El Cuento

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¿Duque puede quedar por fuera de la segunda vuelta? Dilemas y pronósticos para el 27M

Alejar a Uribe o seguir haciendo campaña junto a él con el riesgo y las ventajas que implica. Radicalizar el discurso o moderarlo para no parecer chavista. Generar emociones, contra la propia personalidad del candidato. Apostarle todo a las maquinarias. Seguir advirtiendo que “se están tirando la paz”. Estos son los dilemas que afrontan las cinco principales candidaturas presidenciales para la elección del 27M. Mientras tanto, la combinación de pronósticos para ese día va desde Duque ganador en primera vuelta, hasta unos poco probables como Petro-Vargas Lleras o Petro-Fajardo.

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Por: Ricardo González Duque

En Twitter: @RicardoGonDuq

La llegada de mayo debe estar generando un fuerte efecto psicológico en las cinco principales campañas a la presidencia de Colombia. Un frenesí, un nerviosismo y una esquizofrenia que nos dejará ver lo peor de cada lado en lo que falta hasta la elección del último domingo del mes. Unos candidatos le están apostando a que no se les queme el pan en la puerta del horno y otros lo dejarán todo en la competencia, para conseguir el tiquete a la segunda vuelta.

Después de publicada la segunda ola de encuestas tras las elecciones de Congreso, se mantiene el orden, aunque hay un cambio ligero en las tendencias. Es evidente que Duque cae, Petro sube con fuerza, Fajardo y Vargas Lleras suben aunque con menos fuerza y De la Calle se estanca. Por eso, las candidaturas están experimentando una serie de dilemas que tendrán que resolver en cuestión de días.

En la de Iván Duque, tendrán que decidir si se radicalizan y se vuelven más uribistas o deciden que es mejor que el expresidente Uribe se esconda un poco, tras las polémicas que armó por el “buen muerto” y “los profesores son la fuerza de la calumnia”, dos frases que generaron resistencia hasta en el Centro Democrático. Contrario a lo que ocurrió en la recta final de 2010, cuando la campaña de Santos sacó una cuña en la que imitaban la voz de Uribe pidiendo votar por él y en la de 2014, cuando Uribe empezó a aparecer en los afiches con Zuluaga, este año es probable que al expresidente lo mantengan a metros.

Por los lados de la Colombia Humana, tendrán que definir si siguen exponiendo ideas como la de pedir la venta de Incauca a la familia Ardila Lülle, lo que le genera aplausos inmediatos en las plazas a las que llega, pero alimenta el fantasma del castrochavismo; o calman los ánimos de su discurso para conquistar a un electorado de centro izquierda, que podría convencerse de votar por él si llega a la segunda vuelta. El reciente trino en el que pide respeto por Uribe después de que algunos seguidores suyos en Santa Marta lo llamaron “asesino”, podría dar una pista de esa moderación.

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En la Coalición Colombia de Sergio Fajardo, el dilema del último mes pasa por la emoción. ¿Cómo hacer para que el candidato que menos resistencia genera y que mejor podría disputarle la presidencia al uribismo en segunda vuelta, realmente emocione y convenza a los indecisos e incluso a los que se han ido a donde Petro o están donde De la Calle? Con Fajardo ocurre que muchos lo ven como el amigo romántico, detallista, el que sería fiel, el que es juicioso y tiene un buen trabajo, pero que no logra enamorar. En otras palabras, al que tienen en la friendzone. A pesar de su timidez y de su personalidad pasiva, el reto que tiene estas semanas Fajardo es generar emociones, que en política a veces pasan por el miedo y la acusación al rival, algo que ya ha intentado hacer con los dos punteros, al insistir en que esta elección “no está entre Duque y Petro”.

Para Germán Vargas Lleras, un hombre predestinado a ser presidente de Colombia, por su familia y su carrera, hay más incertidumbres que dilemas. Hace unas semanas su campaña ya resolvió tres dilemas: el de ser el candidato del presidente Juan Manuel Santos, por ahí mismo, el de apoyar más decididamente el proceso de paz para mostrarse como un candidato de centro y el de recibir los apoyos de todos los partidos políticos tradicionales, en una especie de Unidad Nacional 2.0. Lo que le queda ahora es la incertidumbre de que esto último le funcione, que el 27 de mayo los políticos saquen a su gente a votar motivados por la razón que sea, el todo vale, y pueda dejar boquiabiertas a las firmas encuestadoras, que a pesar de las adhesiones no le dan más del 9% en la intención de voto.

