Rock al parque tiene una sola regla. Esta regla es mítica. No he podido saber si realmente existe o no. O si existe oficialmente. La regla es sencilla, no puede haber ningún muerto. Si alguien muere en el festival, el festival simplemente se cancela y nunca vuelve a existir. Este hecho, sobre todo, nos hace iguales. Como no hay muertos, todos estamos vivos y en un mismo estrato.
La regla deja por fuera la realidad más grande. Lo concreto ya no existe porque la muerte no existe. Este es un escenario que se escapa de lo real. Entonces yo diría que lo que se hace aquí es un simulacro. En Rock al Parque, sobre todo, se ensaya algo. Como no puede haber muerte, lo que se hace es ensayar la realidad que está afuera sin que haya un riesgo totalmente grande.
Allí se ensayan actitudes frente a la comunidad, frente a uno mismo. Olvidémonos de la música, importa, pero no demasiado. Lo que realmente pasa aquí es que la comunidad entra a experimentarse para ver qué pasa afuera. Este es, sobre todo, un evento político en el que se pone a prueba nuestra existencia en comunidad.
Hay que leerlo, también, de esta forma.