Detrás de Interbolsa

Publicado el Alberto Donadio

Un corredor se confiesa y acusa

El testimonio de Nicolás Quiceno Trujillo es único y extraordinario. También es muy extenso, pero tiene un valor especial. Permite conocer en la intimidad cómo funciona realmente la bolsa de valores en Colombia a través de la historia de una clienta que perdió dineró por operaciones no autorizadas.

Nicolás Quiceno Trujillo fue corredor de bolsa en la comisionista de bolsa Asesores en Valores de 2008 a 2012. Presentó su renuncia el día que le pidieron explicaciones por las pérdidas en la cuenta que manejaba la señora Dolly Rendón en Medellín. La comisionista reconoció en actas de la junta directiva que Quiceno realizó operaciones irregulares y sin autorización de la clienta. Lo mismo ocurrió en la cuenta de otra clienta.

Ante el reclamo de Dolly Rendón, la comisionista de bolsa, que hoy se llama AdCap, pidió a la aseguradora que pagara la póliza de fidelidad que las entidades financieras toman por los actos indebidos de sus funcionarios. La aseguradora se negó y el caso fue llevado a un tribunal de arbitramento que falló a favor de la aseguradora, la cual no tuvo que pagar.

Nicolás Quiceno fue expulsado del mercado de valores. En esta declaración confiesa que actuó indebidamente y acusa a la comisionista porque toleró, conociéndolas, las operaciones ilegales que él realizó.

Esta es la declaración que rindió el corredor Nicolás Quiceno ante el tribunal de arbitramento en noviembre del año 2015:

DECLARACIÓN DEL SEÑOR NICOLÁS QUICENO TRUJILLO

Audiencia del veintiséis (26) de noviembre de dos mil quince (2015)

EL TRIBUNAL, PRESIDENTA, DOCTORA GABRIELA MONROY TORRES: Entonces nos ponemos de pie para tomarle el juramento. Debo advertirle, antes de tomarle el juramento, que la Legislación Penal prevé severas sanciones para quien en una diligencia como la que usted va a rendir, falta a la verdad. Hecha esta advertencia, le pregunto si jura usted decir toda la verdad en la declaración que va a rendir. EL DECLARANTE: Lo juro.

INTERROGA EL TRIBUNAL, PRESIDENTA. PREGUNTADO: Señor NICOLÁS QUICENO TRUJILLO, en la medida en que ya tenemos la información de sus condiciones personales, le pregunto si sabe por qué está citado aquí. CONTESTÓ: Me llegó una carta diciéndome que me estaban citando para rendir declaratoria con respecto a un proceso que había entre ASESORES EN VALORES y una compañía de seguros, de unos clientes de ASESORES EN VALORES, de los cuales yo fui su asesor comercial en la época en que estuvieron vinculados a la sociedad comisionista. PREGUNTADO: O sea, para precisar le pregunto: ¿qué relación tiene usted con las dos partes o las tres partes que están vinculadas en este proceso? CONTESTÓ: En este momento ninguna. PREGUNTADO: ¿Y en el pasado? CONTESTÓ: Con ASESORES EN VALORES fui empleado de ASESORES EN VALORES durante aproximadamente cuatro años. PREGUNTADO: ¿En qué años? CONTESTÓ: Del año aproximadamente 2008 al año 2012, y fui accionista de la sociedad. PREGUNTADO: ¿Tiene usted alguna información que nos pueda narrar de lo que usted sabe de las circunstancias y de las razones que han llevado a su citación a este Tribunal? CONTESTÓ: Lo que entiendo es que ASESORES EN VALORES está haciendo una reclamación a la compañía de seguros, por unos reclamos que hicieron los clientes por unas pérdidas que se presentaron en sus portafolios, en el tiempo en el cual yo fui asesor financiero de esos clientes. PREGUNTADO: ¿Sabe usted de qué clientes se trata? CONTESTÓ: Los que me enviaron en el dato: MARÍA ELISA OLARTE DE BERNAL y GUILLERMO MESA RÍOS. PREGUNTADO: Cuando usted trabajó en ASESORES EN VALORES, ¿tuvo alguna relación con esos dos clientes? CONTESTÓ: Al señor MESA RÍOS nunca lo conocí personalmente, siempre tuve relación a través de una apoderada general que él tenía, que era la señora DOLLY ROCÍO RENDÓN VARGAS, y con la señora MARÍA ELISA OLARTE DE BERNAL, sí tuve relación con ella y con su grupo familiar. PREGUNTADO: Dividiendo o separando los dos casos, ¿durante cuánto tiempo tuvo usted relación y qué tipo de relación tuvo con estas dos entidades? CONTESTÓ: Con el señor GUILLERMO MESA fue una relación comercial que no fue solamente en ASESORES EN VALORES, sino previo a eso en dos firmas comisionistas más donde trabajé, BOLSA Y BANCA, que fue después STANFORD FINANCIAL GROUP, y anteriormente a eso, en PICHINCHA VALORES COMISIONISTA DE BOLSA, que hoy se llama GLOBAL SECURITIES; fue una relación de aproximadamente, no preciso el tiempo, pero por ahí 10 años de relación comercial. Y con la señora MARÍA ELISA, aproximadamente unos 4 años, 3 o 4 años. PREGUNTADO: ¿Puede precisarnos usted, en los dos casos, en qué consistía esa relación comercial? CONTESTÓ: En el caso de don GUILLERMO MESA, que es más precisamente con la señora DOLLY ROCÍO RENDÓN, yo era el comisionista encargado de las cuentas de DOLLY ROCÍO RENDÓN VARGAS, de su esposo, de sus tres hijos y del señor GUILLERMO MESA; era la persona encargada de operar todo lo que ellos hacían directamente en el mercado de valores. Con respecto a la señora MARÍA ELISA OLARTE DE BERNAL, tanto de ella, como de su hermano, su cuñada, su sobrino, fui el comisionista de las cuentas que ellos manejaban con ASESORES EN VALORES. PREGUNTADO: ¿Puede usted contarle al Tribunal cómo se desarrollaba esa actividad comercial que usted tenía con los dos clientes? CONTESTÓ: Bueno, la verdad es que la relación comercial era muy variada, muy variada por el tipo de productos que ellos negociaban constantemente; había portafolios de mediano plazo, había portafolios de más corto plazo. PREGUNTADO: Perdón le interrumpo: si quiere hágame la diferenciación en cada caso. CONTESTÓ: Okey, con respecto al señor MESA RÍOS tenía un portafolio que recuerdo que era muy, muy grande, con bastante valor; él tenía posiciones en acciones, tenía posiciones en acciones de muchísimo tiempo atrás, muchísimas especies, puntualmente se hacían operaciones de compra y venta de acciones; se hicieron transferencia temporal de valores, se hicieron operaciones de venta con pacto de recompra, se hacía obviamente el cobro de dividendos, de hecho ellos particularmente en esa cuenta tenían una figura bastante particular en la cuenta, que era una, espérate me acuerdo, qué pena, no conozco el término bien, las acciones estaban a nombre del señor GUILLERMO MESA pero los dividendos le eran pagados a la señora que era la ordenante, la apoderada, no recuerdo en este momento la operación, tenían una cosa particular ahí; compraban y vendían constantemente, estaban presentes en las emisiones primarias, actuaban en el mercado secundario, eran bastante activos en el mercado de valores, no solamente la cuenta del señor MESA, sino también la cuenta de la señora que era la ordenante de él y todo su grupo familiar; aparte de eso tenían también carteras colectivas y creo que hasta ahí, y no solamente con ASESORES EN VALORES, también tenían operaciones con otras firmas comisionistas de bolsa. PREGUNTADO: En lo que respecta a su función concreta, ¿cómo se materializaba día a día las distintas operaciones que usted manejó para ellos? CONTESTÓ: Había operaciones de corto plazo, había operaciones de largo plazo. Todas tenían como un proceder distinto; en algunos casos se recibía la orden telefónicamente de comprar o de vender acciones, en otros casos se recibían correos electrónicos, en alguna época la señora DOLLY, que era la apoderada iba a ASESORES EN VALORES a una sala de clientes presenciales, y ordenaba la compra y la venta de las acciones; en otros casos se manejó la cuenta con cierta discrecionalidad de parte mía, se compraron y se vendieron acciones a criterio mío, como que yo decía qué comprar o qué vender, tratando de generarle utilidad al portafolio, y eso ocurría con las cuentas de ellos en particular. Con la señora… PREGUNTADO: De pronto si quiere le voy a hacer las últimas preguntas sobre el señor GUILLERMO MESA. CONTESTÓ: Sí. PREGUNTADO: La discrecionalidad a la que usted se ha referido, ¿proviene de una instrucción que le permitía actuar, o proviene de qué? ¿Cómo se materializó? CONTESTÓ: No, el señor GUILLERMO MESA empieza transando despacio acciones, y se empiezan a incrementar el número de operaciones, en algunos casos por recomendaciones mías, en algunos casos porque el mercado así lo exigía. Se empieza a ser un poquitico más activos en el tema de transferencia temporal de valores, que era una operación supremamente novedosa en su momento, yo diría que de las primeras que se ejecutaban en el mercado de acciones, y se empiezan a comprar y vender acciones constantemente en algunas oportunidades puntuales del mercado; en ese momento particularmente las acciones petroleras estaban muy de moda, se compraban posiciones, luego se vendían las posiciones; en alguna oportunidad, si mal no recuerdo, hubo una posición que no se alcanzó a vender del todo, y eso generó una pérdida, y a raíz de esa pérdida empezamos a hacer un poquitico más de operaciones con el ánimo de recuperar lo recursos que se habían perdido en esa operación, y desafortunadamente el haber quedado expuestos en esa posición – creo que eran Petrominerales – generó una pérdida mayor en el portafolio. Entonces muchos de los movimientos se hicieron con el ánimo de recuperar precisamente las pérdidas que se habían generado en operaciones anteriores. PREGUNTADO: Pero retomando la pregunta que le hacía yo, ¿de dónde proviene la posibilidad de actuar con la discrecionalidad que usted ha dicho? CONTESTÓ: Yo creo que en gran medida de la confianza que se había presentado, de la forma cómo se venían generando las operaciones; constantemente se hacían, se enviaban reportes de las operaciones que se estaban realizando al cliente. Las operaciones se enviaban, ellos pedían cada determinado tiempo como una relación del portafolio, DECEVAL, se le enviaban los correos electrónicos de cómo estaba el portafolio; se le enviaban las papeletas de compra y venta, se le enviaban movimientos obviamente de un periodo de tiempo a otro periodo de tiempo, donde se evidenciaban los movimientos de las cuentas, normalmente hacíamos como un balance de cómo iban las cosas. O sea, había una cantidad de movimientos constantes, se generaban las operaciones y se mostraban los movimientos en la cuenta. Es que no entiendo bien la pregunta, quizá. PREGUNTADO: O sea, ¿con fundamento en qué actuaba usted con discrecionalidad? CONTESTÓ: Con la intencionalidad de recuperar las pérdidas en ese portafolio. PREGUNTADO: ¿Pero había alguna manifestación, indicación, expresión del cliente, en el sentido de facultarlo para eso? CONTESTÓ: En algún momento lo hubo; al final de la relación el cliente manifestó que no quería que se moviera más la cuenta. Pero ahí están todas las grabaciones de todas las conversaciones, donde se muestran todos los comportamientos y toda la información. Yo con ellos hablaba prácticamente casi diario. PREGUNTADO: Esa discrecionalidad a la que usted se refiere, ¿está prevista dentro de las reglas que se le otorga a un comisionista? CONTESTÓ: No, claramente no lo estaba. Yo excedí un poquitico como mis atribuciones como comercial, en base un poquito en la confianza que se me tenía, procurando como te digo recuperar esas pérdidas que se generaron, pero no, de hecho yo fui sancionado por ese comportamiento, por el Autoregulador del mercado de valores, y por tal motivo hoy no trabajo en Bolsa, fui expulsado del mercado de valores por ese comportamiento, por esa práctica. Era una práctica que, vale la pena decirlo, no es excusa, pero no era exclusiva de parte mía, era una práctica comúnmente realizada en el mercado; la firma comisionista sabía que esa practica se ejercía, todo el tiempo que esa práctica se ejercía, y finalmente, como te digo, fui castigado por ese mal comportamiento, por esa mala práctica. PREGUNTADO: Y para precisar, ¿cuál es la razón concreta para haber incurrido en esa práctica? CONTESTÓ: Como te digo, en algún momento quedó una pérdida y la intención era recuperar la pérdida de ese cliente. El trading estaba todo destinado a recuperar las pérdidas que se habían venido generando, y desafortunadamente la acción no hizo sino caer y lo único que se generó fueron más pérdidas en ese portafolio. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, ÁRBITRO DOCTOR JUAN PABLO CARDENAS MEJÍA: Simplemente para tenerlo bien claro: ¿existió en algún momento alguna manifestación del cliente o de la ordenante, pidiéndole a usted que comprara a su discreción o vendiera las acciones? CONTESTÓ: Bueno, como te dije al principio, yo nunca hablé con el señor MESA RÍOS, ni siquiera lo conocí. PREGUNTADO: ¿Fue con la ordenante? CONTESTÓ: Con la ordenante, siempre con la señora DOLLY. Las órdenes eran bastante informales. PREGUNTADO: Pero la pregunta no es si eran informales. CONTESTÓ: Pero de pronto, déjame terminar la idea, o sea, las conversaciones eran: “vamos a comprar 30.000 de esto, vamos a vender 5.000 de aquellas; compré un poquitico más, vendí un poquitico menos”. Entonces más que decirme: “usted discrecionalmente a partir de la fecha puede operar como quiera”, era como producto de esa misma informalidad que se daba en la forma en cómo se daban las órdenes. PREGUNTADO: Entonces para entenderle bien, simplemente ustedes habían venido operando de esta manera. Es decir, usted a veces compraba más, usted a veces compraba incluso otras especies de las que ellos le decían, y usted se lo informaba a ella y ella no generaba ningún reproche. CONTESTÓ: Es correcto. Al final se generó, como te digo, un reclamo; yo recuerdo que recibí un correo donde ella me decía: “a partir de la fecha no se hagan más operaciones”. PREGUNTADO: ¿Pero eso fue después de las pérdidas? CONTESTÓ: Sí, claro. PREGUNTADO: Pero antes de que se presentaran esas pérdidas, ¿no había problema con que usted hiciera otras operaciones distintas? CONTESTÓ: No, como te digo, llevábamos 10 años de relación comercial; si hubiera habido algún problema, yo creo que en 10 años hubiera… PREGUNTADO: ¿Y en esos 10 años la práctica fue esa? CONTESTÓ: La práctica, como te dije ahorita, se incrementó en el último tiempo, a raíz precisamente de las pérdidas, pero si uno mira el historial de la relación comercial, se generaron muchísimas operaciones en muchísimo tiempo y algunas de forma muy similar. PREGUNTADO: Exacto, ¿y desde qué época ocurría eso, de que usted hacía operaciones a veces sin hacer exactamente lo que le hubieran pedido? CONTESTÓ: Son 10 años de relación, en tres firmas distintas, entonces yo decirte exactamente el 4 de junio tal. PREGUNTADO: No, ¿pero llevaba varios años esa situación? CONTESTÓ: Sí, se presentó durante variado tiempo. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: O sea, ¿podría uno decir que dentro de esa relación comercial con la ordenante, esa fue una característica? CONTESTÓ: No era la principal característica, o sea, había ambos tipos de operaciones, había operaciones como más planeadas, más de largo plazo, de estructuralmente: “vamos a comprar Ecopetrol en la emisión primaria, porque”, “vamos a comprar Avianca en la emisión primaria, porque”, pero cuando existía la oportunidad de hacer un poquito de trading, lo hacíamos. PREGUNTADO: Esos reportes a los que usted ha hecho referencia, de que compró un poco más o vendió un poco menos, ¿se hacían por los medios formales y verificables del comisionista? CONTESTÓ: Hay una cantidad yo diría que absurdamente grande de información con respecto a esas operaciones, porque fueron cuatros años en ASESORES EN VALORES; hay cualquier cantidad de llamadas, correos electrónicos, correspondencia. De lo que estoy completamente seguro es que ASESORES EN VALORES le enviaba al cliente la información día a día de todas las operaciones que hacía; adicionalmente a los asistentes comerciales la señora DOLLY iba y les pedía reportes mensualmente o con cierta periodicidad, del estado de portafolio, de las compras y las ventas, absolutamente todo. PREGUNTADO: Pero eso sería como lo formal. En cuanto a la informalidad que usted nos ha relatado, ese tipo reportes como que usted me dijo que comprara tanto, compré un poco más, vendí un poco menos, ¿ese tipo de cosas quedaron? CONTESTÓ: ¿Por fuera de la oficina, me estás preguntando? PREGUNTADO: Sí, o sea, si hay alguna manera de verificar. CONTESTÓ: La trazabilidad que hay, lo que te estoy diciendo: “ve, cómprame tantas”, –“Te compré un poquito más”, eso con toda seguridad que en las llamadas lo van a escuchar. No te puedo decir exactamente en qué fecha y en qué hora, porque desconozco, no tengo la información, pero con toda seguridad que si ustedes hacen el seguimiento de las llamadas, van a encontrar cualquier cantidad de información, que van a dar fe de que yo sí informaba constantemente, que a veces no informaba incompleto, que a veces informaba bien todo lo que pasaba, a que a veces se preguntaba, que a veces no se preguntaba nada. O sea, vas a encontrar absolutamente de todo. PREGUNTADO: ¿Ese tipo de información era conocida por la firma comisionista? CONTESTÓ: Total. PREGUNTADO: ¿Esa informalidad? CONTESTÓ: ¿Cuál informalidad? PREGUNTADO: La discrecionalidad. CONTESTÓ: Sí, claro. La firma normalmente hacía gestiones de auditoría sobre las operaciones del día a día. Recuerdo incluso que muy al final, la firma al día siguiente nos enviaba un cuadro donde nos decía: “estas fueron las operaciones que se hicieron durante el día; estas operaciones, operación de compra de tantas acciones, está completa, incompleta, no se dice la especie, no se enuncia bien la cantidad, el medio no está verificable”, todo, y de hecho cuando había… PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, ÁRBITRO DOCTOR JUAN PABLO CARDENAS MEJÍA: Discúlpeme, ¿eso se refiere a las órdenes? CONTESTÓ: Sí, la firma, todos los días, al día siguiente de que tranzábamos, nos enviaba la auditoría, un informe, que nos decía: “estas operaciones tienen órdenes incompletas o que no están en el sistema”. Entonces cuando había discrecionalidad, la orden no estaba en el sistema, la orden no estaba a través de un medio verificable, y la firma, la auditoría, nos decía: “esta orden no está”. Más aun, en las operaciones que estaban incompletas, o que las cantidades no eran claras, o sea, las órdenes que no aparecían o que les faltaba información, la firma no nos pagaba comisión sobre ellas, nos desconocía el cobro de la comisión. Entonces la firma, al momento de hacer la liquidación mensual de las comisiones, nos decía: “usted en el mes hizo tantas operaciones por tal valor de comisiones, y de estas operaciones incompletas, faltantes (lo que fuera,) no le vamos a reconocer a usted las comisiones”. De hecho fue una práctica que se practicó bastante. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: Y ese tipo de reporte de la auditoría, ¿era individual para cada comisionista o era en grupo? CONTESTÓ: No, eso se lo enviaban, si mal no recuerdo, al jefe de los comerciales y a cada uno le llegaba su reporte de auditoría. PREGUNTADO: Y la situación de tener operaciones sin orden, ¿en alguna medida se legalizaba, se saneaba hacia adelante, o simplemente quedaba así? CONTESTÓ: Simplemente quedaba así. En algún momento nos decían: “estas órdenes están incompletas, hay que complementarlas”, entonces uno iba donde el cliente y le decía que diligenciara un formatico para validar algunas órdenes. O sea, en el transcurso de las operaciones hubo muchísimas cosas: primero, la firma tenía un formato de órdenes físicas, perdón, de órdenes presenciales; entonces cuando la orden no estaba, se le decía al cliente: “estas son sus órdenes del día, valídelas y firme aquí”. Creo que por recomendación de la AMV o de la Super, no recuerdo de quién fue, le dijeron a la firma que ese no era un medio transable, que no había trazabilidad en la información de esa manera, y les dijo que no podían seguir haciendo las planillas. En alguna oportunidad también había cartas donde los clientes aprobaban o desaprobaban, o no desaprobaban, ponían la firma de que habían dado la carta por escrito instruyendo algunas operaciones; en otros casos simplemente las operaciones quedaba incompletas o inexistentes. PREGUNTADO: ¿Y por qué incurrir en una conducta que no generaba remuneración? CONTESTÓ: Sí la generó al principio. O sea, de hecho a mi me iba muy bien comercialmente hablando; a mí la firma me dio premios por mi desempeño comercial, me llevaron a viajes y cosas, porque era muy bueno y generaba muchísimas comisiones a la firma, y creo que siempre lo hice. Sin embargo cuando se empezaron a generar las pérdidas en el portafolio, obviamente la reacción no fue: “hágale y usted verá qué hace, son sus pérdidas”, sino todo lo contrario: “venga a ver cómo recuperamos”, y transar y transar, buscando recuperar esas pérdidas. Entonces la motivación mía no era generar comisiones, sino ver cómo hacíamos para recuperar las pérdidas en que se habían incurrido. Era más esa la motivación, que cualquier otra cosa. De hecho en algunos casos cuando las operaciones daban pérdida, yo cobraba incluso menos de la comisión que debía cobrar, a sabiendas de que no me iban a reconocer nada, con el ánimo como de tratar de ayudar a recuperar esas operaciones, a recuperar esos recursos. PREGUNTADO: Pero la circunstancia de no reconocer una comisión una comisión de aquellas operaciones no autorizadas, ¿se dio a partir de cierto momento o se dio todo el tiempo? CONTESTÓ: No, esa fue una práctica que si mal no recuerdo se llevó a cabo durante los últimos seis, ocho meses de mi permanencia en ASESORES EN VALORES, precisamente porque era muy normal encontrarse, no solamente en mí, sino en algunos otros corredores, eso: ordenes inexistentes, órdenes faltantes, ordenes incompletas, etcétera, etcétera. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, ÁRBITRO DOCTOR JUAN PABLO CÁRDENAS MEJÍA: Usted decía que fue sancionado por la AMV. ¿Cuál fue la conducta que tipificó la AMV para sancionarlo? CONTESTÓ: La discrecionalidad. O sea, en este momento no recuerdo exactamente el escrito, pero por lo que la AMV me sancionó es por haber ejecutado órdenes por los clientes sin haber tenido la instrucción previa para ejecutarlas. De hecho en algún momento la AMV me preguntó por las pérdidas que se habían generado en los portafolios, y yo los invité a que buscaran en más plazo como las pérdidas que se generaron en periodos anteriores, y de hecho no fue ni siquiera una sanción por parte de la AMV, sino que hubo un acuerdo de términos anticipados; yo me reuní con ellos y les dije: “sí, yo reconozco que me equivoqué en esto, en esto y en esto”, y se llegó a un acuerdo anticipado precisamente por esa circunstancia. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, ÁRBITRO DOCTOR ANTONIO PABON SANTANDER: El origen del conflicto que se debate en este proceso es el tema de las acciones de Petrominerales. ¿Ahí comienza el problema? CONTESTÓ: A ver, yo diría que sí, yo diría que donde se generaron las pérdidas grandes fue particularmente las acciones de Petrominerales. PREGUNTADO: ¿Y esa operación la hizo usted discrecionalmente o esa tenía instrucción del cliente? CONTESTÓ: ¿Estamos hablando de? PREGUNTADO: De Petrominerales. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: Y de este cliente. CONTESTÓ: Sí, de este cliente, de GUILLERMO MESA. Hubo unas acciones que sí compré con autorización, y otras que no, si mal no recuerdo. La verdad es que exactamente la operación como que la tenga en mi cabeza que el día 5 de enero compré tantas, tantas y tantas, no, pero sí hubo una compra autorizada y otras que no fueron autorizadas, y hubo unas ventas autorizadas y unas ventas que se quedaron pendientes. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, ÁRBITRO DOCTOR ANTONIO PABON SANTANDER: Y esa práctica digamos un tanto informal, como ha relatado usted, ¿era solamente con ese cliente y con la otra señora, o con todos los clientes? CONTESTÓ: Con muchos clientes. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: Entonces si quiere pasemos al otro cliente; si nos describe la operatividad día a día. CONTESTÓ: Con MARÍA ELISA OLARTE, ella me llegó recomendada por un hermano de ella, el señor ANDRÉS OLARTE, con el cual tenía una relación de mayor tiempo, como de 8 años; ella tenía un portafolio en acciones de Nutresa, inicialmente, y el portafolio empezó muy quieto; a recomendación mía empezamos a hacer operaciones apalancadas como para hacer un poquitico más rentable el portafolio, y de hecho así ocurrió. En principio las operaciones que se generaron, fueron operaciones supremamente rentables; yo la llamaba y le decía: “compremos esto, que yo veo oportunidad”. –“Hagale Nico”. –“Hagamos aquello otro”. –“Hágale”, y se empezaban a generar bastantes operaciones. En algunos casos apalancándose sobre las acciones que tenía en el portafolio, en otros casos vendiendo un poquitico y volteando unas posiciones a otras. Con esa señora en particular, la verdad se tomó una posición grande en Petrominerales, apostándole a un tema de reservas probadas que tenía la compañía. La compañía tenía un nivel de reservas 1P y 2P bastante interesante, y el mercado en ese momento, no estamos hablando del petróleo hoy que está en el suelo, en ese momento el petróleo era el rey, Pacific Rubiales valía 60.000 pesos y Ecopetrol valía casi 5.000 pesos, y las petroleras para arriba; entonces identificamos que en esa compañía en particular había un castigo importante en el precio, porque el mercado estaba solamente poniéndole precio a la producción en número de barriles, y no estaba generando el valor apropiado de las reservas que tenía la compañía. En función de eso fue que se tomó la decisión de empezar a meternos en Petrominerales y aumentar la exposición. Desafortunadamente le dieron un recorte en la calificación y la acción cayó bastante, en un solo día cayó como un 30%, y a partir de ahí se empezaron a hacer compras para promediar el precio de la acción y a generar un poquitico más de trading, buscando utilidades para promediar el precio de compra de la acción. La verdad es que Petrominerales, después de mi salida, estuvo deprimida un tiempo, y después subió bastante, subió los precios de compra de ambos clientes, creo que eran algo así como 16.000 pesos o 15.000 pesos, algo así, creo que era el precio de compra, y llegó a esos niveles de precio. O sea, la apuesta no fue del todo erada, se requirió tiempo para poder haber hecho la utilidad en ellas. Muy desafortunadamente se generaron unas pérdidas grandes en el portafolio y se expuso parte del patrimonio del cliente con esas operaciones. Muchas de las operaciones eran consensuadas