Vargas Lleras tiene dos precedentes, uno a favor y otro en contra de su apuesta: el positivo, el de la segunda vuelta de 2014 cuando la maquinaria fue determinante para que Santos le ganara a Zuluaga. El negativo, el del plebiscito de 2016, en el que las maquinarias de todos los partidos resultaron derrotadas por la sencilla y barata campaña del No, como lo admitió Juan Carlos Vélez.

La otra campaña que ya resolvió su dilema es la de Humberto De la Calle, que se jugó lo último que le quedaba con su advertencia del domingo pasado de “se están tirando la paz”, junto al llamado para que a los acusados de Farc no los extraditen antes de resolver su situación jurídica en Colombia. La controvertida posición lo alineó con Timochenko e Iván Márquez, quienes aplaudieron su declaración y aunque él mismo admitió que sus asesores le recomendaron no decir lo que dijo, esta salida quizá se convirtió en su comodín para jugar en segunda vuelta y evitar que el legado que dejó con la firma del acuerdo de paz, se haga realmente trizas, como no se cansa de advertir que sucederá con Uribe (Duque) en el poder.

El pronóstico

“Extra: Confirmado. La segunda vuelta será entre Iván Duque y Germán Vargas Lleras, según pronósticos de la firma Cifras y Conceptos”. Así se escucha en una publicidad política pagada que circula en todos los medios por estos días. César Caballero, el gerente de esa encuestadora, puso de moda en el país una nueva medición de pronósticos que combina el voto de maquinaria con el voto de opinión, dándoles porcentajes arbitrarios a uno y al otro. Una apuesta por supuesto arriesgada para él, que ya había cometido grandes errores en las elecciones regionales de 2015, cuando por ejemplo se equivocó en los ganadores para la alcaldías de Cali y Medellín.

Como los pronósticos están de moda, también de forma arbitraria, sin mayor sustento estadístico, podremos mirar los escenarios de la votación del 27 de mayo.

Iván Duque puede ganar en primera vuelta si durante este mes hay nuevos escándalos que involucren a líderes de las Farc que hayan seguido delinquiendo, con lo que le daría validez a su propuesta de “reestructurar” el acuerdo de paz. Una idea, no obstante, sería engañosa pues ya está acordado que quien cometa un nuevo delito será juzgado por la justicia ordinaria. Duque hoy tiene un 41% según la encuesta de Invamer, por lo que le faltaría algo más del 9% para ganar en primera. Un impulso que también podría darle un crecimiento desmesurado de Gustavo Petro.

La otra posibilidad que tiene el uribista es mantenerse en el techo que parece haber encontrado después de la consulta del 11 de marzo y pasar a segunda vuelta tranquilamente con los ahorros que le significó lo que algunos llamaron ‘el huracán Duque’, creado por los 4 millones que obtuvo en la consulta con Ramírez y Ordóñez.

Pero Duque también podría quedar por fuera de la segunda vuelta. Aunque desde 2002 no ha habido un uribista (incluido Uribe) que no se pelee la presidencia del país, ganando en primera vuelta o pasando a segunda, la intención de voto por Duque, aunque de forma lenta, parece ir a la baja. Además, ha llamado la atención una frase del exvicepresidente Germán Vargas Lleras al final de su entrevista con Hora 20, donde dijo que no sería extraño que la segunda vuelta fuera entre él y Gustavo Petro, un pronóstico que prendió las alarmas entre los uribistas. Al día siguiente, el expresidente Uribe le escribió un mensaje a través de Twitter que fue interpretado como una amenaza de un lado y del otro. Por todo eso, no es gratuito que algunos uribistas crean que podría repetirse la historia del hacker que en mayo de 2014 puso en jaque la candidatura de Óscar Iván Zuluaga.

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Aunque es improbable que Gustavo Petro gane en la primera vuelta, ya no es tan lejano que gane la primera vuelta. Una sutil diferencia que implica que Petro quede primero en la elección del 27 de mayo, pero no le alcance para ser presidente de inmediato. Según registran las encuestas, el pulso de la plaza pública y el voz a voz, es innegable que Petro ha venido creciendo en la intención de voto de forma más acelerada que sus rivales. El discurso populista, efectista o necesario, dependiendo la orilla que esté, le ha servido para atornillarse en el segundo lugar y tener casi asegurado su paso a la elección del 17 de junio.

