El Cuento

Publicado el ricardogonduq

¿Qué ha hecho Duque por Venezuela?

El presidente se quedó con el pecado y sin el género. Se la jugó para que el 23 de febrero fuera un día igual de histórico a la caída del muro de Berlín –como él de forma grandilocuente dijo– pero lo cierto es que nada se logró. Duque mantiene vivo el fantasma de la intervención militar, lo que asusta a los colombianos, pero no recurre a ella porque conoce sus graves consecuencias, lo que molesta a los venezolanos anti-maduristas.

Impulsado por lo que dijo y no tanto por lo que hizo frente a Venezuela, Duque subió su favorabilidad del 29 al 42%, según el Gallup Poll.

Por: Ricardo González Duque

En Twitter: @RicardoGonDuq

El artículo del New York Times publicado este domingo, que parece ser la prueba de que las fuerzas represoras de Maduro no fueron las responsables de la quema de los camiones con la ayuda entregada por Estados Unidos, terminó rebatiendo el único resultado que defendían algunos del espectáculo que vivimos hace dos semanas. Los que justificaron la idea de entrar la ayuda “Sí o Sí” y que desestimaron el adoctrinamiento de las fuerzas armadas venezolanas, mantuvieron el discurso de que la quema de los vehículos era una demostración más del carácter inhumano del dictador venezolano, pero los videos dan cuenta de que al menos eso resultó siendo mentira.

Incluso el gobierno Duque tendrá que dar explicaciones por una grave acusación del periódico estadounidense, según la cual funcionarios colombianos editaron y no entregaron completo el video para generar la idea de la responsabilidad de los fieles armados a Maduro. Pero esa explicación, seguramente, no llegará.

De Cúcuta ya se fueron los aviones privados de los cantantes, también dio media vuelta la gran mayoría de los medios, con sus periodistas y cámaras, y ya no está el presidente Duque, quien con el exagerado show de la frontera, cerró el ciclo que lo llevó a subir en las encuestas. Los colombianos, asustados de nuevo por el ‘coco’ de Venezuela, volvieron a darle su confianza al mandatario que pudiera espantar esos miedos. Igual que en campaña.

Puedo coincidir con quienes dicen que Venezuela tenía tres presidentes -por el papel del colombiano- además que él ya no estaba gobernando para nosotros y que a este gobierno le interesa voltear a mirar a Maduro para tapar lo que ocurre en Colombia. Todo eso es verdad. Pero realmente, por Venezuela, el presidente Iván Duque no ha hecho absolutamente nada que haya dado un solo resultado. A los venezolanos, que tanto dijo que le importaban, en realidad los usó.

Si usted le pregunta hoy a un venezolano anti-madurista qué quiere que pase en su país, ante la impotencia de que nada resulta, le va a responder que quiere una intervención militar ¡Ya!. Que entren los gringos (salvadores, libertadores) como sea, incluso pasándose el territorio colombiano –qué más da– y saquen de inmediato a Maduro del poder. Esa es su obsesión. Y claramente Duque no la puede satisfacer.

No puede porque entiende, por sentido común, pero también por opinión del expresidente Uribe, que meter militares estadounidenses a Venezuela y usando a Colombia, puede ser darse un tiro en el pie. No solamente porque hoy la mayoría de los colombianos rechazamos esa salida, sino porque tampoco es claro el éxito que puedan tener 5 mil, 10 mil o, seamos exagerados, 50 mil soldados gringos, buscando tumbar a Maduro y sus secuaces. En Irak fueron más de 170 mil luchando contra 350 mil hombres de Hussein y ya sabemos las consecuencias que aún hoy padecen en esa zona del mundo. ¿Se imaginan esa lucha contra los hombres de Maduro que entre fuerzas regulares e irregulares pueden ser más de medio millón de armados?

Al presidente Duque le queda, entonces, su cacareado “cerco diplomático”. Si le funciona tendría que ganarse un nobel de paz porque sin disparar una sola arma habría logado que Rusia, China, Cuba, los militares chavistas, los colectivos, el ELN y Hezbollah, se hicieran a un lado para permitir el ascenso de Leopoldo López, el verdadero poder detrás de Guaidó. Pero siendo realistas, eso no va a ocurrir.

De modo que, el papel de Duque sin avalar la intervención militar que Estados Unidos tampoco está muy convencido de hacer, queda realmente en acciones inocuas, con las que el régimen de Maduro empieza a buscar alternativas, como frente a la renta petrolera. El regreso de Guaidó hace una semana a Venezuela dejó en un grado de estancamiento las “próximas acciones”, como las llama el jefe interino de la oposición, que solo podrían reactivarse después de este fin de semana por la entendible indignación, rabia e impotencia que significa la falta de luz que por más de 80 horas viven en la mayoría del país.

Corren el riesgo hoy los representantes del Grupo de Lima junto a Estados Unidos, de graduar definitivamente a Venezuela de otra Cuba, bloqueada económicamente en detrimento de sus habitantes, pero con el régimen aún en el poder.

¿Qué ha cambiado en Venezuela después del show que protagonizó el presidente Duque el 23 de febrero en la frontera? No ha sido liberado ni un solo preso político, no han cesado los problemas de escasez, ni la represión de la guardia de Maduro, sigue igual la inseguridad en Caracas y lamentablemente el bolívar solo sigue sirviendo para que por caridad lo compren en las calles de Bogotá.

Pasan los días y los venezolanos ya se están dando cuenta: El presidente colombiano no ha hecho nada por ellos y en realidad solo los usa como bandera política, de nuevo, como en campaña, para decirnos a los colombianos que él y el uribismo son la opción para no convertirnos en una segunda Venezuela. Duque está como ese vecino que sale a la calle únicamente para criticar al que vive al lado, pero deja la puerta cerrada para que no le miren lo que está mal en su casa. “Candil de la calle y oscuridad de su casa”, como dijo AMLO, obviamente con un interés político opuesto.

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