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Publicado el Bat&Man

El poder de la aguadepanela

Bat: Para algo tenía que servirle el atraso vial a Colombia…

Man:¿De qué habla? ¿Para qué puede servirle el atraso a un país?

Bat: Hablo de Nairo Quintana, otro que ya se consagró entre los grandes escaladores de la historia, junto con otros ciclistas y con cientos de miles de campesinos que son víctimas y a la vez héroes de ese infierno que son nuestras carreteras. O nuestra falta de carreteras más bien.

Man: Le doy la razón, Bat. Hombre, esos ciclistas son el producto imposible de unas condiciones inviables. Nos dan una lección de dignidad con cada triunfo de esos.

 

Bat: Son un ejemplo de eso de “convertir los problemas en oportunidades”. Lo digo porque en materia de vías, Colombia está igual a los países africanos más pobres. Y no hay lluvia que no acabe con alguna carretera.

Man: Es que nuestra topografía ha sido la pesadilla de cuanto ingeniero ha pasado por aquí.

Bat: Y también la gran fiesta para cuanto hampón ha cruzado por estas tierras. Si hacemos una historia de la corrupción, yo digo que al menos un 80% del tema va por el lado de las obras de infraestructura vial y de transporte.

Man: Puede ser.

Bat: Es. Desde Francisco José Cisneros, por allá en el siglo XIX, que se rumbió un presupuesto gigantesco para hacer el Ferrocarril de Antioquia, mal diseñado, mal ejecutado y mal terminado, hasta los hermanitos Nule que nos dejaron a Bogotá como una cloaca. Es casi una tradición nacional que cada vía es el parto de un chanchullo.

Man: Póngase a pensar… Si ni siquiera en la capital del país se soluciona todavía el problema de vías, ¿cómo será en las regiones?… Especialmente en las más apartadas… Por eso es que este país está plagado de trochas, de caminos de herradura…

Bat: Caminos de herradura… Los de las mulas… A este país lo hicieron las mulas… Las de cuatro patas, claro. Y la bicicleta es el sustituto moderno de la mula, por eso tenemos ciclistas tan berracos.

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Man: Con tal que no me salga con que la mula debería estar en el escudo…

Bat: ¡Ve, tampoco!

Man: No, en serio. Sí hay mucho cierto en lo que usted dice, por algo a las bicicletas les dicen “caballitos de acero” en este país, donde hubo arriería a todo lo largo y lo ancho de la región montañosa y no solo en Antioquia como muchos piensan.

Bat: Tal cual. Para cruzar estos Andes colombianos lo que se necesitó fue berraquera y mulas. Y, claro, hambre para atreverse. Necesidad.

Man: De hecho, las mulas desparecieron no porque ya no fueran necesarias, sino para darle paso a las bicicletas y a las motos, que salen más económicas a la larga. A estas alturas de la vida el transporte automotor, en algunas partes de Colombia, sigue siendo un lujo.

Bat: Totalmente. Y fíjese que esa es una de las grandes paradojas de nuestra historia. Tan difícil ha sido construir caminos y carreteras, que por eso mismo fuimos uno de los primeros países del mundo en tener navegación a vapor. Antes de Gran Bretaña, inclusive. Y eso que Inglaterra era la gran potencia naviera en esas épocas.

Man: Es que el agua fue el medio por excelencia para penetrar en este país y en Sudamérica a la larga. Dicen que solo con la excepción del Nilo para Egipto, ningún país ha dependido tanto de un río como Colombia del Magdalena.

Bat: Mire, Man, hasta para la navegación aérea dependimos de ese río. Fuimos el tercer país del mundo en hacer una aerolínea y la primera gran travesía por aire se hizo siguiendo el curso del Magdalena.

Man: Vea pues, qué chiste… Atrasadísimos en vías terrestres y adelantadísimos en navegación a vapor y aérea…

Bat: … ¡Y poniendo campesinos en el podio de la carrera ciclística más importante del mundo! ¡Hágame el favor! Está comprobado que este pueblo es mucho más grande que sus gobernantes. Esos solo aparecen en la última etapa, en el último round, en la llegada a la meta, para tomarse la foto con los verdaderos guerreros, simulando que el triunfo también los alcanza a ellos.

 

Nairo-Podio

 

Man: Sí, Bat, este es un gran pueblo. Eso no lo discute nadie. Grande Nairo Quintana y todos los hombres y mujeres que como él, se crían toreando la adversidad con toda la determinación del caso.

Bat: El poder de la aguadepanela, mi estimado Man. Cuando los ciclistas ganan y dicen “Un saludo a mi papá y a mi mamá” están haciendo honor a quienes realmente están detrás de su triunfo; a los que llevaron esa luchada aguadepanela a su mesa para tenderle una trampa al hambre.

Man: Le faltó lo de “Un saludo a mis patrocinadores”…

Bat: Eso es una fórmula obligada para cuidar la papa. Los patrocinadores son una eventualidad caprichosa. Y los gobernantes, el obstáculo que hace más meritorio el logro de estos deportistas. Esa es la otra gran paradoja: los políticos nos dan una infraestructura mediocre en vías y el pueblo les devuelve campeones.

Man: Así es. El poder de la aguadepanela.

Bat: El poder de la aguadepanela. Los verdaderos gestores de esos triunfos son todas esas personas que llegan a la memoria a través del corazón, en el momento del triunfo. Nairo es de su papá, de su mamá, de su Boyacá y de su gente. Que no lo vengan a manosear ahora los oportunistas.

 

http://www.youtube.com/watch?v=D18C1ecklcE

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