Catrecillo

Publicado el Ana Cristina Vélez

Sin contagio en las fiestas navideñas

Lo que se consideran buenas y malas maneras, protocolos y modales, necesariamente cambian, según conozcamos más del mundo, sus secretos y verdaderos demonios (los virus y bacterias). El virus de la gripe y la bacteria del Helicobacter pylori (responsable de la úlcera estomacal) se pasan de un organismo a otro por la saliva, y por el aire o el contacto, en el caso de la gripe.

Las fiestas son las ocasiones especiales para repartir amor, virus y bacterias, y la forma como servimos los alimentos puede ser un vehículo para la transmisión. Los pasantes, como doritos, nachos y verduras, que van a ser untados en una deliciosa salsa ranchera o en un pico de gallo o en una salsa picante o guacamole, deberían ser servidos en porciones individuales, a cada persona, en un pequeño recipiente, para que pueda introducir una y otra vez el resto del palo de zanahoria que ya mordió o el pedazo de apio o coliflor o el nacho que le ha sobrado después del primer mordisco. Una vez el invitado muerde su alimento, miles de bacterias y virus quedan en este, y cuando vuelve y lo introduce en la salsa, por segunda vez, ahí mismo deja su zoológico personal.

 

En las fiestas, con los tragos, la gente deja de reconocer el propio vaso o copa. Existen hermosos diseños de anillos de colores para poner en las copas y así identificar la propia, y con los vasos es necesario encontrar la manera de diferenciarlos. Y ojo a la hielera, pues no falta el que olvida utilizar las pinzas y mete las manos. Una vez se hace esto, lo mejor es deshacerse de los hielos y poner nuevos. Las nueces y las crispetas se llevan a la boca con las manos, manos que después de ir a la boca quedarán plagadas de virus para regresar al recipiente. Un recipiente tipo jarra, que implique vaciar las nueces en la mano en vez de recogerlas con los dedos, es el ideal. De otra forma sería mejor poner vasijas personales. No olvide disponer de palillos para tomar aquellos pasantes pequeños, como las aceitunas, pues si se usan los dedos, de nuevo, en el líquido quedarán muchas bacterias. Patés y quesos de untar es mejor partirlos en porciones que se lleven a platos individuales, pues además los pedazos de tostadas que se han adherido al cuchillo quedan luego en el paté y lo descomponen más fácilmente (si este no se termina y queda para los siguientes días).

Sobra decir que es de muy mala educación ir a una fiesta cuando se está enfermo o se sospecha que ha empezado una gripa. Desde el primer día, incluso un día antes de que los síntomas hayan tomado fuerza, ya el virus se puede propagar.

Saludar de mano, según el sicólogo Marvin Minsky, es una mala idea, y de ahí podemos deducir lo que pasa con los besos. De acuerdo con este:

“El otro día estaba leyendo algo: probablemente la principal causa de la propagación en Occidente de las enfermedades infecciosas sea el apretón de manos. Y hay un pequeño estudio sobre las personas que no se dan apretones de mano, comparadas con las que sí. Y no tengo la menor idea  dónde encontrar a los que no se dan apretones de mano: deben estar escondidos. Pero las personas que lo evitan tienen 30 % menos enfermedades infecciosas; o tal vez 31 %. Así que si usted realmente quiere resolver el problema de las epidemias y demás, empiece por ahí”.

En la universidad de Clemson, un grupo de investigación diseñó una serie de experimentos para averiguar lo que sucedía cuando se hacía la “doble untada”. Comenzaron comparando lo que pasaba con una galleta que se muerde una vez y se sumerge en agua. Encontraron más de 1.000 bacterias por mililitro de agua en las soluciones donde se habían metido una galleta, mordida una vez, y nada en las galletas que nadie ha tocado.

En un segundo experimento constataron que las salsas ácidas matan muchas de las bacterias, después de que han pasado dos horas de haber metido el nacho mordido. Cientos de miles de diferentes tipos de bacterias y virus inofensivos viven en la cavidad oral humana, pero los hay no tan buenos, como la peste neumónica, la tuberculosis, el virus de la influenza, la legionela y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS). Por medio de la saliva y los mocos, al toser o al estornudar pueden salir a propulsión de 1.000 a 3.600 células bacterianas. Un estornudo puede dejar células en los objetos que están al frente del infectado, entonces por casualidad tocamos el objeto y luego no tocamos los ojos, la nariz o la boca, y ya estamos contagiados.

Los centros para el control y prevención de enfermedades recomiendan que nos cubramos con un trapo o con el antebrazo la boca y la nariz al toser o estornudar, para evitar la propagación de gérmenes.

De la serie Seinfeld, “The Implant,” en la cual George Costanza hace una doble inmersión del nacho en la salsa: https://www.youtube.com/watch?v=jY2T_fDQi4g

 

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