por la cliente y existen medios yo creo que suficientes para demostrarlo. Otras, en el mismo caso de la cliente anterior, eran discrecionales, otras estaban incompletas. De igual forma ASESORES EN VALORES le enviaba constantemente al cliente el reporte de las operaciones que se ejecutaban, las comisiones que se cobraron nunca fueron comisiones altas, ni descabelladas, ni absolutamente nada, y de igual firma cuando las órdenes estaban incompletas y cuando yo cobraba un poquitico menos de comisión precisamente porque estaban muy aporreados los portafolios, no se me pagan esa comisiones. No sé qué más quieren como que les cuente al respecto. PREGUNTADO: ¿Cuál era la forma de operar, de la manera más concreta que nos pueda usted contar, con esa firma? CONTESTÓ: Al igual que en el cliente anterior, hay diferentes tipos de operaciones y diferentes momentos. Al principio era un poquitico más lento el transar y se hacían operaciones un poquitico más esporádicamente, y a partir de que se empiezan a generar las pérdidas, el número de operaciones empieza a aumentar considerablemente. ¿Cómo se hacían las operaciones? No te voy a decir al pie de la letra la conversación, porque no las tengo, pero era algo así como: “doña MARÍA ELISA, vamos a comprar estas Petrominerales, las vendemos al final de la rueda porque de pronto suben”, o “hagamos un poquitico con esto”, o “hagamos esto con esto”, o “venga, hice esta cosa”, porque también actuaba a discreción y le decía. Nuevamente tampoco hubo nunca el día que me dijera: “a partir de la fecha, que quede grabado, usted tiene completa discrecionalidad para hacer lo que quiera en mi portafolio”. No, nunca se dio esa autorización de esa manera. PREGUNTADO: ¿Y cuáles eran las características personales de esta clienta? CONTESTÓ: Doña MARÍA ELISA es una señora relativamente adulta, puede ser como mi mamá más o menos, sé que lleva invirtiendo en acciones muchísimo tiempo. Yo creo, o no; estoy seguro que de pronto la llevé a tomar niveles de riesgo por encima de lo que realmente debía haber tomado ese tipo de cliente. O sea, yo estoy seguro que ahí me equivoqué; era un cliente que su perfil de riesgo no era tan especulador, no debí haber sido así. PREGUNTADO: ¿Y era usted consciente de la capacidad de valoración de ella de cada sugerencia o comentario que usted hacía de las circunstancias del mercado? CONTESTÓ: A ver, a ella se le enviaban igual que a todos los clientes, como te digo, reportes; ella constantemente iba a la oficina, incluso pedía cheques y me pedía cosas de cómo iban las cuentas, pero qué tanto conocimiento tuviera del mercado o que tuviera el mismo conocimiento que probablemente tenía la señora DOLLY del comportamiento de su portafolio, yo creo que no, yo creo que ella se pudo haber sorprendido un poquito más con las pérdidas; yo creo que quizá tenía más desconocimiento. Como te digo, yo creo que me equivoqué con el perfil de riesgo de ese inversionista. PREGUNTADO: ¿Y las operaciones para la señora MARÍA ELISA se prolongaron cuánto tiempo, en esas condiciones que nos ha narrado? CONTESTÓ: Por ahí un año. PREGUNTADO: En época anterior a ese año, ¿hubo operaciones para ella en condiciones diferentes? CONTESTÓ: Sí, claro. Como te digo, las operaciones empezaron muy lentas, la operatividad fue tener un portafolio quieto, después un portafolio que valía bastante dinero y al cual se podía rentabilizar un poquitico con algunas operaciones; se empezaban a hacer ciertas operaciones, de igual forma se empezaban a generar más y más operaciones, y en la medida en que el tiempo fue transcurriendo se aumentó considerablemente el número de operaciones. PREGUNTADO: ¿Y qué hizo que en un momento dado unas operaciones – en sus palabras – quietas, y que luego cambiara y entráramos inclusive a la discrecionalidad? CONTESTÓ: Una recomendación de parte mía de maximizar la rentabilidad de ese portafolio, porque era un portafolio que valía mucho dinero y que estaba completamente parado, y que se le podía sacar un poquito más de rentabilidad. Igual con el hermano de ella había venido generando operaciones y veníamos haciendo constantemente movimientos, y yo creo que en parte tratar de replicar lo que había hecho el hermano fue lo que también la pudo haber motivado a ella a incurrir en esa práctica. PREGUNTADO: Es decir, ¿las operaciones con el hermano eran de la plata del hermano? CONTESTÓ: No, son cosas completamente distintas y nunca se mezclaron para absolutamente nada, ni el hermano era ordenante de la cuenta de ella, ni ella de la cuenta del hermano, pero sí creo que compartían obviamente la experiencia, yo fui recomendado del señor ANDRÉS: “NICOLÁS QUICENO es mi corredor, es muy bueno y me ha ido muy bien con él, yo hago esto, esto y aquello”, y de hecho si tu miras el portafolio del señor OLARTE, también tenía posiciones muy parecidas a las de la hermana, o sea, yo no hacía una cosa diferente con los clientes, o sea, yo estaba invirtiendo en una posición en la cual yo creía. PREGUNTADO: De esas operaciones no autorizadas y ejecutadas con discrecionalidad, ¿la comisionista recibía su comisión? CONTESTÓ: Sí, claro. PREGUNTADO: ¿No sucedía nada similar al caso de operaciones no autorizadas en que no había? CONTESTÓ: Es diferente, porque es que quien cobra la comisión es la comisionista. Entonces te pongo el ejemplo: yo compro 100 acciones de Ecopetrol y le coloco un porcentaje de comisión a la operación; ese porcentaje de comisión estaba regulado por unas políticas en cuanto al cobro de comisiones que tenía la firma, ellos categorizaban los clientes por el tipo de clientes que eran, solicitaban una comisión mínima de 160.000 pesos por operación, y uno tenía que cumplir con esas políticas de comisiones. Entonces volvamos al ejemplo: compraba las 100 Ecopetrol al precio y yo le ponía el porcentaje de comisión, que debía dar un monto en dinero; si ese monto eran 150.000 pesos, la firma me decía: “qué pena NICOLÁS, tenía que cobrar 160; esos 150.000 no se los vamos a reconocer”. Pero si fueran 170.000, la firma me decía: “perfecto, cumplió con el requisito de que fueran más de los 160.000 pesos”, y al finalizar el mes, no inmediatamente, de hecho ni siquiera al finalizar el mes, sino el 15 del mes siguiente me entregaban a mí una parte de esa comisión, no el 100% de la comisión. La comisión se repartía de la siguiente manera: yo tenía un salario, yo tenía que hacer, si mal no recuerdo, dos veces y media, tres veces mi salario en producción. Yo me ganaba 7 millones de pesos (no es el valor exacto, pero para que entienda); me ganaba 7, tenía que generar 21 millones en comisiones. A partir del millón siguiente, o sea, si ya generaba 22 millones de pesos de comisión para la firma, la firma me decía: “perfecto, cumpliste con tu meta; ese millón de excedente te permite acceder a las comisiones”. Me descontaban los costos de las transacciones, es decir, para mi transar mucho era muy costoso, para mí, porque a mí me tocaba asumir el costo de la comisión, me cobraban el costo de la comisión y me decían: “bueno, después de cobrar los costos de la comisión, quedaron 500.000 pesos; el 40% es suyo”, y el resto era de la firma. En el caso de las operaciones en las cuales no se cumplió la política, ni cobraban el costo de la comisión, o sea, el costo de la operación, el costo de bolsa y el costo de DECEVAL me lo cobraban, y al final del día no me entregaban el 40% que me correspondía. Igual la ypráctica tampoco creo que la firma lo hiciera para lucrase ella y no lucrarme yo; todo lo contrario: era para motivar que la gente tuviera órdenes más completas, que no faltaran órdenes, absolutamente nada. PREGUNTADO: Usted nos ha dicho que en algunos momentos, cuando la situación no era favorable para el cliente, usted inclusive llegó a tener una comisión inferior o renunciar a la comisión. CONTESTÓ: Sí. PREGUNTADO: ¿Eso quiere decir que hubo una manifestación expresa suya hacia la comisionista diciendo: “aquí no me pagan comisión”, o cómo se materializaba eso? CONTESTÓ: Como te digo, yo decía: “100 Ecopetrol, por tal precio, y tanto de comisión”. Yo en alguno de esos casos le ponía: “comisión 0.01”. No el 1%, ni el 0.1%, sino ni el 0.01, como para que tuviera algún valor de comisión, pero si no cumplía. PREGUNTADO: ¿De la comisión que le correspondía al comisionista? CONTESTÓ: No, de la comisión que le correspondía a ASESORES EN VALORES para luego repartir entre él y el comisionista una vez se cumpliera la meta y se me cobraran los costos de la operación. PREGUNTADO: ¿Eso quiere decir que con esa conducta se sacrificaba la comisión del comisionista y la comisión de la firma? CONTESTÓ: No, la de la firma no se sacrificaba. PREGUNTADO: ¿Entonces? CONTESTÓ: Ah, bueno, cuando yo cobraba menos, obviamente la firma también ganaba menos. PREGUNTADO: A eso me refiero. CONTESTÓ: Si es esa la pregunta, cuando yo cobraba menos la firma claramente ganaba menos, y muy probablemente también por eso la firma me decía: “cuando usted cobre menos de 160.000 pesos, a usted no le vamos a repartir, porque tiene que cobrar mínimo 160.000”. Lo que la firma de pronto pretendía, cuando se cobraba menos de 160.000 pesos, era ganar la firma más, que se cumplieran con esas políticas de comisión. PREGUNTADO: Y esa determinación de la comisión, por ejemplo el 0.01, ¿era potestativa y voluntaria del comisionista? CONTESTÓ: Lo hacía yo, a sabiendas de que me iban a castigar por eso, de que no me daban la comisión a mí. PREGUNTADO: ¿Y cuál era la reacción de la firma ante ese tipo de conductas, si la firma también se veía perjudicada? CONTESTÓ: La firma lo que me decía es: “como no hizo la plata que tenía que hacer, no le pagamos nada”. Esa era la reacción de la firma con respecto a eso. Sin embargo yo creo que yo era un comisionista bastante productivo y rentable, yo tenía cualquier cantidad de otras operaciones y de otros clientes, que constantemente estaban haciendo muchísimas comisiones. O sea, no sé si ustedes tuvieron oportunidad de ver las operaciones mías en un día, y no estoy hablando de este cliente ni de este cliente, sino de todo mi portafolio de clientes, y eran cientos de operaciones diarias, que eran miles de operaciones al año, que le generaban a la firma muchísimo dinero, y a mi también, a mi me pagaban muy bien, yo ganaba muy bien. Pero particularmente en las operaciones en las cuales se generaron pérdidas y yo no cobraba comisión o se cobró menos de la comisión que se debía cobrar, yo no me vi en ningún momento como beneficiado. De hecho los clientes perdieron plata por una mala asesoría mía, porque yo creo que no fui lo suficientemente bueno ni responsable en el actuar con ellos; ellos dejaron de ganar plata y yo también. PREGUNTADO: Con motivo de esas actuaciones discrecionales de las que usted era consciente que no eran autorizadas, ¿estaba usted esperando que en un momento dado llegaran los clientes a presentar su problema a la firma? CONTESTÓ: No, yo estaba convencido que eso iba a recuperarse, yo estaba convencido que eso iba a recuperarse, yo creía ciegamente en eso. O sea, créanme que yo le estudié muchísimo al tema, y le pueden preguntar a todo el mundo quién era el más estudioso y yo creo que era yo, yo estaba reconvencido de la posición que estaba tomando. PREGUNTADO: Y esos diálogos con estos dos clientes, cercanos a la fecha en que ellos vinieron a la firma a reclamar, ¿hubo conversaciones, análisis con ellos? CONTESTÓ: Fue una época de mucha turbulencia, porque yo en primer lugar me fui para un viaje que me dio ASESORES, para Perú; ese viaje coincidió con lo que pasó en Interbolsa, entonces hubo una cantidad de condiciones de mercado, que obviamente hicieron que esto fuera muchísimo más crítico. ¿En qué sentido crítico? Uno, que las operaciones de apalancamiento en el mercado se restringieron completamente, entonces ya nadie prestaba plata, y ya nadie prestaba plata sobre estas acciones. Entonces obviamente el tener una posición perdedora en una acción que en ese momento estaba siendo castigada por el mercado, volvió crítico todo. Particularmente un día la señora DOLLY se acercó a mí y me dijo: “se está perdiendo esa plata, respóndame usted por ella”, y yo me asusté muchísimo, yo me asusté muchísimo, y yo incluso llegué a decirle: “claro, yo le respondo con lo que tengo”, porque es que yo me asusté mucho, y la verdad por eso fue que precisamente renuncié a la firma, porque es que yo no estaba en condiciones de tener eso; yo la verdad me equivoqué. O sea, yo reconozco abiertamente que me equivoqué en el manejo de esas cuentas y que eso le ha causado no solamente a los clientes muchísimos problemas, sino también a mí a nivel personal, económico, afectivo, todo. O sea, créanme que yo no estoy haciéndome la victima, porque claramente tuve responsabilidades en mi mal actuar profesional, pero nunca hubo un ánimo como de que perdieran plata, o “los voy a hacer perder plata”, o “me quiero lucrar de cuenta de esto”. Obviamente cuando uno hace un negocio pretende ganar, pero cuando el negocio estaba dando pérdidas, yo no estaba ganando nada; todo lo contrario. EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: Entonces yo creo que le damos la palabra a los apoderados de las compañías de seguros, que son los que han pedido su testimonio en este Tribunal y le harán unas preguntas.