Pero Petro también podría quedarse por fuera de esa elección, dependiendo del comportamiento que tengan las campañas de Fajardo y Vargas Lleras, que podrían dar la sorpresa. Y a pesar de que por fortuna la situación en Venezuela no ha tenido el protagonismo que otros hubieran querido en esta campaña, no hay que olvidar que una semana antes del 27M habrá elecciones presidenciales en ese país y la reacción que se genere frente a esa votación que tiene las cartas marcadas a favor de Maduro, podría tener su coletazo en Colombia.

El pronóstico sobre Fajardo da cuenta de estas opciones: llegaría a segunda vuelta seguramente con Iván Duque, se quedaría en el tercer lugar que hoy le dan las encuestas o terminaría cuarto, relegado por un crecimiento súbito de Germán Vargas que sería alentado por las maquinarias. El paso de Fajardo a la segunda vuelta dependerá de que crezca en la región Caribe donde inicia una gira esta semana, además que cale el discurso según el cual el exgobernador es el único que puede vencer al candidato del uribismo si van juntos a la elección del 17 de junio y que pueda reclutar a los indecisos que siguen siendo muchos, a pesar de que las encuestas los hayan reducido al mínimo.

Todo lo anterior le implicaría robarle votantes a Gustavo Petro, quienes podrían apelar al voto útil para que llegue un candidato que pueda vencer al uribismo. Por eso desde la campaña de Fajardo, ya han salido dardos contundentes contra la Colombia Humana en los últimos días.

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La sorpresa más grande podría ser la de Germán Vargas Lleras. Y no es porque sea buena ni mala, sino porque justamente lo que sorprendería de verdad sería que el ex vicepresidente pase a segunda vuelta, a pesar de todo. A pesar de su imagen negativa, deteriorada en igual proporción por el efecto coscorrón y su permanencia en el gobierno del presidente Santos, a quien insiste en no traicionar. Las posibilidades de Vargas Lleras están en sumar automáticamente los votos de Cambio Radical, el Partido de la U y unos sectores de los partidos Liberal y Conservador para llegar a la cifra que tiene como meta su campaña: algo más de 4 millones de votos. A pesar de los difíciles que son los endosos en estos partidos, la votación definitiva que tenga el experimentado Vargas Lleras el 27M, resolverá la duda sobre la naturaleza de la elección presidencial, si es de voto de opinión o de maquinaria.

“Contra todos los pronósticos” como dice la más reciente publicidad política de Humberto De la Calle. Así sería un eventual paso suyo a segunda vuelta, pues en las últimas mediciones, el candidato liberal ha caído al sótano con menos del 4% de la intención de voto, por lo que parece que sus electores aunque no se haya logrado una alianza formal, se están moviendo hacia Sergio Fajardo para llevar al “centro” a la segunda vuelta. Si De la Calle tuviera hoy la intención de voto de Fajardo o al contrario, Fajardo tuviera el ímpetu del discurso de De la Calle, seguramente este mes esa fórmula alcanzaría a pasar a segunda vuelta. Pero la mezcla no existe. Y es que De la Calle es quien con argumentos más controvierte en los debates al puntero en las encuestas, es quien le ha puesto picante a esas discusiones y quien ha logrado que el proceso de paz siga en la agenda de la campaña electoral. Pero es improbable que le alcance para llegar al 17 de junio.

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Su intención, tal vez, va por otro lado. En la manifestación del día del trabajo, cuando se subió a la tarima de la Plaza de Bolívar con las candidatas a la vicepresidencia Claudia López y Ángela Robledo, después de haber caminado unas cuadras con la pancarta que insistía en su mensaje de “se están tirando la paz”, De la Calle dejó ver que ya está pensando en un juego para la segunda vuelta, en el que podría apoyar a Fajardo o Petro. El mensaje para darles el voto podrá ser muy parecido al de muchos de los que se lo dieron a Santos en la segunda vuelta de 2014: “Por la paz y solo por la paz”.

Duque-Petro, Duque-Fajardo, Duque-Vargas Lleras, Petro-Vargas Lleras, Petro-Fajardo, en orden de las más a las menos probables, son las combinaciones para la elección del 17 de junio. Así está el tablero hoy, pero no se equivoca quien dice que en política una semana es mucho tiempo, por lo que estos días el nerviosismo, el frenesí y la esquizofrenia de las campañas para llegar a la segunda vuelta, seguramente será mayor del que nos podríamos imaginar.

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