Esto mejora, pero no cambia

Publicado el Polo Díaz Granados

Lupa a la contratación de la Vía de la Porsperidad (II)

Voy a tratar de ser lo más inteligible posible: a partir de este momento, haré uso de mi derecho amparado en la ley 850 de 2003 y –porque me duele la $ que por décadas se han tumbado en mi departamento, el Magdalena– me tomaré el trabajo de hacerle un riguroso seguimiento, como veedor ciudadano, a la contratación más importante que por esta época se cocina en el Magdalena: La vía de la Prosperidad. 

Pa´ponerlos en contexto, si es tal el caso, tenemos un Gobernador del Magdalena de 25 años, cuya máxima preocupación es que lo dejen ir al Festival Vallenato a tocar acordeón.Cuando le preguntan por lo que ha hecho por el departamento, simplemente señalará esta, la famosa Vía de la Prosperidad. Una vía que, muy lejos de ser una gestión de él, es una obra enmarcada dentro de los proyectos de construcción de vías de la Presidencia de la República.

Sin embargo, está en manos del Gobernador el proceso que permitirá determinar qué contratista se queda con este gran pedazo de la piña. ¿Por qué es tan grande el pedazo? Porque, nada más y nada menos, que para financiar esta vía, la Gobernación comprometió todo el $ de las regalías del carbón del año 2013, 2014 y 2015, además de una inyección de recursos muy importante por parte de la Presidencia: en total, la suma de todo da 466 mil 900 millones de pesos; casi 4 veces la astronómica cifra del baloto que cayó en septiembre, ¿se acuerdan?

La Vía de la Prosperidad deberá unir las localidades de Palermo, en Sitionuevo, con el municipio de Plato. En total, una extensión de 170.4 kilómetros. (52.6 kilómetros entre Palermo y Salamina, que corresponden a esta primera fase; ver imagen aquí).

La importancia de esta obra no se discute. Sin lugar a dudas, de llegarse a materializar, serían miles las personas que se beneficiarían en el departamento. Y es precisamente esta la razón que nos invita a ponerle cuatro ojos a esta contratación, no vaya a ser que termine en manos de financiadores de campaña que, en su afán de recuperar el billete invertido, terminen pegando los ladrillos con babas en vez de cemento.

Sin echar tanta carreta, y con la esperanza de haber convencido aunque sea a un magdalenense pa’ que se sume como yo a revisar detenidamente este proceso, les dejo estos datos que podrían ser interesantes:

1. Tema importantísimo: ¿por qué no aparecen los documentos de este proceso de licitación en el SECOP (Sistema Electrónico de Contratación Pública)? La Gobernación del Magdalena debe tener muy presente que según el Decreto 2474 de 2008 es obligatorio que todas las entidades del Estado sujetas al Estatuto General de Contratación, realicen la publicidad de su información contractual en este sistema.

2. Según los prepliegos, el 8 de enero del 2013 debió publicarse el pliego definitivo para que los ciudadanos conozcamos todas las condiciones de este proceso licitatorio. ¿Dónde está?

3. Peor aún: El 28 de febrero, según el calendario, debió haberse adjudicado esta licitación en el despacho del Gobernador. ¿Será que esto ya se hizo a nuestras espaldas y a toque de acordeón?

Piensen mal y acertarán, ahí se las dejo…

 

Por Polo Díaz-Granados
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