INTERROGA EL APODERADO DE LA PARTE CONVOCADA CHUBB DE COLOMBIA COMPAÑÍA DE SEGUROS S.A, DOCTOR CARLOS ANDRÉS GONZÁLEZ GALVIS. PREGUNTADO: Buenas tardes NICOLÁS, dijiste ahora que respecto al portafolio de GUILLERMO MESA, las transacciones que hiciste fue para recuperar alguna pérdida inicial. CONTESTÓ: Ajá. PREGUNTADO: ¿Esa pérdida inicial obedeció también a esas facultades discrecionales, o fue algo autorizado por la señora DOLLY? CONTESTÓ: La pregunta fue similar a la que me hicieron ahorita; hubo unas compras de Petrominerales, que al salir de ellas generaron la pérdida. Exactamente la orden a, del día b, con la número 1, no la tengo presente, no la recuerdo, no sé exactamente qué tan bien estaba la orden, pero con toda seguridad que vas a encontrar muchísimas órdenes en esas acciones y en esas operaciones. Entonces decirte con certeza: “me acuerdo de tal orden o tal otra orden”, no lo recuerdo perfectamente. PREGUNTADO: Y respecto del mismo portafolio de GUILLERMO, dijiste ahora que la compañía sabía que ya había pérdidas y que vos estabas como intentando recuperarlas. CONTESTÓ: ¿Que en la compañía sabían? No, yo no dije eso. APODERADO DE LA PARTE CONVOCANTE: Él no lo dijo. REANUDA EL APODERADO DE LA PARTE CONVOCADA. PREGUNTADO: Okey, acláranos entonces. CONTESTÓ: Lo que la compañía sí sabía era que el cliente se movía mucho, que el cliente estaba sobre apalancado, la compañía también sabía que la señora DOLLY era la ordenante del señor, de hecho la señora DOLLY se cobraba todos los meses unos dividendos de unas acciones que estaban en cabeza del señor; nuda propiedad, ya me acordé, eran unas acciones en nuda propiedad. REANUDA EL APODERADO DE LA PARTE CONVOCADA. PREGUNTADO: Entendido. NICOLÁS, con las operaciones que hiciste en el portafolio de GUILLERMO MESA, ¿obtuviste dineros distintos a los salarios, comisiones o los premios que tuviste? CONTESTÓ: Jamás. De la señora DOLLY, en diciembre, recibí aguinaldos; una vez me regaló una botella de whisky, en otro diciembre me regaló dos cobijas para mis hijas, fueron las únicas cosas que yo recibí de ella. O sea, si puede haber una caja de chocolates adicionalmente a eso, estoy exagerando. Sí, nos invitó un día a la finca, a un sancocho, sancocho que nunca se concretó, pero vas a encontrar las grabaciones de que estaban ahí. Pero nunca, nunca recibí absolutamente de ella. El regalo en diciembre, sí, una botella de whisky, o sea, lo que te digo, son cosas muy normales, absolutamente nada extravagante como que uno diga: “uy, le mandaron dos millones de pesos en efectivo”. No, nunca ninguna cosa extravagante ni nada por fuera de lo habitual. PREGUNTADO: Listo, eso respecto de que te haya dado DOLLY. ¿Pero que vos te hayás apropiado de dinero de los clientes? CONTESTÓ: Jamás, jamás; categóricamente no, y yo pienso que la trazabilidad de eso es muy fácil, porque los recursos que ellos sacaban casi siempre iban de la cuenta del señor MESA, en cheques que ella cruzaba para cobrar los dividendos, o a las carteras colectivas de ellos mismos, o a pagar operaciones de los otros portafolios, y la firma sacaba los cheques con carta de instrucción del señor MESA, absolutamente todo bien. Es más, yo ni siquiera recibía la orden de girar los cheques; los recibía era la asistente comercial. PREGUNTADO: Bueno, DOLLY se queja en reclamaciones que ha presentado a la compañía comisionista de bolsa, que no había autorizado una operación repo, un repo sobre unas acciones de Nutresa. ¿Recordás algo en relación con eso; fue una operación autorizada? CONTESTÓ: Con Nutresa se hicieron muchas operaciones; las primeras operaciones que se hicieron, si mal no recuerdo, fue una transferencia temporal de valores, unas TTVs, en función de la emisión de acciones de Nutresa, y después hubo unos repos sobre ella misma. Incluso, para que sepas, algunas de las operaciones repo ni siquiera las montaba yo, las montaba otro comisionista. El volumen mío de operaciones era tan grande, que yo me apoyaba en otros comisionistas para montar ciertas operaciones. Entonces por ejemplo en algunas operaciones repo, las montaba era FRANCISCO, otro compañero; en otras operaciones me ayudaban otras personas en ese momento. Decirte la operación, como te dije ahorita, no no lo recuerdo exactamente, pero yo creo que no es sino echar mano de las órdenes y buscar esta operación y encontrar la trazabilidad o no trazabilidad de la misma. PREGUNTADO: Cuando vos saliste de la comisionista de bolsa, había una operación repo como pendiente de cumplirse, que se venía prorrogando mensualmente. CONTESTÓ: Sí señor. PREGUNTADO: Te pregunto puntualmente por esa: ¿tenes alguna explicación o sabés si estaba autorizada por DOLLY? CONTESTÓ: Esa operación era la que estaba apalancando el portafolio en Petrominerales, claramente. Las acciones de Petrominerales se tenían en el portafolio y se tenían en el portafolio contra esa operación repo, esa era la que financiaba esa posición, o sea, las acciones no se pagan solas, hay que pagarlas con plata, y esa plata salía de esa operación de Nutresa, y ella recibía todas las papeletas de todas las operaciones todo el tiempo, y los extractos y absolutamente todo. Es que de hecho era muy frecuente en la oficina, que ELISA MARÍA la conoce y ella iba mucho a la oficina, ella iba, iba el esposo, iba la hija, constantemente estaban yendo a la empresa. PREGUNTADO: ¿Por cuáles medios solía dar órdenes DOLLY a vos para hacer las operaciones? CONTESTÓ: Como les dije ahorita, las operaciones cambiaron mucho con el tiempo: primero eran operaciones 100% telefónicas; hubo una época en que ella, su hija y su esposo asistían a la sala presencial, y les daban feeds, en la planilla que les comenté ahorita; en otras oportunidades se daban por correo electrónico, y finalmente las operaciones que creo que son el motivo de esta reunión, que fueron las discrecionales que yo ejecuté sin tener autorización por parte del cliente. PREGUNTADO: Y respecto de MARÍA ELISA te hago la misma pregunta inicial: ¿vos obtuviste, te apropiaste de dineros de ella, desviaste dineros de ella? CONTESTÓ: Nunca. PREGUNTADO: ¿Dineros distintos a los honorarios y comisiones por las operaciones? CONTESTÓ: Absolutamente ninguno, nunca, y de MARÍA ELISA también recibí creo que un solo aguinaldo un diciembre, que me regalaron algo para las niñas, para mis hijas, si mal no recuerdo, fue una cosa supremamente medida, no una cosa desproporcionada. La señora era supremamente amable conmigo, demasiado querida conmigo, iba permanentemente a la oficina, retiraba cheques cada cierto tiempo para pagar que una finca en yo no sé dónde, que una cosa yo no sé donde mas, que un paseo con la familia de ella. Pero nunca recibí un peso, absolutamente nada por fuera de lo que me pagaba la firma comisionista, de ellos. PREGUNTADO: En el manejo que vos como trader hacés del portafolio del cliente, ¿qué diferencia hay en que el cliente tenga un perfil de especulación, a que lo tenga de crecimiento? CONTESTÓ: Bueno, los nombres no me los sé bien, creo que son como tres categorías. Hay un tema: cuando uno estructura o elabora un perfil de riesgo de un cliente, yo pienso que hay muchísimos factores: demográficos, socioeconómicos, obviamente el tema del conocimiento del mercado; son los indicadores que pueden llegar a determinar qué tipo de perfil tiene un cliente. No obstante lo que te acabo de decir, los perfiles de los cliente suelen cambiar. Si vos arrancaste a comprar acciones hoy porque alguien te dijo: “comprá acciones de Ecopetrol, que están en la emisión”, y vas y comprás, y sos una persona que estás ahorrando en acciones; si al cabo de tres meses llegaste a la universidad y tenés un grupo de amigos que te dicen: “vení, por qué no nos metemos al juego de la Bolsa”, y empezás a jugar con eso y a hacer trading, tu perfil de riesgo cambió. De igual forma yo creo que los perfiles de riesgo de mis clientes pudieron haber cambiado. ¿Por qué? Uno, por factores socioeconómicos; eran portafolios bastante grandes y eran personas que llevaban muchísimos años invirtiendo en acciones, creo que conocían los riesgos del mercado de acciones; dos, precisamente esa transabilidad, transar, comprar, vender, enrepar, una cosa y la otra, obviamente les iban dando, en la medida en que se iban generando operaciones, más conocimiento y sabían en qué estaban metidos. ¿Que supieran exactamente, que tuvieran cuantificado el valor de las pérdidas? Yo creo que con doña ELISA, no; con DOLLY me parece imposible de creer que ella no supiera cuánto estuviera perdiendo. Y con MARÍA ELISA, yo estoy casi seguro que en alguna oportunidad o en par de oportunidades yo le dije: “estamos perdiendo aquí, vamos a recuperarnos de esta y esta manera”. O sea, es muy difícil, porque yo no recuerdo el 100% de las llamadas ni el 100% de las conversaciones grabadas, pero si tienen oportunidad de poner a alguien a que los busque, se los aseguro que en mi trato soy muy así con las cosas. PREGUNTADO: En el año 2012, respecto de MARÍA ELISA, ¿cómo se dieron las órdenes, cómo las daba ella para las porciones? CONTESTÓ: Al principio, telefónicas, y después hubo bastantes órdenes discrecionales; eran como los dos medios, no había más. Quizá pudo haber un par de cartas para repos o alguna cosa. De hecho la firma comisionista le pedía a los clientes que hacían operaciones repo en acciones y de transferencia temporal de valores, un contrato adicional, donde ellos autorizaban. Esto sí me lo sé bien: en la venta, en el repo, vos hacés una venta con pacto de recompra; de igual forma los derechos económicos de las acciones siguen siendo tuyos. Entonces cuando hay un repo, ellos tienen que decir: “yo accedo vender y prometo recomprar”, y adicionalmente, el comprador del repo admite que los derechos económicos son del vendedor inicial recomprador final. Entonces obviamente estas personas tenían esos contratos repos autorizados. PREGUNTADO: En este caso de DOLLY, que hay un repo en la discusión, ¿ella autorizó ese repo? CONTESTÓ: No, ojo, lo que estoy diciendo es: hay un contrato marco de operaciones repo en acciones, que la firma comisionista firma con sus clientes, donde le dicen: “las operaciones repo en acciones es una operación que se sale de la compra y venta normal, usted la conoce, la autoriza”, o sea, no recuerdo exactamente cómo era la carta de autorización del repo, pero existe un marco general donde el cliente autoriza que ese tipo de operaciones se hagan, y que conocen en qué consisten y saben cuáles son los términos de esas operaciones. APODERADO DE LA PARTE CONVOCADA: No tengo más preguntas, gracias NICOLÁS. