De chévere a xerinola

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Transiberiano (San Petersburgo)

jardines de Peterhof

Uno de los viajes que seguro está en la retina de todo viajero amante del romanticismo es el el viaje en transiberiano (aquí, canción en catalán acorde a la temática y que pueden poner de fondo mientras leen). Hay que remarcar que este viaje en tren puede ser subdividido en tres viajes diferentes:

TranSiberiano de 9289 km entre Moscú y Vladivostok

TransManchuriano de 8961 km entre Moscú y Pekín SIN pasar por Mongolia y compartiendo 6312 km con el Transiberiano

TransMongoliano de 7356 km entre Moscú y Pekín pasando por Mongolia y compartiendo 5655 km con el Transiberiano

Mi viaje será a bordo del TransMongoliano y esto significa que no puedo levantarme un día y decir, ok me voy a recorrer en tren Rusia, Mongolia y China ya que los tres países requieren visado de entrada, de modo que este viaje requiere de cierta planificación previa. Vamos pues a planificar lo que haya que planificar y el resto a la aventura!

Transiberiano

Aunque un Colombiano no requiera de visa para entrar en Rusia, para mi fue algo más complicado ya que necesité visa, carta de invitación más cobertura médica durante los días de mi visado y emitida por una lista de empresas que el consulado Ruso acredita. El visado Chino fue un puro trámite previa larga espera en el consulado y obviamente el pago de la tasa, sin embargo a un Colombiano le costaría algo más. Y finalmente el más fácil de obtener fue el de Mongolia debido a la poca gente que viaja al país, aunque de nuevo a un Colombiano también le tocaría realizar algún tramite adicional al mío. Una vez todo está listo volamos hacia San Petersburgo!

Transiberiano

San Petersburgo es primera parada. Llegamos en verano, con lo que el sol nos alumbra durante unas 16 horas cada día, no hace frío aunque yo no diría que haga tanto calor como para bañarse en la playa que han instalado los Petersburgueses a orillas del río Nevá.

San Petersburgo es una ciudad extensa y de amplias avenidas donde, a diferencia de las siguientes poblaciones que visitaremos durante este viaje, se observa una gran calidad de vida de sus habitantes. La gente anda tranquila, sonriendo, alegre y disfrutando del sol, seguramente por que llevan ya unos meses donde el sol estuvo escondido durante 16 horas.

Nevsky Prospekt

Aunque la ciudad dispone de metro, decidimos conocer la ciudad a pie. Nuestro hostal está al final de la calle Nevsky Prospect y si tomamos esta calle llegaremos al centro. De camino al centro nos topamos con la Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada construida a orillas del canal Griboyédova y sobre el lugar donde el zar Alejandro II fue asesinado.

Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada

Iglesia del Salvador sobre la sangre derramadaSeguimos caminando para llegar a la Plaza del Palacio, cuyo nombre se debe al Palacio de Invierno que la custodia, además este palacio alberga el Museo Hermitage. Esta plaza es la principal de la ciudad y por eso hoy ya se está trabajando en el escenario que en unos días Madona utilizará para uno de sus conciertos, aunque nosotros ya no estaremos aquí para verlo.

San Petersburgo

Pese al cansancio acumulado en las extremidades inferiores, pues aún no se si los mismos kilómetros en montaña me cansan igual que en ciudad, seguimos paseando la ciudad. Lo bueno de que a media noche haya sol es que puedes seguir visitando la ciudad, lo malo es que te vas a dormir y es de día.

Pasados el palacio de Invierno cruzamos el río Nevà y a estas horas de la noche, la clase pudiente de la ciudad empieza a hacer acto de presencia con sus limusinas, sus guarda-espaldas, sus autos con licencias de un único número repetido, sus motocicletas de gran cilindrada…

San Petersburgo

San Petersburgo da para mucho, pero uno no puede olvidarse de visitar los jardines de Peterhof en Petrodvorets a unos 40 kilómetros. Aquí nos encontramos con un conjunto de palacios y jardines que nos tomará un día de visita. En el paseo nos rodearemos de fuentes ornamentales, lagos donde pescar (previo pago), paseos a orillas del golfo de Finlandia y curiosas hileras de árboles como las de la primera fotografía.

jardines de Peterhof en Petrodvorets jardines de Peterhof en Petrodvorets

Y si aún tienen tiempo, no se pierdan el Catherine Palace, quizás no tan atractivo como los jardines de Peterhof pero que igualmente merece una visita. Este palacio era usado como residencia de verano de los zares y se encuentra a unos 30 kilómetros de San Petersburgo.

De nuevo un palacio sobrecargado de ornamentos y con unos preciosos jardines frente a él. Este palacio fue destruido durante la segunda guerra Mundial por tropas Alemanas y actualmente aún está en reconstrucción.

Catherine Palace Catherine Palace

Finalmente llegó el momento de emprender el viaje esperado! Tras visitar durante 4 días la ciudad que fuera la capital del imperio Ruso durante más de doscientos años montamos al tren que nos dirige a la actual capital Moscú.

El billete se puede comprar en la misma estación y los precios difieren según la comodidad, pero del tren ya hablaremos más adelante en un post en exclusiva.

Transiberiano Transiberiano

 

 

 

 

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