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Matando nuestra biodiversidad

Por: ALEXÁNDER BOLÍVAR (@alexbolivarf)

El fin de semana pasado estábamos “celebrando” el día internacional del agua. Cada 22 de marzo los medios de comunicación, gobiernos y otras organizaciones recalcan no sólo la importancia de cuidar este líquido tan importante para nuestras vidas, sino que también se promueven políticas y prácticas sostenibles en ámbitos de agua y otros temas como la energía.

Pero este pasado 22, no fue un día para celebrar algo en nuestro país. Imágenes de miles de animales muertos de sed y otros agonizando en el Casanare, tal como si estuviéramos viviendo un apocalipsis, llenaron las redes sociales y diferentes medios de comunicación se encargaron de darlas a conocer, al igual que videos en los que se mostraba cómo en Colombia estamos sufriendo las consecuencias de una locomotora minera que está arrasando con lo poco que nos queda, lo cual se vende a la petrolera o multinacional minera que haga la mejor oferta, regalándoles nuestra tierra, nuestros ríos y nuestros animales para su explotación, que no nos está dejando nada favorable.

Han salido voces a defender al gobierno, diciendo que todo lo que está pasando es culpa del cambio climático; que el que no llueva no es culpa del gobierno, como lo dijo Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, y que Colombia es un país vulnerable a sequías. Estamos de acuerdo en que el cambio climático está afectando gravemente a los ríos y bosques del planeta, pero señores del gobierno, como dicen por ahí, no crean que nos van a ver la cara y les vamos a creer que todo lo que dicen sobre la sequía en el Casanare y que ustedes no tienen nada que ver con esto.

Al contrario, el gobierno de Juan Manuel Santos, al igual que el de Uribe y el de los anteriores presidentes, ha sumido al país en una tragedia ambiental que parece no tener reversa. Como lo dijo un artículo publicado por la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional (Ver artículo), “La sequía extrema que ha acabado con especies animales en Paz de Ariporo (Casanare) se origina en el mal manejo del suelo, la destrucción de las zonas de recarga acuífera y la falta de conocimiento y de planificación del territorio.”

El gobierno de Santos, como lo mencioné arriba, ha “vendido” estas tierras al mejor postor, y obviamente, no se hace el control necesario a esas empresas multinacionales, lo que ha permitido un manejo pésimo al suelo y a las aguas de estos territorios. Otro punto es que no sólo hacen lo que les plazca y les conviene para sus negocios sino que también se salen con la suya a la hora de pagar las regalías correspondientes. El gobernador del Casanare, Marco Tulio Ruiz, se vio en la obligación de hacer una “recolecta” para poder mitigar esta crisis, la cual requiere de al menos mil millones de pesos. No alcanzó a recoger toda la plata y ahora le está pidiendo a ciudadanos y demás organizaciones su ayuda. Esto no debería pasar en un país que se preocupe por el medio ambiente, al igual que por cuidar la flora y fauna, y mucho menos en un país que se da el lujo de ser uno de los más biodiversos del planeta.

¿Es así como queremos conservar nuestros animales en vía de extinción? ¿Es así como vamos a conservar los bosques que se arrasan cada día debido a una minería y a una ganadería cada vez más agresivas? ¿Habrá algún día en nuestro país un gobierno que realmente se preocupe por ésto y haya una política ambiental seria?

 

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