“El Panchen Lama recibe a George Bogle” (1775) del artista Tilly Kettle, que se refiere al diplomático escocés George Bogle, quien fue el primero en establecer relaciones con el Tibet, por parte de Occidente.
“El Panchen Lama recibe a George Bogle” (1775) del artista Tilly Kettle, que se refiere al diplomático escocés George Bogle, enviado para establecer relaciones con el Tíbet.

 

 

La carrera diplomática es una estructura jerárquica que se organiza por rangos y para el ocasional lector que no esté familiarizado con esta clasificación, con gusto van las categorías de menor a mayor rango en el caso colombiano: Tercer Secretario, Segundo Secretario, Primer Secretario, Consejero, Ministro Consejero, Ministro Plenipotenciario y Embajador.

Se trata de un escalafón reglamentado por ley (Decreto 274 del año 2000), al que se ingresa luego de pasar por exámenes de admisión, un curso de especialización de un año en la Academia Diplomática y otro año de prueba en el Ministerio. El funcionario diplomático para ascender en dicho escalafón, debe cumplir con una serie de requisitos y pruebas, cada cuatro años puede aspirar al ascenso, presentando y pasando exámenes académicos, así como evaluaciones laborales anuales.

En ocasiones no resulta fácil explicar a las personas que están por fuera del Ministerio de Relaciones Exteriores, la particularidad de nuestra organización institucional. Como anécdota recuerdo que hace varios años en una reunión de amigos, alguien me preguntó sobre mi trabajo en el Ministerio, intenté darle una explicación integral y le respondí que en aquel momento mi rango era Segundo Secretario.

Al amigo solo le quedó sonando lo de secretario (creo que entendió secretario de segunda) y se lamentó que un profesional como yo solo pudiera alcanzar ese nivel, no pude aclararle la situación y unos años más tarde que nos encontramos, me repitió la pregunta y le dije que era Ministro Consejero, nuevamente solo le quedó sonando lo de Ministro y se maravilló que en Cancillería uno pudiera pasar tan rápido de secretario a ministro.

A una querida amiga y ex colega, cuando iniciaba su carrera le fueron asignados temas de asistencia a compatriotas en el exterior, alguna vez tuvo que atender la llamada de una señora con cierta urgencia, quien pedía hablar con un profesional para exponerle su caso. Al pasar mi amiga, la dama en cuestión, exigió que ella se identificara con su posición en el ministerio, así lo hizo la juiciosa diplomática quien después de dar su nombre, le informó que ella era Tercer Secretario. La señora entre disgustada y resignada le dijo:

  • Bueno, si no hay ningún profesional, tocará con usted!

Cuando finalizaba mis servicios en la Embajada de Colombia en Abu Dhabi, en un trámite personal a mi regreso a Bogotá, tuve que explicar que mi función era Ministro Plenipotenciario en esa Misión Diplomática, mi interlocutor me observó con una expresión, como si esperara que yo tuviera algún súper-poder, fuera capaz de realizar trucos de magia o tuviera la capacidad económica de un jeque árabe.

Ninguna de las tres posibilidades, lamentablemente, pero soy consciente que el término “plenipotenciario” suena demasiado rimbombante, como me lo recordaba un querido colega mexicano en cuya carrera diplomática, solo utilizan la denominación de Ministro, bromeando hablaba del “plenipotente”. Aunque en algunos casos que no entraré a personificar, debería decirse pleni-prepotente.

De todas las categorías, me gusta la de Consejero, porque resulta agradable pensar que se tiene la capacidad de dar consejos y que otros estén dispuestos a recibirlos. De todos modos, uno espera tener el tiempo, la salud, la paciencia y alguna que otra neurona sobreviviente para acceder a la última categoría de esta carrera, tan necesaria para Colombia como tener un cuerpo militar profesional, pues los dos son garantía de la defensa de los intereses del país.

Las denominaciones diplomáticas, siempre serán difíciles de explicar. Cuando estuve como Encargado de Negocios en nuestra Embajada en Abu Dhabi, en cierta ocasión, un colombiano visitó la Misión Diplomática y tuve ocasión de presentarme, el compatriota interesado en temas comerciales, me dijo sin reparo: – Lo felicito por el nombramiento y a propósito, tengo una empresa en Colombia y me encantaría hacer negocios en este país.

Tuve que explicarle al emprendedor colombiano que el Encargado de Negocios es la denominación para quien ejerce la dirección temporal de la Misión, mientras se designa un Embajador en propiedad, aunque lógicamente escuché la consulta e intenté orientarle de la mejor manera.

Ahora bien, estas confusiones son benignas, lo más importante es que la opinión pública progresivamente tenga menos dudas sobre el quehacer de los diplomáticos de carrera. Gracias a los esfuerzos del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Asociación Diplomática y Consular de Colombia, en el propósito de fortalecer la carrera, llegará el día en que haya más claridad sobre nuestra querida profesión y los nombres de los rangos y cargos que detentan los servidores públicos que la ejercen.

*Dixon Moya

Ministro Plenipotenciario. Ha prestado servicio en las embajadas de Colombia en Nicaragua y Emiratos Árabes Unidos

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