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Bogotá dejó podrir 2.000 millones de pesos en útiles escolares…¡estamos en la olla!

Por: Sarita Palacio (@bajo_lamanga)

Los recursos públicos son sagrados. Eso no tiene discusión. Y la educación es una prioridad, eso tampoco tiene discusión. Si coincidimos en estos dos puntos, entonces alguien nos debe una explicación a todos los colombianos. Y digo a todos, porque de una vez y para siempre tenemos que dejar de pensar que lo que pasa en Bogotá problema de los bogotanos es. Lo que pasa en Colombia a todos nos afecta, y punto. Entonces ¿dónde está la explicación?

¿Cómo así? ¿Explicación de qué? Seguramente usted señor lector se ha quejado por lo menos una vez en su vida de la mala calidad de la educación en nuestro país. Año a año, cuando las pruebas Pisa muestran que Colombia está en el fondo de la lista, todos hemos bajado la cara, hemos renegado por no apostarle a la educación, nos hemos avergonzado de no preocuparnos por  transformarnos.

Seguramente señor lector en fechas en las que la mala calidad de la educación es noticia nacional, usted con sus mensajes entra a engrosar las listas de participación en los medios sociales. Yo también me he cuestionado, todos nos hemos indignado.

Esta semana le escuché decir a Sergio Fajardo que sin dignidad no hay calidad. Coincido totalmente con él. Y siendo coherente con esta afirmación, entonces se me ocurren varias preguntas…

Por el grado de indignación que ha sido evidente en las redes sociales año tras año cuando revisamos los listados de las principales pruebas, es evidente que para todos los colombianos la educación es un aspecto fundamental en nuestra lista de prioridades. Pero, después de ver la reacción a la noticia del cementerio de útiles, creo que es una reacción show. De cada año, más que una reacción de preocupación, pareciera que siempre ha sido una reacción para parecer preocupados.

¿Será entonces que nos preocupa más parecer preocupados que estar preocupados y tomar acciones sobre la educación? ¡Qué triste sería comprobar que todo esto es una muestra en escena!

¿Dónde están las preguntas a los gobernantes sobre los útiles que se perdieron? ¿Dónde están los cálculos? ¿Cuántos niños dejaron de ir a la escuela porque no contaban con un cuaderno? ¿Cuántos niños dejaron de aprender matemática, geometría, geografía, lengua e historia? ¿Cuánto nos va a valer esto en la historia?

El pueblo que no educa a sus hijos está condenado a padecerlos. Sencillo.

Hoy las redes deberían estar repletas de preguntas, de análisis, de discusión, de pelea, de indignación. Somos felices autodenominándonos indignados en redes. Y ¿Dónde está la ola de indignación porque tremenda cantidad de útiles escolares se perdió? ¿Dónde quedó el carácter sagrado de los recursos públicos? ¿Dónde quedó la oportunidad perdida de niños y niñas para poder aprender?

Señores, la calidad empieza por la dignidad. ¿Cómo se le ocurre a usted pedir resultados cuando no hay techo en la escuela y la lluvia hace de las suyas sobre los cuadernos cada vez que llega el invierno? ¿Cómo es posible mejorar los resultados en las pruebas pisa si no hay transporte escolar que me apoye en más de 3 horas de desplazamiento diario para ir a la escuela? ¿Cómo se atreve usted a pedir calidad si el estómago no está lleno? ¿Quién piensa con hambre? ¡Nadie! ¿Cómo va a pedir calidad si la plata destinada a la educación por años se ha quedado en los bolsillos de unos cuantos? ¿Cómo va a pedir usted que avancemos en las PISA si los instrumentos para apoyar el conocimiento alguien decidió dejarlos podrir antes que entregarlos para mejorar, algún día, la calidad de la educación que tanta pena le da, nos da.

Si usted es de los que se indigna con los resultados, es bueno que vaya teniendo argumentos para empezar la discusión sobre los requisitos mínimos para hablar de calidad. Aprovechando el ejemplo, es imposible pedir calidad de la educación cuando no hay borrador, lápiz y cuaderno. No es posible resolver una ecuación cuando no hay lápiz para tan siquiera  escribirla.

Esta semana, según reportaron los medios de comunicación nacionales, fueron encontrados en una bodega ubicada en la zona industrial de Puente Aranda, llamada Oasis, están en estado de abandono más de 10.000 cuadernos nuevos, más de 300 resmas de papel, más de 300 unidades de cartuchos para impresora, más de 500 tóner y más de 8 toneladas de papel craft, que están bajo la responsabilidad del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud.

¡A Colombia se la está llevando el putas y mientras tanto usted y todos nos dedicamos a ver cómo se la llevan!

Como si fuera poco… esto no es todo, estarían en riesgo más de dos mil millones en elementos sin usar para quienes hacen parte de los programas de este instituto.

Hoy no hay razones que justifiquen esta pérdida de futuro. Así como no hay razones para justificar su ausencia en este debate. Hoy todos tendríamos que estar defendido la educación, pues al defenderla, nos defendemos.

Yo sinceramente estoy mamada de gente que solo se ofende y  no hace nada. Gritar en redes sociales, golpes de pecho y vergüenzas impostadas no cambiarán la aguja de la calidad educativa. Pero tal vez, algún día, si nuestras exigencias al Gobierno salieran de nuestra menta, fueran transcritas en la realidad y llegar a quien tienen que llegar, todo cambie, todo mejore, todo evolucione.

Léase en tonito fuerte: si usted hoy no toma fuerzas y le pide explicaciones hasta el cansancio al gobierno, entonces después no se arrodille en dos corozos ni se de golpes de pecho por los malos resultados.

Los únicos que tenemos la culpa de que este país no avance somos nosotros, sus ciudadanos.

 

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