Blog de notas

Publicado el Vicente Pérez

El turno de Brasil

Un mundial de fútbol vale un mundo de plata, luego no es el mismo mundial el que puede pagar Catar al que puede pagar Tahití –tan de moda luego de tremenda goleada-. De todos modos hay países que seguramente sienten más un mundial que otros, independientemente de la plata que tengan: anhelan más un mundial de fútbol en Paraguay que en Nueva Zelanda, pero en fin, el mundial del próximo año lo tendrá Brasil, y la gente no está muy contenta con el mundo de plata que hay que gastar –plata que no se gasta en salud o en educación sino en estadios y logística- y por eso sale a marchar. No sólo.

También dicen el El País de España que subieron menos de un cuarto de euro al pasaje en autobús –algo así como quinientos pesos?- y por eso también la gente sale a marchar… Pero la alza al precio del transporte ya la echaron para atrás. ¿Entonces por qué siguen marchando casi medio millón de personas diarias?

Desde hace unos años el gobierno de Brasil ha aprovechado y promovido una imagen de Brasil como si estuviera más cerca de Portugal que de Venezuela, como si fuera antes un país de la OCDE que del Alba, y de repente todos empezaron a hablar de Brasil como un milagro económico, que tiene evidentes avances en su PIB, produce aviones y tiene el ejército más grande de Latinoamérica, no tiene un índice de desigualdad como el de Colombia o Haití, que ve atrás el tercermundismo, etc., y de pronto Brasil es la maravilla, todos quieren aprender portugués, Río es más interesante que San Marino, entonces no solo es un nuevo rico sino también es un country play. Pero ya lo decía Oppenheimer hablando del desarrollo de Brasil: es un gigante de barro.

Ya va a completarse una semana de protestas multitudinarias en Brasil y es hora de preguntarse, ¿cómo es el Brasil real? Sería faltar a la verdad negar que ha avanzado, y que promete más para los especializados que Colombia o Argentina, incluso muchos creen que este puede ser el siglo de Brasil, que es una potencia emergente, pero no hay que olvidar que hay gente en las calles quejándose de la corrupción, de la pésima salud, de la educación, etc., entonces Brasil no es sólo el país al que de repente fueron a producir películas internacionales: es un país latinoamericano preocupante, con pobreza y desigualdad y falta de oportunidades como Bolivia, como Perú.

La gente está manifestando por los costos del mundial, sí, por la alza al transporte, sí, pero esas son gotas que rebozaron la copa, es lógico que el fondo del asunto es mucho más grave.

Tal vez sea hora de reinterpretar el Brasil actual, sin desconocer que es un país líder en Latinoamérica y con un potencial enorme, pero que el país idealizado con crecimiento estable y una clase media creciente y con oportunidades de empleo y educación está siendo cuestionado en sus propias calles sencillamente porque no existe.

Ojalá se escuche a la gente en Brasil, la que ha sido omitida por el mundo sólo por no ser tan encantadora como el cristo de Río, ojalá los brasileños tengan un espacio libre y eficiente para redireccionar su riqueza hacia toda la sociedad. Y ojalá sus países vecinos sean solidarios y sigan su ejemplo de franqueza ante la ostentación.

@VicentePerezG

P.S.: Ya es una realidad la unión igualitaria en Colombia, gracias a la decisión acertada -aunque ambigua- de la C. Constitucional. A los notarios les quedó grande estar a la altura de la oportunidad, ojalá los jueces sí puedan interpretar inteligentemente la orden de la Corte y no responder a la discriminación con un poquito menos de discriminación.

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