Las fantasías sexuales son aquellas imágenes y pensamientos que tienen un contenido erótico, provocando el deseo y diferentes sensaciones de placer.
Antes de hablar de sus poderes, me parece importante que hagamos una diferencia entre las fantasías sexuales del hombre y las de la mujer.
Las fantasías sexuales femeninas son noveladas, es decir relatos que tienen un argumento y un desarrollo. Se destaca la presencia del afecto, el romanticismo y la descripción del contexto en el que se produce el encuentro erótico. Están plagadas de detalles y metáforas que permiten el libre ejercicio de la imaginación, y por lo tanto son más extensas que las masculinas. La mujer es el centro de su propia fantasía, de modo tal que las escenas, imágenes y relatos giran en torno a sí misma y sus expresiones sexuales. Finalmente, no solo está presente el sentido de la vista sino que se perciben sonidos, olores, sabores y sensaciones táctiles.
Las fantasías sexuales masculinas son más concretas, sin demasiados rodeos ni argumentos, y absolutamente visuales. Los otros sentidos tienen una importancia menor, resaltándose todo lo referente a la interacción genital (coito vaginal, coito anal, sexo oral). Es destacable la ausencia de elementos afectivos o románticos, que en caso de presentarse no son los que más estimulan el deseo, la excitación o el orgasmo. Están más asociadas a situaciones límite, fuera de lo común, por ejemplo el sexo grupal, el sadomasoquismo, el voyeurismo. El centro de atención no es el mismo hombre, sino la otra persona que se está imaginando (sea mujer o varón, de acuerdo a su orientación sexual).
Es clave entender esta diferencia, ya que cuando estás en pareja necesitás conocer cuáles son las fantasías del otro, dar a conocer las tuyas, y encontrar un punto en común que les permita pasarla bien.
Ahora sí, vamos al tema central. Las fantasías eróticas son realmente poderosas. Te voy a contar algunos de sus múltiples beneficios, para que los puedas poner en práctica.
-Incentivan el deseo. Pensar en escena eróticas que sean excitantes para vos, es un motor para promover el deseo de pasar a la acción.
-Potencian las sensaciones. Poner una fantasía en tu cabeza prepara tu cuerpo para sentir más intensamente.
-Permiten ensayar nuevas opciones sexuales. Con la mente podemos jugar, cambiar personajes, lugares, acciones, en fin, hacer lo que tengamos ganas sin ningún tipo de inhibición, ya que lo único que tiene consecuencias reales es la conducta. Entonces podrás buscar alternativas novedosas de placer, y luego elegir de a dos cuáles llevar a la práctica para romper con la monotonía sexual.
-Ayudan a manejar los pensamientos negativos. Cuando ciertas preocupaciones y pensamientos interfieren en el disfrute, colocar en la mente una fantasía de las que más te excitan es una manera de conectarte de nuevo con el placer sexual.
Las fantasías son parte de tu privacidad, y solo las vas a compartir si realmente lo deseás. Si te parece que tu relación de pareja puede beneficiarse de comentarlas, entonces es muy positivo hacerlo. Entre los dos van a decidir si realmente vale la pena llevarlas a la acción, porque a veces no es conveniente. Algunas fantasías mantienen su poder si se quedan en ese plano, lejos de la realidad. Otras son riesgosas, considerando que en la práctica podrían tener consecuencias imprevistas que no aparecen cuando están en el pensamiento. Pero quizás haciéndole algunas modificaciones o adaptaciones sean practicables y sumamente excitantes. La pareja debe tener el equilibrio para aprovechar el potencial de las fantasías, elegir las que van a hacer realidad y mantener a otras en reserva.
Más información sobre este tema en mi libro EL EROTISMO INFINITO. Un viaje desde la monotonía sexual hacia el increíble mundo del erotismo.
El próximo martes a las 10 AM tendremos un hangout tratando este tema, dándote consejos para que este mundo de fantasías sea tu aliado y te permita incrementar tus potenciales eróticos. Te espero. http://www.youtube.com/watch?v=9aF8tto4qcI&feature=c4-overview&list=UU2F-EyaESNB6rwBrs4XzJmw