El Blog del Cerebro

Publicado el Virginia Rojas Albrieux

La Respuesta de relajación

El estrés, denominado el Mal del Siglo XXI, es el detonante de múltiples enfermedades y sintomatologías que nos aquejan.
Investigaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard concluyen que entre el 60 y el 90% de las condiciones físicas que nos llevan a visitar al médico son inducidas por el estrés.

El estrés desencadena en el organismo un conjunto de respuestas fisiológicas involuntarias, tales como un incremento en el metabolismo, en la frecuencia cardíaca, en la presión arterial, en la tasa respiratoria y en la tensión muscular. Estas respuestas fisiológicas ocurren cada vez que nos enfrentamos a una situación que interpretamos, consciente o inconscientemente, como “amenazante”. Dicha respuesta, crítica para la supervivencia en el hombre primitivo, prepara físicamente al cuerpo para “luchar o huir”. En la modernidad no solemos enfrentarnos a las situaciones amenazantes a las que se enfrentaban nuestros antecesores (como por ejemplo, ataques de depredadores); sin embargo esta respuesta se ha mantenido en el hombre moderno y se dispara frente a los permanentes cambios y desafíos típicos de esta época. La continua precipitación de la respuesta al estrés va afectando nuestro sistema inmunológico, hormonal y digestivo. Prácticamente afecta todos los tejidos de nuestro cuerpo y va sentando las bases a un sinnúmero de condiciones que hacen mella sobre nuestra salud y bienestar, como pueden ser hipertensión, enfermedades cardíacas, problemas gastrointestinales, dolores articulares, dolores de cabeza y migrañas, dolores crónicos, infertilidad y muchas otras. A nivel psicológico, el estrés crónico puede ocasionar ansiedad, depresión y burnout (o Síndrome de Agotamiento Profesional).
Afortunadamente la Medicina Mente/Cuerpo nos brinda herramientas para manejar el estrés y sus efectos nocivos. Este sistema maneja un interesante y útil concepto denominado Respuesta de Relajación, que consiste en un conjunto de cambios fisiológicos que extinguen aquellos de la respuesta de estrés o de “lucha o huída”. La respuesta de relajación por ejemplo, disminuye el metabolismo, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la tasa respiratoria y la tensión muscular (¡se produce todo lo contrario a lo que sucede en el estrés!).
La respuesta de relajación, a diferencia del estrés, se provoca generalmente de manera consciente y requiere ser practicada; es un estado de profundo descanso que puede tener efectos duraderos a lo largo del día, si se practica con regularidad. Para desencadenarla necesitamos desarrollar algunas técnicas que nos ayudan a “soltar” más profundamente de lo que generalmente logramos hacerlo sin ayuda, o espontáneamente. Algunas de las técnicas que la provocan son: La meditación, el yoga, la contemplación, el mindfulness, los ejercicios de relajación, la respiración diafragmática, el entrenamiento autogénico, la oración repetitiva o la repetición de un mantra, el Tai Chi, la imaginería (o visualización), el ejercicio físico repetitivo, y muchas más. Todas estas técnicas tienen dos componentes básicos en común, que son el secreto para lograr la respuesta de relajación en el organismo: la repetición de una palabra, sonido, oración, imagen o actividad física, y el retorno pasivo a la repetición cuando otros pensamientos importunan. Cuando estos dos pasos básicos se manifiestan, la cadena de pensamientos cotidianos se rompe.
La respuesta de relajación literalmente transforma positivamente nuestra fisiología. Los cambios frecuentemente reportados por las personas que practican estas técnicas son: disminución de los síntomas físicos relacionados al estrés (por ejemplo la hipertensión, el colon irritable, el insomnio, etc.), disminución de la ansiedad, alivio de la preocupación compulsiva, la autocrítica y los pensamientos negativos, aumento de la concentración y mayor toma de conciencia, mejoramiento del sueño, mayor aceptación de uno mismo, y mejor desempeño y eficiencia en las labores realizadas. Las personas que practican la respuesta de relajación describen experimentar más paz, más energía, mayor aceptación, mayor gozo, menor preocupación por el pasado y el futuro y mayor capacidad de disfrutar del presente.
Usted a través de la experiencia podrá darse cuenta cuales técnicas le funcionan mejor. Lo aconsejable es practicar la respuesta de relajación cotidianamente. También se pueden practicar a lo largo del día, durante unos segundos, o varios minutos, mini ejercicios de relajación (cuando tenga un momento: después de almuerzo, durante un trancón, haciendo una fila, o porque se siente algo tenso o tuvo alguna situación incómoda o antes de entrar a presentar un examen, o si está desvelado, etc.)

Algunos Mini Ejercicios de Relajacion (Ojos abiertos o cerrados)

Mini 1: Tome una respiracion profunda y sostengala por unos segundos. Luego, muy lentamente vaya soltando la respiracion mientras se enfoca y repite una palabra (ej. paz, amor), frase (ej. ¡§Yo estoy en paz¡¨, mantra, etc.) u oracion (ej. El Rosario).

Mini 2: Inhale por la nariz y luego exhale por la boca. Repita esto diez veces. Enfoquese en como al inhalar el aire se siente un poco frio y como al exhalar se siente tibio.

Mini 3: Coloque una mano sobre su abdomen. Mentalmente cuente mientras inhala: uno, dos, tres cuatro. Y luego, mientras exhala: cuatro, tres, dos, uno.

Mini 4: Visualice un cuadrado asi: Inhale y simultaneamente visualice una linea vertical y luego una horizontal. Exhale y visualice otra linea vertical y otra horizontal de manera

Comentarios