó claro que no hubo tal. Punto para creer que la nueva paz, la que no es de Santos, será legítima y respetuosa, como esta votación fue.

 

Para mí, el NO nunca creyó que fuera a ganar, les pasó como a mí cuando votaba para que el alcalde de Bogotá fuera de izquierda creyendo que eso no iba a pasar. Y después pasa y exige que te cuestiones y te hagas responsable de tu voto cada día.

 

Que no creían que iban a ganar queda en evidencia en sus primeras declaraciones, las de Pacho Santos que dijo que ahora sí vamos por la verdadera paz ¿cuál?, rodeado de coristas que literalmente todo lo que tenían que decir era NO, en las palabras de un Ordoñez que a través de la radio suena confundido y las de los pocos conocidos o gente a la gente a la que sigo en redes sociales y dijo NO. Creo que todos pensamos ¿Y ahora qué?

 Si el voto por el NO era un voto de oposición que sabía a que se oponía pero no proponía, ahora les tocó proponer.

 Hay quienes dicen que existe la mano firme y el corazón grande, que pase, pues, el corazón grande. Es su momento.

 Yo creo que esta paz, la que no es “de Santos” corre la cortina para revelar qué hay más allá de la oposición, con qué argumentas y propuestas vamos a intentar la paz de todos. Habiendo ganado el NO ahora se ven obligados a decir mucho más para evitar sonar como niños de 2 años con su NO NO NO y NO cuando ya la mamá aceptó que NO.

 Superemos pues la edad del NO e incluyamos nuevas palabras en la discusión, démosle la altura que nos exige,  después de todo, estoy segura de que nadie, nadie, querrá cargar con la responsabilidad política  y moral de dejar quemar en la puerta del horno la paz que parecía viable porque oyó hablar de que otra paz mejor podía ser  posible.

@JuliaLondonoBoz

 

 

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