Don Ramón, psicología laboral

Publicado el ramon_chaux

¿Es Usted Competente?

No hace mucho tiempo nuestra inclinación o afinidad laboral la hacíamos con la pregunta: ¿Para qué soy bueno? La respuesta pasaba por nuestros gustos, deseos y también, claro está, por nuestras habilidades.

En el mundo laboral de hoy se ha insertado el término de “competencias” para definir en qué áreas o aspectos debe sobresalir un candidato a un empleo para ser aceptado. Explicarlo técnicamente requeriría de algún tiempo, así que veamos este término en un mundo práctico:

Necesitamos un policía. Si, de esos verdes que andan en moto o en patrullas y que salvaguardan nuestra honra y bienes. ¿Cómo podemos ver el término de competencia laboral en un tipo de cargo como este?

Pues bien. Empecemos diciendo que si hemos de tener que contratar a un policía desearíamos a una persona equilibrada, que no responda impulsivamente y que enfrente bien las situaciones difíciles. ¿Se imaginan a una persona armada y disparando porque desde una multitud le recordaron a su amada progenitora? Pues bien, entonces a esta primera competencia le llamaremos estabilidad emocional: una persona prudente, que mide las consecuencias de sus actos y que tiene su personalidad y autoestima suficientemente bien puesta como para anteponer el buen sentido común antes de perder el estribo.

Perfecto, ya tenemos la persona emocionalmente madura. ¿Es suficiente? Pues creo que no. Necesitamos también que este servidor público tenga pudor, ética o sentido de la norma y la ley. No querríamos que esta persona abuse de sus poderes para su propio beneficio. A la cualidad de evitar cometer violaciones a la ley y cumplir siempre la norma le llamaremos ética o integridad.

Ahora contamos entonces con dos cualidades principales para nuestro policía: estable emocionalmente y además con alto sentido de ética. ¿Podemos creer que estas son cualidades suficientes para nuestro servidor público? La respuesta es un rotundo no.

¿Se imaginan a nuestro agente que apenas escucha una bala, una explosión o ve que la gente corre se esconde debajo de una mesa? Muy bien. Necesitamos que esta persona sea valiente. Que se enfrente a los riesgos con temple. A esta competencia de poder enfrentar riesgos manteniendo la suficiente calma para seguir actuando de acuerdo a los procedimientos le podremos llamar arrojo, valentía o coraje.

Ya tenemos nuestro cuidador público con ética, estabilidad emocional y con arrojo. Si quisiéramos ser un poco más exigentes podríamos incluir una cuarta competencia: no quisiéramos que nuestro policía fuera engañado fácilmente o le costara trabajo entender situaciones complejas hasta tal punto que los hábiles y resbaladizos delincuentes les engañen u oculten fácilmente evidencias o intenciones. Tendríamos que agregar entonces una cuarta competencia que podríamos llamar habilidad analítica, lo cual nos aseguraría que el servidor público sabrá interpretar adecuadamente signos de peligro, se expresa bien y analiza las situaciones de una manera lógica.

Hasta ahora hemos mencionado competencias de personalidad o actitudinales. También existen otro tipo de competencias así que tenemos que incluir que nuestro policía tenga buena puntería (competencia psico-motora), buen estado físico  y capacidad para soportar turnos nocturnos o incluso desplazamiento geográfico.

Juntamos entonces unas “maneras de ser” que están relacionadas con la personalidad del candidato junto con otras habilidades más de tipo técnico o físico para tener un candidato idóneo para nuestra vacante.

Ya no es suficiente entonces el “pa´ qué soy bueno”. Hoy en día la selección se hace en base a estos requisitos determinados para cargos que si bien no garantizan 100% el buen desempeño, por lo menos lo hacen más viable o más probable.

¿Ahora puede usted pensar en las competencias de un cocinero? ¿Un piloto de avión? ¿Un gerente? ¿Una recepcionista? La respuesta sobre cuales son las competencias clave en un cargo no siempre son tan fáciles y allí es donde entra el laborioso mundo de la psicología organizacional para ayudar a los jefes a determinar cuales son las competencias clave para un determinado cargo. Ni que decir sobre la forma de evaluar si se posee una competencia o no. Ese es un trabajo altamente  especializado del cual hablaremos mas adelante.

Espero que con este breve escrito haya hecho más claro el concepto de competencia laboral y su uso en la selección de personal.

No me quiero despedir sin antes hacerle una pregunta:

Hay una persona que desde pequeño se ha sentido atraído por las armas. Nunca abandona su pistola y tiene una mirada agresiva que oculta siempre bajo unas gafas negras. Cumple fielmente órdenes de su jefe y a la más mínima señal de peligro no duda en usar su arma de manera letal…

¿Le contrataría?

Si su respuesta es que sí, me alegra porque entonces le quedó claro el concepto de competencia, pues el sujeto descrito está buscando trabajo como guarda espaldas.

 

¡Hasta pronto!

PD/ pueden ver un diccionario gratuito de competencias en el siguiente enlace: http://ramonchaux.wix.com/competencias

 

Ramón Chaux

Psicólogo Organizacional

 

 

 

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