Del mundo de los nule

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Los refuerzos de los Nule (I) / La envidia de Madoff

Ahora que el TLC empieza a destrabarse, sería contraproducente que algún congresista norteamericano revisara el proceso de los Nule, pues es probable que en tres años estén libres y gozando de su fortuna, a pesar de haber desaparecido 1.5 billones de pesos de contribuyentes, trabajadores, constructores, fondos de inversión extranjeros, bancos, fondos de pensiones, prestamistas y cientos de proveedores.

Libres, a pesar de haber falsificado firmas, poderes, balances y haber pagado sobornos y comisiones a funcionarios e intermediarios para componer y ganar las licitaciones y luego para ocultar el incumplimiento de las obras. ¿Cómo los mayores delincuentes de cuello blanco de Colombia logran semejante tratamiento? Los Nule son la envidia de Madoff.

Una razón para que todo marche tan a favor de los Nule son las dificultades de la justicia para descifrar las maniobras bursátiles, financieras, jurídicas y contables que hicieron.  Luego,  debe rastrearlas para conseguir pruebas que confirmen los delitos. Es mucho más fácil que los Nule confiesen lo que deseen selectivamente para lograr acuerdos de penas `soft’.  Por supuesto, también es más fácil limitar el alcance judicial a lo que hicieron en Bogotá que escalarlo a nivel nacional. Aunque la Corte Suprema comienza a tomar cartas en la investigación y reenfoca sus cañones hacia los funcionarios y negocios con el gobierno anterior, hasta ahora la estrategia de los Nule funciona muy bien.

Otra razón para que los famosos delincuentes de cuello blanco logren sus bajas sanciones, es  la acción de grupos de poder con los que se entrelazaron, para evitar las repercusiones en sus propios negocios y reputaciones. Los socios de los Nule son firmas y nombres como los Char, y empresas de ingeniería y construcción con largas trayectorias como Vergel & Castellanos o Alvarez & Collins; o nuevos empresarios de servicios públicos como Alberto Ríos, que fue su socio en Enertolima.

Seguiremos en la tarea, que a veces parece imposible, de impedir que los Nule sigan siendo la envidia de Madoff.

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