NO GOZO DE BUENA SALUD PORQUE GOZO DE SISTEMA DE SALUD
El director de cine y humorista Woody Allen dijo lo siguiente: «Dios ha muerto, Nietszche ha muerto y yo no gozo de buena salud».
¿Cuál de los tres sanará más rápida y fácilmente? Es bastante difícil saberlo, como bien se comprenderá.
Cosa bien distinta ocurre si a mí me da por completar de esta manera la frase de Woody: “Dios ha muerto, Nietszche ha muerto, Woody no goza de buena salud, y yo soy usuario del sistema de salud de Colombia”.
Sí que cabe aquí preguntar otra vez: estando como estamos, ¿a cuál de los cuatro le va a ser más difícil recuperar la salud?
¿A cuál va a ser? ¿A Dios? No. ¿A los otros dos? Menos. ¿Entonces? ¡A mí, por supuesto!
LO BICHE DEL PARTIDO VERDE
Es de admirar las alturas políticas que el inefable Partido Verde ha alcanzado en su corta vida. En su estado puro latía la esperanza, abundaba la decencia y se soñaba en un futuro mejor para Colombia. Sí, de todo esto hubo en ese Partido, y bastante, hasta que Peñaloza y Lucho Garzón llegaron.
Y se empeñaron en redimir al Partido de pamplinas como esas. Lo consiguieron: Peñaloza haciendo lo que le viniere en gana, y Lucho…¿qué ha hecho Lucho a todas éstas? Y así el Partido ascendió a una altura media política.
Pero siguió subiendo y hoy apenas sí lo alcanzamos ver en la cumbre…, en la cumbre de las cumbres políticas. ¿Por qué llegó allá? Pues porque al fin consiguió ser igualito a las demás agrupaciones políticas colombianas.
Especialmente igualito al Partido Conservador. O sea, un grupo más bien pequeño de hombres y mujeres a los que no les da ni pizca de vergüenza de que los tachen de políticos, y en el que cada cual tira para su lado, pontifica para su lado, y negocia puestos y contratos para su lado…
En suma, un Partido Verde convertido en un “Tiraparasulado Verde”.
SIN EL JARDIN DE LOS PUESTOS Y LOS CONTRATOS
Por hacer una carrera política de esas que llaman fulgurante, a los directivos del Partido Verde les dio por especializarse en echar “flores” a todo presidente y alcalde que encontrasen de turno.
Es más: en esta forma de “argumentación política” dejaron de ser los más biches y se convirtieron en los más generosos, los más certeros y los más creativos.
Entonces…¿por qué diablos no tomaron la oportunidad que Gustavo Petro les ofreció de disponer a su antojo de la cantidad y variedad de “flores” que precisaban para renovar su ya agotado repertorio?
Sí: ¿por qué diablos rechazaron la ocasión de dirigir, cuidar y cultivar el Jardín Botánico de Bogotá?
Francamente seguimos sin comprenderlo.
BUENO, REGULAR O MALO, TODOS SOMOS POLVO
La vida útil de un hombre ha de gastarse, entre otras cosas, entre “polvito” y “polvito”. Y comienza con el primero, y acaba con el último; quiero decir, termina la mañana aquella en que el hombre deje de echar el “polvito” diario… para ocuparse del ejercicio diario.