Bajolamanga.co

Publicado el Bajolamanga

Balance político 2014: proceso de negociación con las Farc

Por: Andrés Preciado (@andrespreciado3)

Siguiendo la tradición de los últimos días del año, en los que se hacen balances personales y corporativos de las iniciativas que se llevaron a cabo, sus éxitos y yerros, es necesario hacer un análisis del que sigue siendo el hecho político más importante del país desde 2013, y probablemente seguirá siéndolo en 2015: el proceso de negociación con las Farc.

En 2014 el proceso pasó dos momentos cruciales para este tipo de mesas de diálogo: resistió las elecciones presidenciales y una suspensión unilateral decretada por el gobierno por el secuestro de un general de la república, no son dos hechos menores, y sin embargo los equipos negociadores demostraron fortaleza permaneciendo sentados alrededor de los puntos acordados.

El proceso tuvo éxito en el primero de estos puntos, en la medida en que la reelección del presidente Santos entregó un mensaje de apoyo a los diálogos en La Habana pues fue esta su principal bandera y caballo de batalla, como propuesta, en el debate electoral. Además porque Santos derrota al candidato del Centro Democrático, el principal opositor político de la negociación.

El segundo de los puntos, la suspensión de diálogos que hizo el gobierno luego del secuestro de un alto mando militar a manos de las Farc, no dejó bien parada la mesa de negociación. Este hecho se mezcló con un escenario, aún vigente, de desconfianza y descontento ciudadano generalizado en torno al proceso de negociación que comienza a hacerse evidente en los meses finales del año y que todos los sondeos especializados corroboran, los colombianos no solo no creen en la desmovilización fariana, sino que además no consideran como loable una posibilidad de desmovilización que no incluya penas privativas de la libertad a los ex guerrilleros.

En este escenario, y pese a los avances que el proceso mostró en 2014, el tiempo es el peor enemigo para una finalización exitosa y una refrendación afirmativa por parte del pueblo colombiano. 2015 tendrá que ser el año en que los negociadores, pero en especial el gobierno, avance de manera significativa en dos elementos centrales de una eventual etapa de postconflicto, además de la evidente finalización de los diálogos: de un lado delimitar de manera precisa el modelo de reinserción a la vida civil que será usado, cosa de la que hasta ahora no hay mayores pistas, y en segundo lugar, garantizar la sostenibilidad financiera del postconflicto, eso incluye cuantificarlo sin las especulaciones actuales y tener una política fiscal y monetaria seria que involucre a actores privados, cooperación internacional y gobiernos locales.

 

Esta y otras columnas podrá leerlas en www.bajolamanga.co (@bajo_lamanga)

Comentarios