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: Yo quiero volver sobre el tema de la renuncia a las comisiones, que hay algo que tal vez no entendí bien, y es la posibilidad del comisionista de él autónomamente y libremente fijar la comisión que al final va a afectar a su empleador y al comisionista. ¿Esa era una potestad del comisionista, de decir: “esta operación que acabo de hacer tiene 10 de comisión, la otra tiene 3, la otra tiene 0.01”? CONTESTÓ: Qué pena lo bobo del ejemplo; es como si una cajera del Éxito dijera: “cuando hayan monedas de 50, no las devuelvo”. Es tanto el volumen de operaciones que yo no sé si no le prestaban atención a cada operación como cada operación; estoy hablando de que en un día hacía decenas o incluso cientos de operaciones. ¿Entonces yo qué hacía? Tenía la compra y la venta; yo al final del día decía: “esta compra doña ELISA, de tantas acciones a tal precio, tiene esta comisión”, y yo ponía un porcentaje de comisión en la orden. PREGUNTADO: ¿Autónomamente? CONTESTÓ: Autónomamente. Obviamente la firma establecía unas políticas para el cobro de las comisiones; las políticas eran la comisión mínima que se debía cobrar, 160, 165 mil pesos, o sea, no recuerdo exactamente el valor para que no sean tan literales con eso; este tipo de clientes, que son clientes que no vienen a la oficina, que tienen portafolios pequeños, hay que cobrarles mínimo tanta plata. O sea, había unas políticas en cuanto al cobro de comisiones. Que las políticas constantemente no se llevaban a cabo como debían ser llevadas, creo que era una práctica bastante habitual y no solamente de parte mía. PREGUNTADO: ¿Y en algún momento dado recibió un llamado de atención por ese manejo? CONTESTÓ: El llamado de atención era económico: “no cobró lo que era; no le pagamos”. PREGUNTADO: Aquí se ha dicho que en la auditoría de 1.000 operaciones se encontró que 500 no cumplían los requisitos, que les faltaban la orden o un elemento previo. ¿Uno podría decir que de esas 500 operaciones o de todas aquellas que se hicieron con la discrecionalidad, la comisión se sacrificó, se redujo? CONTESTÓ: Yo creo que cuantificar eso y decir de 1000, 500; de 500, 10; de 10, 1, me parece supremamente arriesgado hacer esa presión. Como les dije en un principio, las condiciones cambiaron: en principio eran unas y al final eran otras; al principio eran menos los movimientos, después fueron más los movimientos con el ánimo de recuperar esas pérdidas. Entonces establecer como un patrón que diga: “es que en todas no se cobró”, me parece osado decirlo. No, no es así. ¿Que de 1.000, 500 no tenían órdenes? Tampoco soy capaz de decir eso. O sea, había un gran número de operaciones que no tenían órdenes, o tenían órdenes incompletas, imprecisas, había un número de operaciones a las cuales no se les cobraba. PREGUNTADO: ¿Se podría pensar en un porcentaje por ejemplo de esas operaciones en las cuales se resolvió no recibir la comisión? CONTESTÓ: Eso es muy fácil, es simplemente decirle a ASESORES EN VALORES que pase la auditoría y que muestre el cuadro en Excel donde están todas las operaciones, y digan: “incompletas”, “completas”. PREGUNTADO: No, no tanto en cuanto a que estuvieran completas o no completas, sino un porcentaje de las operaciones que tuvieron reducción de la comisión. CONTESTÓ: Por eso te digo, en un cuadro en Excel, una tabla dinámica y ahí te dice de una vez: “esta es el 20%, el 5%, el 10%”. Yo calcularlo, no, no me atrevería a hacerlo. PREGUNTADO: ¿Y contra qué compara uno la comisión que debía ganar el comisionista, si había unas políticas que además no…? CONTESTÓ: No te entiendo esa pregunta. PREGUNTADO: O sea, para saber si hubo una reducción en la comisión y de cuánto fue esa reducción, o sea, el sacrificio que hizo usted en esas operaciones difíciles, ¿contra qué se puede comparar para saber cuál era la comisión que tocaba pero en cambio entonces resolvió recibir 10 en vez de 20? CONTESTÓ: Yo creo que eso es muy fácil, es simplemente coger: la operación debía cobrar una comisión, la tarifa de ese cliente era de 0.15%, por decirle alguna cosa. PREGUNTADO: O sea, ¿era por cliente? CONTESTÓ: Era por segmento de clientes, por grupos de clientes: “estos clientes con estos perfiles y estos portafolios tienen esta comisión; estos clientes que tienen portafolio de menos de 50 millones de pesos, esta comisión; estos clientes que son transaccionales, que van a la sala de clientes, tienen estas condiciones de comisión”, y había unas tablas en donde estaban segmentados los clientes. Entonces si tu vas y miras por ejemplo a una doña MARÍA ELISA o un don GUILLERMO, estaban en las tablas que tenía, eran tablas de Excel que tenía ASESORES EN VALORES en el listado en el cual eran los clientes especuladores, que se le podía cobrar una comisión más bajita, y por eso se le cobraba una comisión más bajita que al cliente 40 millones que llegaba una vez a la firma a hacer una sola operación, los clientes llamados “clientes paracaídas”, que tenían condiciones tarifarias diferentes. Ahora bien, saber cuánto se dejó de cobrar de comisión por una operación, es muy simple: si a una operación debía cobrarle el 0.15, y ese 0.15 valía 500 mil pesos, y yo le cobré 150 mil pesos: 350 mil pesos por operación. Cuantificar eso en el tiempo o en un sólo cliente y decir cuántas comisiones dejé yo de cobrar, no, más aún, yo creo que la firma en alguna oportunidad me mandó un correo electrónico o un par de correos electrónicos donde me decía: “durante este mes usted dejó de cobrar estas comisiones que valían tanta plata”. Existen correos electrónicos que tienen esas relaciones. PREGUNTADO: Me lleva a otra pregunta: esa tabla o esas reglas de juego para los clientes de las distintas características, que dice que a esos clientes se les cobra una comisión equis, ¿están en algún lugar, reglamento? CONTESTÓ: Desafortunadamente yo salí de ASESORES EN VALORES sin esa información, yo creo que había algunas cosas que tenían… ¿cierto ELISA que tenían como…? EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: No, ella no puede intervenir. Es si le consta si eso estaba escrito. CONTESTÓ: Ah, qué pena, perdón. Claro, reglamentado y en el sistema de gestión integrado, en el sistema de gestión de la calidad, no sé, no tengo ni idea, yo nunca miraba eso. PREGUNTADO: ¿Pero lo tenía entonces en la memoria? CONTESTÓ: No, nos mandaban correos: “recuerden que las tarifas son estas, estos son los clientes que pueden cobrar esta comisión y estos son los que pueden cobrar esta otra comisión”. Eso era permanentemente motivo de conversación y de discusión, porque todo el mundo obviamente quería mejorar la categoría de sus clientes para poder cobrar mejores comisiones. PREGUNTADO: ¿Y esas comisiones eran las mismas para determinado tipo de cliente, no importa el tipo de operación que se hiciera? CONTESTÓ: No, no es lo mismo una operación repo en acciones, que una operación de compra y venta de acciones. ¿Por qué no es lo mismo? Porque en la compra y venta de acciones uno compra cantidad por precio, y la comisión va a ser un porcentaje del valor de la operación. Una operación repo en acciones es una operación de neta intermediación financiera, donde la comisión está determinada por el diferencial entre la tasa activa y la tasa pasiva. Me explico, usted necesita una plata prestada; yo le presto plata al 15% efectivo anual. –“¿Cuánto me va a cobrar de comisión?”. –“Usted no se preocupe por eso, yo le cobro el 15% efectivo anual”. El que me prestaba la plata por otro lado me decía: “yo le prestó plata al 10”. Entonces yo cogía la plata de este al 10, se la prestaba a usted al 15, ¿y cuánto me ganaba yo? El 5. Cuando digo “me ganaba yo”, es se ganaba ASESORES EN VALORES. Ese 5% no crean que es tan escandaloso como el 5% del valor de la operación; es el 5% en un año, en el número de días que lleve la operación. Si yo hago una operación a un día, serían 50 mil pesos. Si debía un repo a un año, que no se puede, pero estoy siendo exagerado, sería exactamente el 5% el valor de la operación, y los diferenciadores de tasas no era como del 10 al 15, eran como de tasas del 9 al 7, del 9 al 6. El ejercicio en el cobro de la operación repo en acciones, es un ejercicio de diferencial entre tasa activa y tasa pasiva, y en la operación, en la trasferencia temporal de valores, si mal no recuerdo, porque la verdad es una operación bien diferente a la normal, uno colocaba también un porcentaje al valor de la operación, no era con una tasa, era mucho menos así el cobro de las comisiones; y en las carteras colectivas, la cartera colectiva cobraba un porcentaje sobre la ganancia que generaban los clientes. PREGUNTADO: Usted nos ha dicho que usted fue durante muchos años un comisionista muy exitoso, con unos ingresos importantes. ¿Sintió usted o fue evidente para usted, y en qué medida, que a partir de que resolvió sacrificar las comisiones por las circunstancias adversas del desarrollo de los negocios de sus clientes, se bajaron esos ingresos y podría determinar qué tanto se bajaron? CONTESTÓ: Voy a decir una cosa muy horrible: es que ganarme 10 o ganarme 15 era lo mismo. O sea, esa volatilidad en el valor de mi salario no era significativa en el nivel de ingresos que yo llegué a tener en su momento. Entonces no, la verdad no. PREGUNTADO: Y la cantidad de operaciones que hacía antes de que la situación se volviera compleja, ¿era la misma cantidad de operaciones? CONTESTÓ: En estos clientes aumentaron, pero normalmente ocurre cuando los mercados están en crisis, bien sea alcista o bajista, el número de operaciones aumenta. Entonces decirte, es que es complejo, el mercado es completamente raro; en algunas épocas unos clientes no se mueven, pero otros se mueven muchísimo; algún día todos los clientes les da por moverse a la vez, otros días es uno sentado esperando que el teléfono suene, porque no han llamado, no se mueve el mercado. O sea, son muchísimas variables, no es un solo día, ni un solo, o sea, el mercado cambia todos los días y la forma en cómo se hacen negocios, cambiaba todos los días. Entonces la verdad, como que yo dijera: “uy, se me fue mi salario a la mitad·, no, nunca ocurrió. Claramente dejé de comisionar, sí, y yo creo que la firma tiene, estoy casi seguro que sí, me mandaron unos archivos donde decían: “usted dejó de cobrar estas y estas comisiones, y es tanta plata para la firma y tanta plata para usted que se dejó de ganar”. PREGUNTADO: Y para precisar algo que ya le preguntaron, ¿si usted recibió alguna remuneración de los clientes; percibió en esas operaciones alguna remuneración de otra, de un tercero, de una parte, de alguien? CONTESTÓ: ¿Pero por qué un tercero? PREGUNTADO: No, pregunto. CONTESTÓ: No, absolutamente nada. Es que finalmente a mi me pagaban era la comisión, a mi me pagaban era la compra y venta de las acciones, la comisión a la compra y venta, y a mí el que me pagaba era la firma, no el cliente, y el cliente a mi me pagaba la plata para la firma. O sea, no te entiendo la pregunta. PREGUNTADO: Está contestada. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, ÁRBITRO DOCTOR JUAN PABLO CÁRDENAS MEJÍA. PREGUNTADO: Una pregunta frente a lo que usted mencionó hace un momento, que existían unos correos en que le indicaban que se había dejado de recibir tantas comisiones tanto para usted como para la firma. En esos casos concretos, ¿la firma le descontó la pérdida de comisiones para la firma? CONTESTÓ: No. PREGUNTADO: ¿Nunca ocurrió eso? CONTESTÓ: No, nunca. PREGUNTADO: ¿Ni tampoco el costo de la operación? CONTESTÓ: Sí, el costo de la operación sí. PREGUNTADO: ¿Ese siempre se lo descontaban? CONTESTÓ: Sí, siempre me lo descontaban. De hecho me descontaban el costo de la operación por bolsa, el costo del DECEVAL, y el IVA que pagaba el cliente. El cliente pagaba un IVA por el valor de la comisión y la firma comisionista le pagaba un IVA al DECEVAL y a la Bolsa, por el costo de las operaciones. Se supone que los IVAs se debían, y los IVAs también nos los cobraban a nosotros. PREGUNTADO: O sea, cuando usted cobraba una operación 0.1, como decía usted, ¿de todas maneras a usted le tocaba asumir el costo de la operación? CONTESTÓ: Sí. PREGUNTADO: ¿Que era mucho más de eso? CONTESTÓ: Sí, el costo de una operación variaba según el monto, había como unas tablas: entre tanto y tanto se cobra tanto, era el costo de Bolsa, y el DECEVAL sí era una tarifa fija que se distribuía proporcionalmente a todos los corredores de la firma. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: ¿Podía suceder que con el costo de la operación, en una operación que usted recibió tanta comisión, salía de ahí el IVA? CONTESTÓ: Claro, es lo que está diciendo el doctor. PREGUNTADO: ¿Y sucedió muchas veces? CONTESTÓ: Sí, en esas operaciones claro, claro que sí. EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: Adelante doctor.

