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Mi voto es por «el menos malo»

Por: JUAN FELIPE SUESCÚN (@jfsuescun)

A raíz de la “Carta al ‘presidente – traidor’” que publiqué hace ocho días, en la cual me dirigí al presidente Juan Manuel Santos, haciendo una reflexión sobre la traición de la cual se le acusa por su forma de gobernar, y sobre el fanatismo que profesan quienes lo califican como “traidor”, muchos amigos y personas cercanas han asumido que mi voto sería por el presidente – candidato.

A quienes así me lo han manifestado les he explicado mi lectura del actual debate electoral. En primer lugar creo que esta campaña a la presidencia ha carecido de elementos programáticos para elegir concienzudamente entre los cinco candidatos ya que ha primado el escandalo mediático que han protagonizado las dos campañas que puntean en las encuestas. Los candidatos en general “son personas serias”, es decir, no son toreros, se han desempeñado bien en los cargos públicos que han asumido y, hasta donde sabemos, sus nombres no están manchados de sangre como los de muchos políticos en este país. Sin embargo, ya sea por la falta de ideas o por la actitud, activa o pasiva, de algunos de los candidatos a este debate electoral le ha faltado eso precisamente “debate” y la altura suficiente para poder elegir entre buenas propuestas y buenos candidatos, es decir, elegir “el mejor” y es por eso que ahora nos enfrentamos a la necesidad de tener que elegir “el menos malo”.

Con esta resignación de ciudadano a cuestas emprendí el análisis de las propuestas y del perfil de cada uno de los candidatos para elegir por “descarte” a cual de ellos le daría mi voto.

Primero las damas: Clara López del Polo Democrático es una mujer muy bien preparada y con unas propuestas en materia de desarrollo social que necesita este país para el posconflicto, sin embargo, creo que no cuenta con opciones “reales” de llegar a la Presidencia.

Marta Lucia Ramírez ha desempeñado un buen trabajo en los cargos que ha liderado dentro del Estado y tiene unas reflexiones interesantes sobre el manejo del mismo, sin embargo, no comparto muchas de sus propuestas tan conservadoras y arraigadas en el pasado como revivir el “Manual de urbanidad y buenas prácticas” de Carreño, además de su cercanía con el senador electo Álvaro Uribe que genera mucha desconfianza.

Sobre Oscar Iván Zuluaga tenía un buen concepto, es decir, creía que si bien estaba muy mal rodeado por el mismo Álvaro Uribe, al menos era una persona decente, hasta que vi el video publicado por la revista Semana en la cual recibe información de inteligencia para ser usada durante la campaña.

En Juan Manuel Santos reconozco una persona que ha emprendido el camino más difícil para este país, buscar una solución negociada al conflicto armado por medio del dialogo, gracias a las condiciones que a través de la guerra creó Álvaro Uribe paradójicamente. Además, ha desarrollado acciones que aportan a la solución del conflicto, independientemente del resultado del proceso de paz, como la Ley de Tierras, la Ley de Victimas, y la misma relación con los países vecinos. Ahora bien, para llevar a cabo sus proyectos se ha rodeado de la clase política tradicional, teniendo que hacer lo que tristemente en Colombia se conoce como “hacer política”, es decir, repartir mermelada por medio de la asignación de cuotas burocráticas en todos los niveles del Estado y en todo el territorio, facilitando de esta forma la corrupción.

Finalmente, Enrique Peñalosa un hombre que ha cometido errores como aliarse con Álvaro Uribe en su aspiración a la Alcaldía de Bogotá, además de ser un pésimo candidato presidencial que no supo aprovechar la pelea entre los candidatos Santos y Zuluaga para capitalizar votos a su favor, tal vez por la falta de preparación programática de la campaña, la cual apenas ahora ha logrado impulsar gracias al apoyo de la senadora electa Claudia López. Sin embargo, creo en el compromiso público que hizo de no volver a aliarse con Uribe y de liderar, como lo hizo durante su administración en Bogotá, un buen equipo de trabajo como el que lo ha rodeado en la recta final de esta campaña electoral. Asimismo, a raíz de sus declaraciones en las cuales aseguró que ratificaría el equipo negociador del proceso de paz, confío en su capacidad para terminar el conflicto por medio del dialogo.

Ante esta situación la mejor opción sería votar en blanco, sin embargo fue una posibilidad que rechacé teniendo presente que en las elecciones del próximo domingo difícilmente obtendrá los votos suficientes para ganar.

Después de hacer este proceso para descartar candidatos y elegir “el menos malo”, he decidido votar por Enrique Peñalosa en primera vuelta y en la segunda si logra llegar a esta instancia. Ahora bien, si por desafortunadas que sean las circunstancias a la segunda vuelta llegan Santos y Zuluaga no dudaré ni un solo segundo en votar por Juan Manuel Santos por las razones que expuse en mi columna anterior y porque no creo, como lo promete Oscar Iván Zuluaga, que sea necesario hacer la guerra para alcanzar la paz, porque en la etapa actual del conflicto no esnecesario decirle a los colombianos, como le decían a Albert Camus en Argelia,“que eran necesarios unos muertos para llegar a un mundo donde no se mataría”.

 

Adenda: Un reconocimiento a Daniel Yepes por el liderazgo que ha tenido en BajoLaManga.co y a todos los colaboradores que hacen parte de este equipo y han aportado en su consolidación como un referente de opinión durante estos dos años de trabajo.

 

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