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Profes, ¡Salven la patria!

Por: Daniela Correa Pinto @DanielaCorreaPi

Los héroes en Colombia si existen y no usan armas, tal y como me lo dijeron un día en la 13(San Javier). Un héroe contraria el significado de  las palabras de la felicidad de la guerra que Zuleta recita como las culpables del derramamiento de sangre en nombre del testimonio de verdad y convicción: honor, patria y principios no son palabras a las que la guerra pueda rendirle homenaje, solo la profesión -de la palabra profesar- puede hacer vida  lo heroico de los  vocablos.

En medio de un sistema que desmerita la educación como principal fuente de desarrollo y oportunidades (aunque hemos ido evolucionando, por supuesto), e incluso menosprecia la más bella y arriesgada de todas las profesiones, los profesores se desenvuelven como los verdaderos héroes de la patria, que mientras en nuestro país se desata una apuesta por la violencia, la ilegalidad y la agresividad para la resolución de nuestros problemas, en los escenarios educativos tanto formales como informales, el profesor se arriesga a una peligrosa hazaña que compromete el futuro de nuestro país.

Probablemente las aventuras de un profesor son de las más indeseadas por la sociedad: tal vez no nos gusta  que los niños y jóvenes se vean arriesgados a pensar y conocer la verdad (probablemente la verdad del profesor), incluso, tampoco nos debe gustar que el maestro ocasionalmente se vea en el deber de contrariar los principios de casa, y en medio de la pluralidad de profesores que existen, a veces también cuestiona la heterogeneidad que entre ellos se caracteriza. Indudablemente, como en todas las profesiones, encontramos niveles de desempeño , sin embargo, arriesgarse a enfrentarse con cientos de inquietas mentes, desafiantes palabras e impredecibles preguntas, de manera inicial implica un gran reto.

Más allá de la formación académica, afortunadamente en mi colegio trasciende el sentido que en los países del primer mundo el profesorado suele tener, una estricta relación vertical que no se ve mediada por el afecto, el cariño y la estimación del otro; solo un simple respeto y distancia que debe permanecer mediando la cortante relación. He contado con la dicha de profesores que son amigos, que son compañeros, que me han acompañado en mis logros, me han empujado y abierto las puertas para perseguir mis anhelos, que me han visto llorar y me han llenado con un pedazo de su alma, y que sobretodo, han levado mis anclas para permanecer en constante navegación.

Entrar por primera vez a un impredecible lugar, que no espera lo mejor de uno y ocasionalmente, nada, donde no hay ganas de aprender, donde  hay esperanza pero no expectativa sobre el futuro, donde no hay compromiso, es una ardua tarea; comprometer a las iniciales desalentadoras esperanzas a ser la verdadera transformación del país independientemente de las posturas o profesiones a partir de las cuales se toma la iniciativa de la divergencia, solo puede ser labor de un héroe.

Yo por eso, hoy (y siempre) con mi profunda admiración y mis letras le rindo un homenaje a los verdaderos héroes de nuestra patria, que día a día parados frente a dóciles arcillas, preparan y predicen el futuro de un país que necesita seres al servicio de la sociedad, que con apasionado pensamiento y racional sentimiento, le pongan el alma a esta bonita historia.

danielacorrea

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