INTERROGA EL APODERADO DE LA PARTE CONVOCANTE, ASESORES EN VALORES S.A. COMISIONISTA DE BOLSA, DOCTOR MARTÍN GIOVANNI ORREGO MOSCOSO. PREGUNTADO: Muchas gracias señor NICOLÁS, por haber venido, lo va a interrogar MARTÍN GIOVANNI ORREGO, yo soy el apoderado de ASESORES EN VALORES. Quisiera primero que nos contara si esas transacciones a las que usted hace referencia que realizó con discrecionalidad para ambos clientes, tanto para el señor GUILLERMO como para la señora ELISA, la realizó en su calidad de trabajador de la compañía ASESORES EN VALORES, o en la calidad de socio que nos mencionó anteriormente. CONTESTÓ: ¿De la firma? PREGUNTADO: Sí. CONTESTÓ: Pues yo no discriminaba entre una y otra, pero yo era más trabajador que socio, porque mi participación accionaria en ASESORES EN VALORES era mínima, y fue producto de un premio precisamente que la firma me dio por reconocimiento. O sea, la firma me dijo: “muy bien Nicolás, te vamos a dar estas acciones de la firma para que tengás sentido de pertenencia y para premiar un desempeño profesional con la firma”. Y sí, yo obré más como empleado de ASESORES EN VALORES que como accionista de ASESORES EN VALORES, siempre. PREGUNTADO: ¿Los socios de la compañía ASESORES EN VALORES pueden ser hacer transacciones o préstamos sin ser empleados? CONTESTÓ: ¿Transacciones o préstamos? PREGUNTADO: Sí, de este tipo de transacciones que se realizaban con los clientes como MARÍA ELISA o el señor GUILLERMO. CONTESTÓ: O sea, ¿comprar acciones a nombre de él? PREGUNTADO: Sí. CONTESTÓ: Sí, pero con autorización de la firma comisionista. De hecho yo compré acciones, ni siquiera para mi, sino a nombre de mis hijas, y le mandé a la firma comisionista solicitud para comprar acciones de la Empresa de Energía de Bogotá, en emisión primaria, de hecho para hacer un repo a nombre de ellas, todo. Yo solicité autorización para hacer la operación a nombre de mis hijas, pero eso es harina de otro costal. PREGUNTADO: ¿Entonces odas estas transacciones que realizó para MARÍA ELISA y para GUILLERMO fueron como trabajador? CONTESTÓ: Sí señor. PREGUNTADO: Usted ya nos refirió la forma de vinculación a la empresa, que se vinculó, si mal no estoy, al inicio del año 2008, ¿correcto? CONTESTÓ: Ajá. PREGUNTADO: ¿Fue una vinculación de un contrato laboral, o cómo? CONTESTÓ: A ver, fue una cosa bien particular: yo trabajaba en Bolsa y Banca, una firma comisionista, que recién había comprado una firma americana, STANFORD, y quien era en ese momento mi jefe, JUAN FELIPE ZULUAGA, pasó a ASESORES EN VALORES como gerente comercial, no recuerdo el cargo, algo así por el estilo, y él me invitó que me fuera para la firma comisionista con mi grupo de trabajo, me vinculaba directamente con ellos, y de hecho, para que yo me fuera a trabajar a ASESORES EN VALORES, me pagaron un bono de enganche, me pagaron si mal no recuerdo, como 30 o 40 millones de pesos para que me fuera a trabajar allá, como una bonificación por irme a ASESORES EN VALORES, y llegué a trabajar a la firma comisionista. Claramente mi relación con la firma comisionista era una relación laboral. PREGUNTADO: Ya usted nos hizo relación a que usted ganaba de dos formas, ganaba un salario fijo y ganaba unas comisiones. CONTESTÓ: Sí señor. PREGUNTADO: ¿Las comisiones las ganaba por qué? CONTESTÓ: El salario fijo era, si mal no recuerdo, el mínimo integral, quizá un poquito más, y las comisiones estaban dadas por varios motivos. El primero de ellos era por las comisiones en compra y venta de acciones, operaciones repo, etcétera, etcétera, y aparte contabilizaban las de las carteras colectivas, las que se generaban en carteras colectivas, y el esquema de remuneración fue como lo mencioné ahorita, yo tenía una meta mensual; a partir del cumplimiento de esa meta se me empezaba a reconocer comisión, de toda la producción que yo hacía se me descontaban los costos de transaccionales que cobraba la bolsa por esas operaciones que yo había realizado, más los costos que cobraba el depósito, y a partir de ahí me participaban de un porcentaje de esa comisión. PREGUNTADO: Usted ahora al dar respuesta a algunas preguntas, usted dijo: “yo no cobraba comisión, yo simplemente (y si lo estoy diciendo, mal me corrige) llegaba y ponía una comisión, podría poner una omisión de 00.1”. CONTESTÓ: De pronto te hago un poquito más de claridad al respecto. Siempre he dicho que ha habido diferentes momentos y no todos los momentos fueron exactamente iguales; había momentos en donde las operaciones generaban utilidad y se cobraba la comisión que se debía cobrar y que estaba estipulada, por política, por parte de la firma; en algunos momentos, cuando las operaciones generaban pérdidas, yo les cobraba menos comisión de la que debería cobrar. No seamos tan literales como el 0.001, esa literalidad no me parece que es. Es que les cobraba menos de lo que les debía cobrar en aras de, adicional a la pérdida, no generarle un mayor costo al cliente, y no fue una práctica que hice exclusivamente con esos clientes; fue una práctica que hice con muchos clientes, cuando les iba mal: “venga yo le ayudo, le cobro un poquitico menos”. PREGUNTADO: ¿Su respuesta anterior significa que siempre cobraba comisión, aunque fuera muy poco? CONTESTÓ: No, yo creo que hubo algunos casos en los cuales no se cobraron comisión. De precisarte exactamente qué operaciones, te voy a poner un ejemplo, el ejemplo de un repo: ella me dijo que necesitaba la plata y se la prestaba al 15, y él, que se la prestaba, es que no hay repos, se la presto al 15. ¿Yo qué hacía? 15 y 15, y la comisión era 0. En casos por ejemplo como esos no se cobraba comisión. PREGUNTADO: Y en los casos en que actuó de manera discrecional, que usted hizo referencia a MARÍA ELISA y a GUILLERMO, ¿hubo algún caso en el que ocurriera algo como lo que me acaba de narrar, en que no se cobrara una comisión? CONTESTÓ: Pues yo creo que existe la probabilidad de que haya operaciones que no tengan comisión, sí, pero decírtelo con certeza en este momento, no soy capaz. PREGUNTADO: ¿No recuerda? CONTESTÓ: No lo recuerdo. PREGUNTADO: Volvamos a un ejercicio que usted nos puso ahora. Usted decía: yo me ganaba por decir algo 7 millones de pesos y tenía que generar comisiones por 21 millones de pesos, a partir de los cuales ganaba una comisión. CONTESTÓ: Sí señor. PREGUNTADO: Eso era un ejemplo, no era exacto. Mi pregunta es: donde usted no generara esa comisión, ¿de todas maneras le pagaban el salario de los 7 millones? CONTESTÓ: Sí señor. PREGUNTADO: ¿Y por qué? CONTESTÓ: Porque el salario básico; era mi básico, el resto era una comisión. PREGUNTADO: Y usted dijo que de esos 21 millones de pesos, en el ejemplo, se ganaba una comisión, y si mal no le capté me dijo que era el 40%, después de descontar una serie de cosas. ¿Ese 40% era sobre qué? ¿Sobre esos 21 millones de pesos, o sobre el excedente de los 21 millones de pesos? CONTESTÓ: En 21 millones de pesos todavía no tenía derecho a comisionar, a partir de 21 millones sí, y de hecho creo que la tarifa era el 35, una cosa así. ¿No le puedo preguntar a MARÍA ELISA, cierto? PREGUNTADO: No, pero es lo que usted sepa. CONTESTÓ: Yo creo que era sobre el 100 % de la producción, la verdad no lo recuerdo bien. PREGUNTADO: O sea, más o menos, si ganaba 21 millones y 1 peso, se ganaba un porcentaje sobre los 21 millones y 1 peso. CONTESTÓ: Creo que era más o menos así. Espérate, ¿puedo llamar a un amigo? No recuerdo con certeza, o sea, no recuerdo si es sobre los 21, o sobre los 21 más el excedente, sobre el excedente. La verdad, estoy casi seguro, creo que es sobre el 100% de lo generado, pero no lo recuerdo. PREGUNTADO: O sea, si era sobre el 100% lo generado… CONTESTÓ: Era el 35%, como 6 millones de pesos más. PREGUNTADO: ¿Para lo cual entonces sumaba, aunque fuera esa pequeña comisión, en el ejemplo que no es tan literal, de 00.1%? CONTESTÓ: Pero te lo pongo al revés. PREGUNTADO: No, yo le estoy haciendo las preguntas, y después me lo puede oponer. CONTESTÓ: No, me disculpan lo coloquial por favor. Lo que te quiero decir es que si en un mes por ejemplo hice 20 millones de pesos, no los 21 que tenía que hacer, quedaba en menos 1; entonces al mes entrante no tenía que hacer 21, sino que tenía que hacerme 22, lo que llaman un carry trade. Entonces ese carry también se generaba cuando yo no cumplía con las expectativas de comisiones por parte de la firma comisionista. Claramente cada pesito iba sumando para la comisión, sí. ¿Esa fue tú pregunta? PREGUNTADO: Sí, esa era la pregunta. Venga, yo fui y consulté en la página de la AMV y encontré un documento que era un acuerdo de terminación anticipada número 154-2013, celebrado entre la AMV y el señor NICOLÁS QUICENO TRUJILLO. Usted se refirió a eso hace un momento, pero es que encontré una cosita y es el punto 3.1., que lo quiero leer para hacerle una pregunta concreta. EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: ¿Ese documento está en el expediente? REANUDA EL APODERADO DE LA PARTE CONVOCANTE. PREGUNTADO: No, no está en el expediente, pero aparece en el correo. Entonces quiero leer un pedazo para hacerle una pregunta, a ver si coincidimos en una cosita. Dice: “De acuerdo a lo indicado en el numeral 2 de este documento, el investigado durante el periodo comprendido entre noviembre de 2010 y agosto del 2012, celebró operaciones bursátiles por cuenta del cliente ZZ, sin contar con su autorización, vulnerando con su actuación lo dispuesto en el artículo 1266 del Código de Comercio”. La pregunta es muy sencilla: ¿este ZZ quién será? CONTESTÓ: Don GUILLERMO MESA, y ahí hay varias cosas que me gustaría agregar. La primera, y creo que el documento lo dice: es entre el 2010 y el 2012, porque fue el rango de fechas en el que ellos investigaron, pero realmente se generaron operaciones por un tiempo más largo; es lo primero. Y lo segundo, cuando dicen “sin autorización”, es sin la autorización que dice la norma, o sea, sin lo que acata el reglamento de la AMV como el procedimiento para generar una orden completa; es ordenes incompletas. Incluso si mencionas de pronto ese párrafo no más, creo que descontextualizas un poquito todo lo que dice el documento anteriormente a eso. Anteriormente a eso cuenta que habían ordenes incompletas, imprecisas, que no se encontraron, hablan de cuántas se encontraron, cuántos no se encontraron, cuántas estaban incompletas; hablan de que durante ese periodo de tiempo hubo unas pérdidas por un valor y no por otro. Entonces de pronto decir solamente ese párrafo, me parece que saca un poquitico que contexto lo que me estás preguntando, porque claramente sí, hay unas ordenes de eso, y yo les admití a ustedes que esa conducta estuvo mal de mi parte, que profesionalmente me equivoqué, y en el acuerdo lo que hice fue decirle a la AMV: “sí, la embarré; yo no tomé las órdenes bien tomadas”. PREGUNTADO: No, era para saber quién era ZZ simplemente. CONTESTÓ: Sí, es GUILLERMO MESA, GUILLERMO MESA RÍOS. PREGUNTADO: No era para el contexto ni nada, sino para saber quién era ZZ, porque me asalta una curiosidad. Entonces esta infracción, lo que