Una de las cosas que más me sorprendieron de Bijing fue el contraste de una ciudad saturada de autos, motos y bicicletas con los numerosos y grandes parques que posee. Extensiones gigantescas en donde uno puede llegar a olvidar que se encuentra en una ciudad de 17 millones de habitantes.
La foto superior pertenece al parque Tiantan Gongyuan y donde se ubica el Templo del Cielo utilizado en primavera para orar por las cosechas y en otoño para dar las gracias. El 15% de la población China pertenece a la tercera edad, son gente mayor de gran vitalidad. No es difícil encontrar grupos de gente mayor practicando algún tipo de gimnasia o baile en cada parque visitado.
Lo sorprendente de Beijing es que puedes estar «paseando» por una avenida de 5 carriles por sentido y penetrar a un oasis de tranquilidad lejos de las grandes aglomeraciones vividas en la ciudad prohibida.
Uno estos oasis de tranquilidad podría ser el Palacio de Verano que cuenta con casi 300 hectáreas verdes, lo que podrían ser equivalente a unos 210 campos de fútbol reglamentarios.
Recorrerlo bajo un calor incesante y una humedad terrible puede ser demoledor, con lo que es aconsejable ir acompañado de buen refrigerio. Todas las construcciones están alrededor del lago artificial Kumming. Si bien la más conocida es el pabellón que ofrece la construcción del Barco de Mármol o Barco de la Claridad y el Confort elemento decorativo donde ahora se puede tomar el te mientras se tiene una vista de casi 360º al lago Kumming.
Aunque personalmente, la construcción que más me sorprendió fue la calle ficticia que hizo construir el emperador Quianlong para que los emperadores y sus concubinas pudieran pasear como si estuvieran en una calle normal de Baijing, aunque en realidad todo fuera ficticio e ideado para que ellos pudieran pensar que se estaban relacionando con los demás ciudadanos de la ciudad libremente.
Otro de los parques interesantes es el Beihai, ubicado a corta distancia de la Ciudad Prohibida. Aquí se encuentra el muro de los nueve dragones de importante significado para la cultura china donde los dragones significan un estado supremo. En esta ocasión no fueron tanto los adultos haciendo ejercicio, sino que había gente más joven practicando diferentes deportes dándole vida a esta ciudad de cielo gris y parques verdes.
Dije verde? pues no siempre son verdes. De noche los parque como el Shichahai se colorean en rojo, para que los jóvenes se reúnan a salir de fiesta o puedan ir a cenar a diferentes restaurantes que hay a orillas del lago Qianhai.
Finalmente si el tiempo da de sí y las piernas aguantan tanto paseo por ésta megalópolis, es interesante ir al Distrito Artístico 798 donde encontraremos diferentes tiendas emplazadas en antiguos edificios industriales con calles repletas de exposiciones y curiosidades. Debo decir que existen numerosos otros mercados muchísimo más económicos de toque «imitación» en vez de artístico.
Y así nos despedimos de Beijing una ciudad donde el no oriental difícilmente pasará desapercibido.