Esto mejora, pero no cambia

Publicado el Polo Díaz Granados

El Parque Tayrona se respeta

Cuando era un pelao y estaba a punto de viajar a la Nevera para empezar mi vida independiente como universitario, mi papá fue claro en advertirme que me iba a encontrar gente que me ofreciera marihuana –que a todas estas pasó en la semana de inducción-

Buscando un consejo ante una situación insostenible, le pregunté al viejo: – Ajá, ¿y si el que me ofrezca me insiste muchas veces pa’ que fume, qué hago?…

-¡Te abres a correr!…

Yo fui educado con la teoría de que “cada quien que haga lo que quiera, siempre y cuando no se metan con uno”, pero hay vainas que –aunque no sean directas- al verlas, uno se siente irrespetado; eso fue lo que a mí -como samario y magdalenense- me pasó cuando vi este documental de media hora producido por Vice, un famoso canal de YouTube.

Les cuento el cuento: Se trata de un extranjero experto en marihuana (marihuanero, diría yo) llamado Arjan Roskam, un holandés que narra una travesía por Colombia pa’ buscar las semillas de cannabis de mejor calidad; dos de ellas ubicadas en el Parque Tayrona: la populares Santa Marta Gold y la Punto Rojo.

Los extranjeros contaron con la guía de un colombiano llamado El Gato (a quien las autoridades ya tendrían que investigar con tan solo ver el video) y en su paso por sitios desconocidos en el Valle de Cauca y en el Tayrona estuvieron acompañados por un joven samario que –usted amigo lector- quizás conozca, quizás no; se llama José Rafael López Vergara, hijo de la Nena Vergara.

Para contextualizarlos, recordarán que el crimen de Carmen Vergara Díaz Granados, conocida como la Nena Vergara, fue resuelto el 27 de julio de 2012 con un desenlace que se veía venir en contra del que fue en algún momento un prestante empresario samario, Eduardo Dávila Armenta, quien paga 34 años de prisión por el crimen ocurrido en el 2007, en la vía al Rodadero.

En el video titulado ‘Kings of Cannabis’ vemos al joven samario acompañando durante toda la travesía al grupo de ‘recolectores de semilla de marihuana’: evadieron retenes de la Policía, pidieron permisos a la guerrilla para transitar por plantaciones en el departamento de Valle (min 8:45) y una vez en el Parque Tayrona, caminaron por varias horas hasta llegar a plantaciones de marihuana, donde también un par de personajes consumen cocaína frente a las cámaras.

El hecho de que a todas luces esta gente se pase por la faja las autoridades colombianas y violen el capítulo II del código Penal sobre estupefacientes –que entre otras da para varios años de cárcel– a mí me tiene sin cuidado; es problema de ellos. No en cambio que la imagen que se han llevado los más de millón y medio de personas que han visto el video es que el Parque Tayrona y Colombia “tienen la mejor marihuana y la mejor cocaína” (min 16:27), cuando bastantes décadas y bastante sangre nos ha costado a los colombianos quitarnos de encima ese estigma.

Por si fuera poco, las imágenes muestran el ‘merecido descanso’ de estos extranjeros que cual ‘barón de las drogas’ se pasean en un yate de lujo por las playas de nuestra región, contaminándolas de la peor manera (min 18:05) y acompañándose de la que llamaríamos la ‘sociedad samaria’, un montón de pelaos que supuestamente son el futuro de nuestra ciudad y que, casi sin percatarse, terminaron posando para este video cual extras de una película de capos.

Si de verdad quieren un poquito a Santa Marta, empiecen por rechazar a la gente que se ‘haga gente’ a punta de ilegalidades.

¡Fúmense un bosque si se les da la gana! Pero dejen de jugar a ser los malos a cuestas de la mala imagen que crean de la Sierra Nevada y de Santa Marta con el fomento de este turismo de la marihuana.

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