usted nos comentó, que fue una sanción, que aquí leo que es una expulsión y 15 millones de multa, ¿con MARÍA ELISA OLARTE no se produjo nada de esta situación? CONTESTÓ: No señor. PREGUNTADO: ¿Por qué? CONTESTÓ: Ahí hay dos cosas: la primera, es que yo creo que ella no fue a la AMV, o no sé si habrá ido o no habrá ido, lo desconozco por completo; y la segunda, yo no creo que la Bolsa después de expulsarme me vuelva a expulsar. No sé realmente por qué no aparecen los dos como un conjunto, lo desconozco realmente. PREGUNTADO: Entonces en este otro párrafo, le voy a preguntar si igualmente entonces se refiere exclusivamente al señor GUILLERMO, y me permito leerlo, para poderme ubicar. Dice: “En el presente caso se estableció que el investigado, al realizar un número importante de operaciones no autorizadas por cuenta del cliente mencionado, excedió el mandato conferido por este y faltó al deber de lealtad que le era exigible, desconociendo las razones por las cuales le fue conferido dicho mandato, y en este sentido habría defraudado también la confianza que dicho cliente había depositado en él”. La pregunta es: ¿esto se refiere también única y exclusivamente al señor GUILLERMO MESA? CONTESTÓ: Ese documento es solamente con respecto a ese señor. PREGUNTADO: Muchas gracias, no le voy a preguntar más de eso. CONTESTÓ: Y hay una cosa ahí, que es importante, y le hice claridad a la AMV: ¿y por qué cuando hubo ganancias nunca me reclamaron nada? Yo me equivoqué en dar una mala asesoría, claramente lo hice, y en haber hecho más operaciones de las que de haber hecho, y tratar de recuperar eso. Si yo la hubiera embarrado al principio y le hubiera dicho: “sabes qué; perdimos esta plata, no hacemos nada”, con toda seguridad que las pérdidas no hubieran sido tan grandes. Pero en el ánimo de tratar de recuperar el dinero fue que se perdió más plata. O sea, el ánimo no fue ningún otro, y en eso sí fui supremamente claro con la AMV cuando hablamos del tema. PREGUNTADO: Una pregunta: ¿la firma ASESORES EN VALORES en algún momento autorizó que usted realizara transacciones sin autorización? CONTESTÓ: Nunca, pero tampoco me lo prohibió. En la auditoría salían que habían operaciones, y lo dije ahorita, que a las operaciones les faltaba la orden, y con la falta de la orden lo único que hacían era que no me pagaban la comisión, o me decían: “a esta operación le falta orden; consiga la orden”, y se iba donde el cliente y se conseguía la orden, que también lo dije ahorita. O sea, fueron muchísimas cosas. PREGUNTADO: ¿En ASESORES EN VALORES hay o había para la época en que usted trabajó, un código de buen gobierno, un código? CONTESTÓ: Yo recuerdo un código de ética que nos entregaron al principio, recién vinculado. PREGUNTADO: ¿Y en ese código de ética a usted le entregaron, no estaba prohibido realizar transacciones sin autorización? CONTESTÓ: La verdad no lo leí, pero estoy seguro que mi actuar profesional debía estar, yo debí haber actuado mejor. Es que yo reconozco que la embarré, o sea, yo lo he dicho todo el tiempo, que yo actué mal, que yo me equivoqué en la forma en cómo asesoré a los clientes, que yo hice mal operaciones de la cuenta, yo nunca he desconocido eso, y que es una práctica que debí haber hecho, también lo reconozco abiertamente. O sea, no entiendo es como por qué la ensañada con eso, sabiendo que yo les he dicho: “sí me equivoqué”, a la AMV me senté y le dije: “sí me equivoqué, yo la embarré con esto, al cliente le hice mas operaciones de las que eran, traté de recuperar esas pérdidas y antes se perdió más plata”. O sea, yo me equivoqué en mí actuar profesional y te lo aseguro que compré esas acciones creyendo que iban a subir, y de hecho subieron. PREGUNTADO: Sí señor NICOLÁS, lo que pasa es que no entiendo una cosa y quiero que me la explique, y es lo siguiente: usted dice que nunca ASESORES EN VALORES lo autorizó para que hiciera transacciones sin autorización, pero que tampoco se lo prohibió, pero que en su obrar profesional sabía que eso no se podía hacer. ¿Entonces cómo compaginamos esas versiones? CONTESTÓ: Es una muy buena pregunta. No te sé responder, o sea, es que no sé cómo explicarte. O sea, claramente ASESORES EN VALORES, mas aun, la AMV, dice que una orden, para que sea una orden válida tiene que cumplir con unos requisitos. Por eso me sancionó la AMV, porque no cumplí con eso. Y a ASESORES EN VALORES también, pero ASESORES EN VALORES nunca dejó de ejecutar una orden mía porque no cumplía con los requisitos. Es que yo era un empleado de ASESORES EN VALORES, y ASESORES EN VALORES, las operaciones que yo generaba en el sistema las actuó, las operó, las pagó y las compensó al tercer día, según las escrituras. O sea, ASESORES EN VALORES me pudo haber dicho: “qué pena, usted está operando esas operaciones mal, usted no puede operar más así, se le apaga la pantalla”. O sea, la responsabilidad de lo que ocurrió es mía, nunca lo he desconocido, pero estoy seguro que ASESORES EN VALORES sabía que eso estaba pasando y se lucraba de eso también. PREGUNTADO: Bueno, venga volvamos al tema de las auditorías. Usted dice que le hacían auditorías, que le pasaban al jefe de los comerciales el informe de las auditorías. Lo primero que le pregunto es: ¿esas auditorías se hacían de todas las transacciones, o de algunas de las transacciones? CONTESTÓ: Bueno, quiero hacer una precisión: siempre van a reñir dos cosas; el tema del conteo de la auditoría, con el tema de la presión comercial. La presión comercial sobre nosotros era: “haga más plata, genere más comisiones”, todo el tiempo, y no solamente sobre mí; sobre todo el equipo de trabajo, y de eso pueden dar fe cualquier cantidad de correos en donde hay que producir más, y hay que generar más comisiones, y hay que hacer más transacciones y más operaciones. De hecho para eso fue que la firma creó una sala para que los clientes presenciales fueran y operaran, porque le generaba muchos ingresos. O sea, mi negocio era tan bueno que la firma lo quería replicar. Segundo, esas auditorías yo recuerdo que inicialmente se hacían de manera aleatoria, cogían de 100 o 200 operaciones al día de todos los comerciales, cogían 20, y ya después las hacían de todas las operaciones del día o de un gran número de operaciones, pero era así. O sea, yo no tengo los mails de auditoría, ustedes se los pueden pedir a ASESORES EN VALORES y los pueden mirar, y es tal cual lo que les estoy diciendo. A mí llegaba un mail por la mañana que decía: “estas operaciones de ayer están incompletas”, “no existen”, “está mal dicha la cantidad”, “está equivocada la especie”, el ordenante tal cosa, o sea, cualquier cantidad de cosas. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: ¿Ese tipo de correos eran diarios? CONTESTÓ: Sí, claro. PREGUNTADO: ¿Todos los días llegaba uno? CONTESTÓ: Al principio llegaban menos, unas veces no llegaban, otras veces llegaban unas operaciones y no todas, después llegaban todas las operaciones. Cambió en el tiempo, es que todo cambió: primero no llegaba ni siquiera ningún tipo de correo, después empezaban a llegar, después llegaban con el 100% de las operaciones, y tengo entendido que ASESORES EN VALORES tenía una persona dedicada única y exclusivamente a escucharnos las conversaciones y buscar las órdenes que nos daban los clientes. EL TRIBUNAL, ÁRBITRO DOCTOR ANTONIO PABÓN SANTANDER: Discúlpeme, yo voy a interrumpir, con la venia de los apoderados y de las partes aquí presentes. Por motivo vuelo tengo que salir, pero voy a conectarme por el teléfono del doctor CARLOS para continuar la audiencia por teléfono. Me da mucha pena con ustedes, pero es un tema de programas de los vuelos, entonces me conectaré ya mismo para continuar, pero no quiero interrumpir, qué pena con ustedes. REANUDA EL APODERADO DE LA PARTE CONVOCANTE. PREGUNTADO: Quiero que me diga si está seguro que en algún momento, cuando usted estaba vinculado con ASESORES EN VALORES, las auditorías se hacían de todas las operaciones. ¿Usted cree eso o está absolutamente seguro? CONTESTÓ: Yo creo. PREGUNTADO: Cree apenas. Bueno, cuénteme cómo era el método. CONTESTÓ: Por qué el apenas, hombre, por qué cree que apenas. No, yo recuerdo que hacía 100 operaciones, y me llegaba un correo gigantescamente grande. Tener certeza de que ahí están las 100 que hice hoy, no, pero yo creo que sí las miraban todas. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: ¿Pero puedo uno decir entonces que el seguimiento de la auditoría a las operaciones que hacían, era muy cercano? CONTESTÓ: Sí, claro, era permanente. REANUDA EL APODERADO DE LA PARTE CONVOCANTE. PREGUNTADO: De los corredores, ¿se pueden denominar corredores ustedes? CONTESTÓ: Pues ese es el nombre que le pone la gente en la calle, sí. PREGUNTADO: De los corredores de ASESORES EN VALORES en su época, ¿quién era el que más movimientos hacía? CONTESTÓ: Probablemente yo. PREGUNTADO: Cuénteme cómo era el procedimiento que usted me dice que auditoría le pasaba ese informe al jefe de comerciales; ¿y el jefe de comerciales lo requería a usted o cómo funcionaba, cómo era? Cuénteme. CONTESTÓ: Pues como bien se pueden dar cuenta, creo que no eran de los correos a los que más bolas le paraban. Me llegaba un correo por la mañana y llegaba el correo de la persona de auditoría, a mí, con copia a mi jefe. PREGUNTADO: ¿Quién era el jefe? CONTESTÓ: JUAN FELIPE ZULUAGA DIEZ. PREGUNTADO: ¿Y su jefe nunca le decía nada por esos corroes? CONTESTÓ: La presión era muy comercial, era más: “es que esta comisión no te la van a reconocer”, “cobraste menos de la cuenta”, “hay que subir”, “pilas con este cliente”. Claro que me regañaba a veces, pero de parte de él era más presión comercial, que castigo porque existía una orden. PREGUNTADO POR EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: De tonto para precisar: ese tipo de correos que eran frecuentes y que hacían las listas de las operaciones que no seguían las normas y el deber ser, ¿generaban algún llamado de atención ya dentro de lo laboral, alguna censura más allá de hacerle un requerimiento en lo comercial y económico? CONTESTÓ: Yo tuve un par de llamados de atención a nivel de la empresa: una vez porque se operó un cliente que no tenia los recursos en la firma, otra vez porque un cliente no pagó una operación. Si mal no recuerdo eran esos dos. Pero desde el punto de vista de que un descargo porque faltaban estas y estas operaciones, creo que me lo hicieron después de que me reiteré, que después de haber renunciado me llamaron a descargos y asistí, pero no lo tengo muy claro cuáles fueron realmente los procesos como disciplinarios dentro de la firma al respecto. REANUDA EL APODERADO DE LA PARTE CONVOCANTE. PREGUNTADO: ¿Recuerda usted que algún día como una especie de sanción o corrección, le hayan prohibido la operación durante un día? CONTESTÓ: Un día me dijeron: “hasta que esos clientes no estén al día, usted no puede operar”, porque debían platas en cartera. PREGUNTADO: ¿Y eso cómo funciona, que no pueda operar? CONTESTÓ: No, muy simple: yo llego y compro las 100 acciones de Ecopetrol hoy, que valen 5 millones de pesos; el cliente debe tener recursos para pagar las operaciones y al tercer día se cancela el valor de las operaciones. Cómo se cancela el valor de las operaciones, que el cliente llegue con un cheque y diga: “debo 5 millones, tenga aquí el cheque por los 5 millones”, o que el cliente diga: “ve, mirá, de la cuenta de mi mamá pasame 5 millones”, con una orden obviamente por escrito. ¿O cómo más puede pasar? Para pagar esos 5 millones hagan un repo sobre estas acciones para pagar los 5 millones, que fue lo que pasó por ejemplo con las Nutresa, pagando las Petrominerales. ¿Y cuál fue la pregunta? PREGUNTADO: Es que la pregunta era como otra: ¿en qué consiste que no lo dejen trabajar? CONTESTÓ: ¿Por qué me suspendieron? Porque hubo un día en donde el cliente que tenía que pagar los 5 millones, no los pagó. Entonces: “ah, qué pena NICOLÁS, usted tiene unos saldos en cartera, que no han pagado sus clientes; usted no puede operar hasta que esos saldos estén pagos”, y eso fue un día. PREGUNTADO: ¿Entonces en ese día no trabajó? CONTESTÓ: No operé, yo sí trabajé. PREGUNTADO: ¿Fue a la compañía? CONTESTÓ: Y trabajé, hablé mucho por teléfono y todo, simplemente no operé en el sistema. Yo era operador director, que esa es otra cosa importante que tengo que hacer la claridad, que yo era operador directo. ¿Qué significa ser operador directo? Que yo iba directamente a la pantalla, y la orden podía ser dada incluso casi que al tiempo que yo estaba operando, no tenía que hacer la trazabilidad que hacía una orden común y corriente cuando alguien era operador directo. PREGUNTADO: Nos contó que igualmente el jefe inmediato llegaba y verificaba esas transacciones, y si faltaba alguna autorización, llamaban al cliente a que lo autorizara, y mi pregunta es: ¿en esos eventos tampoco le pagaban la comisión a usted, o sí se la pagaban? CONTESTÓ: No, y vuelvo y repito, creo que en esto he sido muy preciso todo el tiempo: todos los momentos fueron diferentes; en algún momento cuando por ejemplo las órdenes estaban incompletas y había la planilla, en esa época no nos castigaban con el tema de las comisiones, esa fue una medida posterior. Entonces no todo ocurre en el mismo momento del tiempo y no todo el momento del tiempo tienen exactamente las mismas condiciones. Entonces cuando existía el tema de las planillas, por ejemplo, le decían al cliente: “falta esta orden”. Entonces yo le decía a mi asistente: “Lina, faltan esas órdenes, hay que conseguirlas”. Entonces llamaban al cliente, el cliente iba y decía: “ay, faltaba esta orden”, y firmaba, o había una carta que el cliente la llenaba y firmaba. Eso era antes. Ya después simplemente la sanción económica y no más. Más que procurar validar el tema de la carencia de la orden, era: “castigue económicamente, que es más rápido”. PREGUNTADO: ¿Entonces el no tener unas órdenes completas o no tener las órdenes, el castigo era la pérdida de la comisión? CONTESTÓ: Sí. PREGUNTADO: ¿Era como la sanción? CONTESTÓ: Era el castigo de la firma comisionista hacia el corredor: “de esa operación no le vamos a pagar nada”. No se la vamos a sumar para su meta de los 21 millones de pesos, que hablamos ahorita, esa no le cuenta. PREGUNTADO: Usted en una respuesta anterior o en reiteradas ocasiones ha dicho que la motivación suya para hacer esas transacciones no era generar más comisiones, sino recuperar el dinero. Mi pregunta es: ¿pero sin embargo se generaban comisiones? CONTESTÓ: Sí. PREGUNTADO: Otra pregunta: usted nos ha marcado como una diferencia entre la calidad del cliente GUILLERMO MESA, que operaba a través de la señora DOLLY, y la señora MARÍA ELISA OLARTE. De ahí que yo le pregunte si esas papeletas que le mandaban a la señora MARÍA ELISA OLARTE, la señora fácilmente las podía comprender. CONTESTÓ: Es una papeleta supremamente simple. La papeleta no sé si ustedes saben, es una factura, donde dice usted compró 100 acciones por tanta plata, IVA tanta plata, valor a pagar tanta plata, una factura muy simple, la verdad, yo creería que sí. PREGUNTADO: Usted nos ha dicho siempre que esas papeletas se enviaban por parte de ASESORES EN VALORES a los clientes, ¿es correcto? CONTESTÓ: Sí. PREGUNTADO: ¿En algún momento usted vio que ese deber o esa obligación de enviar las papeletas, ASESORES EN VALORES la incumplió? CONTESTÓ: Eso no era responsabilidad mía, era responsabilidad de la firma. Anteriormente las papeletas se imprimían y se enviaban físico al cliente, y cuando se la entregaba al cliente, él firmaba una planilla y decía: “sí recibí estas papeletas físicas”. Pero a partir de determinado momento ASESORES decidió cambiar la forma en como enviaba las papeletas y pasó de enviarlas físicas a mandarlas a través de un medio electrónico, y claro, claro que las recibían los clientes, porque de hecho iban encriptadas y lo llamaban a uno: “venga, cómo desbloqueo ese correo, no sé qué, tin tin tin”. Claro que las estaban recibiendo, y había muchos clientes que decían: “a mi no me entregue papeletas digitales, que no me gusta, a mí me gusta es que me las entreguen físicas”, y también ocurría. O sea, claro que ASESORES las enviaba. Que enviara el 100% de las papeletas, no me consta, no tengo cómo saberlo ya, pero era su deber y estoy casi seguro que sí lo hacía, porque a todos los clientes les llegaba. PREGUNTADO: Voy a volver a un tema, porque es que yo no comprendo mucho de estas cosas y es lo siguiente: las comisiones; usted ya en más de una ocasión me ha dicho que las comisiones generaban unos costos, y me ha hecho como unas relaciones y una cosa así. Yo quiero que me diga esos costos cuáles eran y por qué se generaban. CONTESTÓ: Más aun, he recordado más costos. Los costos, si mal no recuerdo, eran: el costo de Bolsa fijo y el costo de Bolsa variable por operación. Es decir, de una papeleta, sí o sí te cobran una plata, 1.000, 2.000, 3.000 pesos, no sé cuánto, y había una parte que era variable según el monto. Adicionalmente te cobraban por la terminal, por tener yo una pantalla de Bolsa y poder accesarla, me cobraban, y adicionalmente a eso yo tenía clientes que iban a la firma y eran presenciales, y me cobraban las pantallas de esos clientes presenciales que iban allá. Cuando te digo que la cobraban, es que: “hizo 23; descontémosle; esa pantalla vale millón, esa un millón, esa un millón, me descontaban 4 millones, de la liquidación. El costo activo y variable, lo que les acabo de explicar, hizo 10 operaciones a 2.000 pesos, son 20.000, y el variable son 23.000 pesos, me descontaban eso, porque realmente el componente de costo de bolsa es bastante elevado, y ese componente lo cargaba no el 40%, el 100% de costo de bolsa de esas operaciones; me cobraban el DECEVAL, que era el depósito, nos cobraban proporcionalmente a, no recuerdo proporcionalmente a qué, probablemente el número de operaciones, y ya, esos eran como los descuentos que nos hacían. Ojo, cuando los clientes por algún motivo: que este señor quedó debiendo 5 millones de pesos un día, la firma me cobraba el sobregiro, me decía: “este cliente quedó debiendo playa hoy”, me cobraban un costo financiero a usura, porque el cliente quedara debiendo plata un día por ejemplo. PREGUNTADO: Explíqueme qué es eso del DECEVAL. CONTESTÓ: El DECEVAL es el Deposito Centralizado de Valores, en el cual la doctora ELISA MARÍA GÓMEZ trabajó muchísimos años, de hecho la conocí por el Depósito; es simplemente donde los títulos están en custodia. PREGUNTADO: ¿Y DECEVAL le cobra algo a ASESORES EN VALORES? CONTESTÓ: Sí, y también cobra por otras cosas. Por ejemplo si yo traslado un portafolio de una firma a otra firma, le cobra a la firma comisionista; el DECEVAL cobra por la administración, por el pago de dividendos, cobra por muchísimas cosas. PREGUNTADO: Le pregunto: usted en una respuesta anterior nos dijo que esta señora DOLLY le fue a reclamar a usted por la pérdida y le dijo que respondiera, que usted respondiera. CONTESTÓ: Sí. PREGUNTADO: ¿Cuál fue la razón para que ella le dijera que respondiera usted? CONTESTÓ: No tengo ni idea. De hecho JUAN FELIPE ZULUAGA me acompañó en esa reunión. Ella llegó muy molesta un día a decirme: “¿Y es que esas Nutresa por qué están enrepadas, que fue las que me preguntaste? Ahí se pierde una plata y yo tengo que llevarme esas acciones ya para Valores Bancolombia”, creo que era donde se las iba a llevar, porque estaba muerta del susto por lo que había pasado con Interbolsa. “Y me hace el favor y me paga esa plata”, y no sé qué, no sé qué. Pero no sé realmente por qué. Y lo que te digo, por qué entonces, obviamente no lo podía hacer en las utilidades, me decía: “ay, nos fue muy bien”. Me daba una botellita de whiskey y dos cobijas”. Yo no era socio de ningún cliente, yo era empleado de ASESORES EN VALORES y cobraba por eso, ese era mi trabajo, cobraba una comisión. La verdad es que yo casi me muero del susto cuando esto pasó, cuando esto reventó, de que los clientes dijeron: “no hay forma de renovar los repos, porque en el mercado nadie compra repos”. Eso fue un rollo, es que están desconociendo eso, que se lo acabé de mencionar. Eso coincidió cuando pasó lo de Interbolsa, y del mercado nadie, o sea, me decían: “necesito plata”. –“Te la presto al 15%, la necesito al 15%”. –“No, no hay”. –“Al 16”. –“No, no hay”. –“Al 30”. –“No, no hay”. Nadie prestaba plata. Claro, entonces cubra los ojos de los clientes, porque están enrepados y no hay plata en el mercado. O sea, es que coincidió con una coyuntura muy maluca. PREGUNTADO: Entonces los contratos de MARÍA ELISA OLARTE y GUILLERMO MESA RÍOS, ¿esos contratos los firmaban era con ASESORES EN VALORES, los contratos para hacer estas transacciones? CONTESTÓ: De hecho la relación entre MARÍA ELISA y GUILLERMO MESA era con ASESORES EN VALORES, yo era un empleado de ASESORES EN VALORES. PREGUNTADO: ¿Entonces la relación era con ASESORES EN VALORES? CONTESTÓ: Claro, de hecho ASESORES EN VALORES era quien firmaba la apertura, el representante legal de ASESORES EN VALORES, no NICOLÁS QUICENO. PREGUNTADO: ¿Y usted se enteró si ellos dos fueron a cobrarle después a ASESORES EN VALORES? CONTESTÓ: Completamente, o sea, completamente desconectado de qué pasó después. La verdad yo me retiré de Bolsa y creo que hasta el sol de hoy, de vez en cuando veo cómo suben y cómo bajan algunas cositas, porque con Petrominerales créeme que la miré muchísimo tiempo, por eso se que subió. Si la tuvieran hoy, estarían perdiendo más plata porque el petróleo ha caído mucho. Pero en su momento Petrominerales subió cuando lo fue a comprar Pacific Rubiales y todo el cuento y tal. Pero de ahí a que yo me fuera para ASESORES EN VALORES y supiera cómo estaban las cosas, no, todo lo contrario. PREGUNTADO: ¿Entonces no supo si le cobraron a ASESORES EN VALORES? CONTESTÓ: Ni si vendieron las acciones, si todavía las tienen, ni en qué está el tema, absolutamente nada. APODERADO DE LA PARTE CONVOCANTE: Nada más, muchísimas gracias. EL TRIBUNAL, PRESIDENTA: Entonces terminamos con su declaración, muchas gracias por su comparecencia. TERMINA LA DECLARACIÓN.

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